Aaron #TeenAwards2017 ©

Capítulo 1.

La lluvia de Los Ángeles me despertó; causando que rápidamente me levantara y observara por la ventana como caía. Me encantaba observar la lluvia, era un efecto de tranquilidad en mí.

Abrí ligeramente la ventana, para así poder escuchar mejor como caía.

El sonido de mi móvil, indicándome que había recibido un nuevo mensaje hizo que volviese otra vez al mundo real. En el camino para coger mi móvil, froté mis ojos para quitarme las legañas que tanto odiaba y despertarme más.

—Tía, tengo un notición que darte. En media hora estoy allí. Kiss kiss.

Apagué mi móvil, pensando en qué podría ser su "notición." No se me venía nada a la cabeza.

Bajé las escaleras para dirigirme a la cocina. Las tripas me rugían del hambre que tenía. Me preparé cereales con leche y me senté en la isla.

•••

—¿Cuál es ese notición? —le pregunté a mi amiga.

Antes de contestar, se acomodó en el sofá de color base y yo me senté a su lado.

—¿Te acuerdas de Aaron? Del que te hablaba mucho. ¡Resulta que ya somos novios!

Puse mis ojos como platos.

—¡Si cortaste con Dante hace una semana! —había veces que Alysson me desesperaba.
—Sí, bueno... es que yo ya me veía con Aaron mientras que salía con Dante.

—Pobre de Dante, tiene más cuernos que un toro.

•••

Caminé hacia la casa de Alysson, donde ahí conocería a su novio.

No podía imaginármelo, solo sabía que seguramente iba a ser guapo. Alysson tenía muy buen gusto respecto a los hombres, no le gustaba quedar con un chico que fuese "feo" o que tuviese el más mínimo defecto en su cara. Simplemente, ella quería al hombre perfecto en su vida.

Las calles de Los Ángeles estaban húmedas y había un fresco olor a la lluvia. El tiempo había cambiado bastante, ya no llovía y aunque había fresco, se podía aguantar.

Me arrepentí de haberme puesto dos camisetas y un suéter y no nos olvidemos del gigante abrigo que llevaba.

Cuando por fin llegué a mi destino, toqué el timbre dos veces. Tardaron en abrirme, y me imaginé que estaban teniendo sexo y que se estaban vistiendo lo más rápido posible.

Reí ante mis sucios pensamientos y me lo quité de la mente.

—Ah, pasa Em. No me esperaba que llegases tan pronto.

—Sabes que yo siempre cumplo mis promesas. —reí.

Pasé al living, en el cuál estaba sentado un chico moreno de ojos negros como la noche. No llevaba camiseta, tan sólo unos pantalones ajustados y unas sandalias.

Mi corazón dió un brinco ante tal dios griego. Ni siquiera sabía si existía esa belleza en el mundo, pero él me demostró que sí.

«Qué suerte tiene esta chica, lástima que yo no», pensé.

•••

Holita! ¿Bueenoo que tal de momento? Igualmente, acepto todo tipo de críticas -constructivas siempre-, y si queréis darme consejitos mejor!

Subiré todos los domingos.