Capítulo 22.

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Después de haberme puesto como norma no volver a beber vodka, me encontraba en el hombro de Aaron, más borracha que una cuba. Y es que ni yo me entendía. Ni siquiera era capaz de cumplir lo que yo misma había prometido, y era algo que tenía que cambiar desde ahora. Estar borracha delante de Aaron me producía mucha vergüenza.

Cuando llegamos a mi casa, le entregué las llaves para que abriese la cerradura, pues me veía incapaz de hacerlo yo sola. Entró directamente y se fue a la habitación.

-P... Puedes irte, pupu.

-¿Pupu? ¿Ése es mi nuevo apodo? -sonrió divertido.

-Sí. Puedo quitarme el pijama sola, t... Tú vete.

-No te puedes ni mantener en pie. ¿De qué tienes vergüenza? No es la primera vez que te veo sin el sujetador. -me dejó cuidadosa y lentamente en la cama. - Túmbate, te quitaré antes el pantalón. -le hice caso, más que nada porque no tenía fuerzas para negárselo.

En un rápido movimiento me lo quito, y observé llena de vergüenza mis bragas. Tenían corazones pequeños por todos lados, pero eso no era lo peor: estaban rotos por los bordes, y Aaron pareció darse cuenta. Se rió, pero lo dejó de lado.

-¿Vas a violarme?-pregunté, siendo lo primero que en ese momento se me vino a la mente.

-Oportunidades no me faltarían, pero no soy de esos tíos,¿sabes? -sonreí ante su respuesta y alcé mis brazos para que pudiese quitarme la camiseta.

-C... Creo que necesito vomitar. -me levanté rápidamente para ir al baño, Aaron detrás mía.

En ese mismo momento, había potado los croassants de Aaron. Me sentía fatal. Él me sujetaba del cabello, pero no decía nada.

-¿Por qué haces esto, pupu? -pregunté mientras tiraba de la cadena.

-¿El qué?

-No sé... Esto. Estoy borracha y ni siquiera me has dado el sermón. Solo... Te has ofrecido a ayudarme.

-Emily, yo también me he emborrachado. ¿Por qué te tendría que dar el sermón? Lo menos que podía hacer es esto. -hizo una pausa y luego continuó. - ¿Quieres ducharte?

-No, no, y no. Me niego rotundamente a que me veas el chichi... Aún.

Rió.

-Bueno, vale. Pero entonces me dormiré contigo.

-Mejor no, no vaya a ser que te viole yo -dije, mientras que reía sonoramente.

Aaron se limitó a rodar los ojos y se metió en la cama. Tambaleándome mientras que andaba conseguí llegar a la cama, y seguido, me metí cuidadosamente en ella. Se notaba que Aaron estaba cansando, pues él ya se encontraba durmiendo profundamente. Sonreí e imité su acción: dormir.

•••

Quería despertarme con Aaron a mi lado, pero desgraciadamente, no estaba. No le culpaba; hoy era miércoles y eso significaba universidad.

Me levanté de la cama, con una resaca de la ostia. Siendo yo, me hubiese quedado en casa y dormir hasta quién sabe qué hora. Pero tratándose de la uni, no podía permitirme perder una sola clase. Por lo que procedí a prepararme para éste día.

Una vez haber hecho todo, salí de casa. Y volví a pensar en Aaron y yo. La idea de estar con él me aterraba, en el buen sentido. Sentía que quizá nos estábamos precipitando y que alomejor esto no iba a salir bien. Y por otro lado, quería aventurarme; pues Aaron ha sido hasta ahora lo mejor que me ha pasado. Y estoy confundida.

Había llegado al instituto sin darme cuenta. A lo lejos divisé a Marc -al primero al que acudí cuando me enfadé por primera vez con Alysson-. Corrí para alcanzarle.

Aaron #TeenAwards2017 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora