Capítulo 1x10: Monja, Anne. Te prometiste ser monja

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Capítulo 1x10: Monja, Anne. Te prometiste ser monja

Un pecado puede ser perdonado bajo la redención, has de arrepentirte de lo que haces para que realmente te merezcas ese perdón. Pero aunque la Anne del pasado se hubiese arrodillado en la puerta de una iglesia tras lo que hizo, os aseguro que la Anne del futuro no se arrepiente de nada.

El resto del día fue de un perfecto protocolo, nada parecía salirse del guión he incluso las conversaciones eran las esperadas para un acto así. Pero aunque muchos de nosotros estábamos casi trabajando mientras bebíamos y comíamos, personas como Marcos se sentían fuera de lugar y el aburrimiento más la cantidad de alocados pensamientos, le empezaban a pasar factura.

Por alguna razón no podía dejar de mirar a Anne, había tenido el despertar más dulce en mucho tiempo y ya ni siquiera se acordaba de la última vez que había dormido abrazado a una chica, aunque esta ni siquiera había sido consciente de ese hecho. Sonrió al recordar el despertar y la caída de Anne.

Pero mientras todos hablaban sobre la productividad del servicio y no se que cosas más, en su cabeza no dejaba de aparecer la conversación que había escuchado entre Anne y Jake:

- Buenos días, ¿dormiste bien? – le preguntó Jake a Anne

- Mejor de lo que me hubiese gustado.”

Y por más que intentaba no pensar en ello, una pregunta rondaba su cabeza desde entonces: ¿Qué habría querido decir con eso? No tenía respuesta para esa pregunta y eso hacía que cada vez se sintiera más asombrado con la chica que en una ocasión odió.

Y cuando esa pregunta dejó de atacar su mente, lo hicieron otros hechos, como la reacción de Anne cuando Jake se marchó. Tenía claro que Sam sabía que le pasaba, el porqué de su comportamiento, pero también sabía que Sam sería leal a su amiga igual que lo sería si fuese él. Además, Marcos tenía el presentimiento de que si hablaba de Anne con Sam, este acabaría notando la recién obsesión de su amigo con la chica y ni siquiera él sabía que pensar acerca de eso.

Porque empezaba a pesar que era absurdo seguir negando los crecientes sentimientos hacia Anne, a pesar que aún no se fiaba de ella y que la seguía viendo un tanto oportunista, le atraía más de lo que le gustaría y los celos hacia Jake se lo habían hecho ver. Apenas había disfrutado el viaje en barco por culpa de los tonteos de Jake hacia Anne.

Y a pesar de que seguía sin fiarse de Anne, no dejó de observarla durante todo el día. Hablaba amigablemente con todo el mundo, sonreía y bebía, no es que bebiera mucho, pero siempre iba con una copa en la mano y cuando creía que nadie la miraba, su semblante se volvía triste y le daba otro trago a su copa.

“¿Qué es lo que le pasa? – no hacía nada más que preguntarse mentalmente”

Pero tal y como le llevaba pasando todo el fin de semana, no se atrevía a hablar con ella y mucho menos a preguntarle sobre su estado de ánimo. En realidad no se fiaba de si mismo, las pocas veces que han estado solos en la habitación se había sentido demasiado tentado por sus labios y el momento en que le ha rozado su mano esa misma mañana, antes de entrar al baño, le había producido una sensación demasiado placentera.

El resto del día le pasó demasiado lento, deseaba el plan de la fiesta clandestina e incluso ya había “robado” las bebidas y las había escondido en unas rocas que había a medio kilómetro de la casa, todo mientras el resto de los invitados dormían la siesta y él no se atrevía a entrar en su habitación.

“¿Cómo he llegado a esto? – no hacía nada más que preguntarse mientras paseaba por la playa y evitaba lo inevitable.”

En Busca de la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora