Capítulo 2x11: Juegos de estrategia.

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Capítulo 2x11: Juegos de estrategia.

El problema de ciertos juegos, es saber diferenciar cuando se está jugando de verdad y cuando el juego se convierte en la vida, porque si mantienes un juego durante mucho tiempo, lo que considerabas como juego se convierte en tu vida y lo que considerabas tu vida, tan solo es un juego.

Tras llegar del lago, el bajón se posó en el cuerpo de todos, por lo que nos duchamos con agua bien caliente y nos reunimos en el salón para terminar el día viendo una estúpida película de terror que me hizo tener pesadillas por la noche. Desperté empapada en sudor y con el corazón palpitando a mil por hora, solo que esta vez ya no salí de la habitación para no molestar a Sam, me quedé todo lo quieta que pude y con el pensamiento de que Marcos podría estar en la cama con Nuria.

Lo único bueno era que ya habíamos pasado dos días y que mañana pondríamos marcha de vuelta a la normalidad. Necesitaba esa normalidad, necesitaba dejar de estar tensa por cada vez que nuestras miradas se cruzaran, por cada abrazo que veía que se daban o por cada mirada de sospecha que recibía de Sam.

Otro detalle que me hacía sentirme algo confusa, era el hecho que desde nuestra llegada, Sam no me había tocado ni una sola vez. Intentaba ponerme en su situación, pero no era precisamente agradable. La última vez que lo hicimos fue en esta misma cama, donde me dijo que me amaba y yo no le correspondí con la misma palabra, eso debía darle que pensar. Y luego estaba lo que el borracho de Jake le había soltado, lo de que nunca se enteraba de nada de lo que pasaba, como dando a entender que había algo que él sabía y que Sam no, algo más que pensar. Pero de todo eso, el epicentro de todo era yo, yo no le amaba y yo sabía a lo que Jake se refería. Quizás por eso no quería tocarme.

Aunque también puede que fuese porque estaba cansado, ¿no? ¿eso también podía ser posible?

~ ~ ~ ~

Apenas había podido dormir en toda la noche, era como si aún pudiese ver la mirada de tristeza de Anne al verme con otra.

Tenía varios sentimientos encontrados por culpa de eso. Por una parte, el plan de Nuria funcionaba a la perfección, por fin Anne mostraba algún tipo de interés por mí, aunque solo fuera por verme con otra. Pero por otra parte, cada vez que miraba a Sam, me sentía que engañaba a mi amigo. ¿Dónde había quedado eso de que él era lo primero? Me prometí a mi mismo no intentar nada con Anne, me dije que era el momento de Sam y que él era mi mejor amigo, que debía dejar a su novia en paz. ¿Acaso volver a verla ha anulado todo eso?

Además, también me preocupaba lo entregada que estaba Nuria en su plan, era como si verdaderamente lo disfrutase. No es que no me pareciese atractiva, sinceramente no estaba nada mal, pero no era Anne, ella nunca será Anne y tampoco quería que todo esto se convirtiera en un malentendido aún mayor.

De repente la puerta de mi habitación sonó con tres golpes secos. Miré el reloj y apenas amanecía, era demasiado pronto para que alguien deambulara por los pasillos.

Salí de la cama a regañadientes y abrí sin preocuparme que tan solo llevara unos calzoncillos puestos.

- ¡Vaya! Muy buenos días, modelo de Calvin Clein. – dijo Nuria devorándome con los ojos.

- Por Dios Nuria, es muy pronto. – dije bostezando y buscando la camiseta que ayer tiré en algún lado de la habitación.

- ¿Acaso has dormido algo? Porque tienes cara de haber pensado más de lo que se considera humanamente posible. – dijo entrando sin ser invitada y tumbándose en la cama como si fuese la suya.

Me acerqué a la puerta y la cerré. Lo último que quería es que Anne se levantara y viera a Nuria, con un pijama demasiado corto y tumbada en mi cama.

En Busca de la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora