Capítulo 24.

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No podía creer lo que estaba ocurriendo en este momento. Empujé fuertemente a Ethan y luego me di la vuelta para observar cómo Aaron negaba con la cabeza frenéticamente y luego se iba corriendo. Lo había visto absolutamente todo. Me lamenté varias veces, preguntándome porqué tenía esta “suerte”. ¿Por qué Ethan había hecho esto? ¿Por qué Alysson tenía la cara de hacer eso?

—¿Cuál es tu puto problema, Ethan? ¿Por qué me has hecho esto?

—Yo... No sabía que ese era tu novio. Alysson no me detalló esa parte, lo lamento.

—Iros a la mierda. Tu socia y tú.

Tenía ganas de llorar. Aaron y yo estábamos peleados y enfadados mutuamente, pero ésta fue la gota que colmó el vaso. No solo que si se lo explicaba ni siquiera me creería; dudo si me dejaría hablar. Lo peor es Alysson, que ha podido llegar hasta este punto y Ethan, que ha podido engañarme de esa forma tan rastrera. No podía creer todo esto.

Pero no iba a llorar, no le iba a dar el gusto a Alysson. Por lo que me fui casi corriendo a mi casa. Ni siquiera tenía ganas de echarle en cara las cosas que había hecho mal la perra que alguna vez se hizo pasar por mi “amiga”. No le daría el placer de verme molesta, porque entonces ella sabría que había hecho un buen trabajo. De ninguna manera.

En la puerta de mi casa me encontré a Aaron, comiéndose las uñas. Sonreí al ver que mis súplicas habían dado resultado. Corrí hacia él.

— ¡Aaron! Yo... Puedo explicarlo, ¿quieres pasar? —abrí con rapidez la puerta de mi casa.

—Entraré, sólo para decirte un par de cosas —contestó cortante, un nudo se me formó en la garganta.

— ¿Quieres sentarte? —ofrecí.

—No —puso sus brazos en jarras—. ¿Qué cojones estabas haciendo con ese gilipollas?

—En primer lugar: a mí me hablas con respeto —procuré no gritar, apenas habíamos empezado y ya me sacaba de mis casillas—. En segundo: fue todo una trampa de Alysson —rió irónicamente—. En tercero: ¿no habías cortado conmigo? ¿A ti qué te importa con quién me beso y con quién no?

—Me importa si lo haces después de un mísero día, Em.

No vuelvas a llamarme Em —susurré. Sabía que él me había escuchado. Se formó un incómodo silencio que pronto se rompió.

—¿Todo esto? ¿Obra de Alysson? ¿Me estás vacilando? ¡Admite tus putos errores, maldita sea! ¡No eches la culpa a gente que no tiene nada que ver!

— ¡Admite tú los tuyos, maldición! No puedo creer cómo hemos llegado a ser novios, está claro que no tienes ni el mínimo respeto hacia mí. ¿¡En serio no te crees que haya sido Alysson?! ¿O es que quizá no te acuerdas de lo mal que me trató? ¡Fuera de mi casa, hijo de perra! No me mereces —éste iba a hablar, pero entonces le di un empujón que hizo que se chocase con la puerta. La abrí y le eché—. Vete a la mierda, querido Aaron. —cerré de un portazo.

Ni siquiera yo me creía cómo había reaccionado. Si era verdad que yo era una persona muy impulsiva, pero nunca creí que llegaría al punto de insultar a... ¿mi... exnovio? Y al instante me arrepentí.

Por todas las palabras feas que le había dicho que ni siquiera se las merecía. O sí. Creer a Alysson en vez de a mí era el colmo. Me había dolido; sí. Pero no quería que el lo supiese, y menos Alysson.

Me tiré en el sofá y comencé a llorar desconsoladamente mientras pensaba en lo ocurrido. Siempre pensé que perdería a Aaron cuando tuviese ochenta años, para ese entonces él estaría muerto y por lo tanto, al menos hubiésemos muerto juntos, hasta el final. Pero nunca pensé que lo nuestro acabaría así; cada uno por su lado y enfadados mutuamente, insultándonos y gritándonos.

Y es que yo le quería, pero ya no me veía capaz de volver con él. Algo entre nosotros se había roto. Y lo que más me inquietaba era si podríamos volver a recomponerlo.

•••

AARON (POV)

Caminaba por el parque pensando en Emily. Pensando en lo imbécil que yo habia sido por perderla de esta manera, por perderla así. Porque ahora habíamos roto enfadados, por algo que ni siquiera tenía mucha importancia. Y me dolía.

Mucho.

No quería perderla, quería sentir que ella era mía y yo era suyo, pero eso ya no era posible. Después de los insultos por parte de ella no creía que fuese a perdonarme.

Y por eso me encontraba aquí, en un banco pensando. Hasta que llegó Alysson. Suspiré profundamente y maldecí en bajo. Lo único que necesitaba era un poco de soledad.

—Hola, cari —saludó. Frunci el ceño. ¿Qué le había picado a esta chica?

— ¿Qué quieres?

—Esto.

Me besó feroz y salvajemente. No podía formular palabra, no podía hacer nada. Hasta que me dí cuenta de que yo estaba moviendo mis labios. ¡Le había seguido el maldito beso! Me separé rápidamente y me aparté. ¿Qué había hecho? Esa pregunta no dejaba de formularse en mi cabeza.

—Como seguramente te haya dicho Emily, todo era una trampa —sonrió victoriosa—. Ethan, con el que se besó no era real. Yo le pagué para que fingiese. —rió sonoramente— Por cierto: todo ha sido grabado, o sea, la parte del beso —señaló al que parecía llamarse Ethan, con su móvil en la mano—. Y puede que se lo enseñe a tu querida Emily. Al fin y al cabo, has sido infiel.

•••

me llena de rabia este cap, pero a la vez me encantó escribirlo idk.

aviso: faltan tres/cuatro capítulos para que se acabe esta historia que intentaré hacer durante ésta semana y la siguiente. ¡cuanto antes la terminemos, mejor!

pd: los errores o incoherencias las corregiré cuando finalice la historia. ¡hasta entonces!

Hannah is out❤

Aaron #TeenAwards2017 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora