Aaron #TeenAwards2017 ©

Capítulo 9.

Primero Dylan, ¿y luego mamá? ¿Es que acaso esto era una pesadilla, en la que no quería despertar? Me quedé en shock, intentando analizar lo que acababa decir.
Teniendo 23 añazos, ¿iba a tener un hermano?

—¡Pero si tienes 45 años! —exclamé.

—¡Cállate! Aún sigo siendo joven. Y yo que pensaba que te hacía ilusión... ve a poner tus cosas en la habitación de invitados. Búscala tu misma.

No quería problemas con mi madre, sobretodo porque toda la vida nos la pasabamos discutiendo y enfadándonos. Intenté pasar de ella y dirigirme hacia donde me dijo, pero entonces alguien entró por la puerta.

—¡Emily! —papá hizo lo mismo que mamá, se abalanzó hacia mí y me dió un grande abrazo. Después, le dió un beso en la mejilla a mi madre. —¿Qué haces levantada? ¡Siéntate, hombre, ponte cómoda!

—Gracias, papá. ¿Cómo estás? —pregunté. Con mi padre tenía más relación, estábamos más unidos que yo con mamá.

—Bien, bien. Trabajando duro todos los días. ¿Clarisse ya te ha dado la noticia?

—Si cari, ya se la dí. —contestó mi madre.

—¿Y que te parece?

—Le parece mal. Dice que soy demasiado vieja.

En primer lugar: ¿llegará el momento en el que me deje hablar? Y en segundo: yo no he dicho en ningún momento que sea demasiado vieja —que lo es—, sólo me refería a que a esa edad empiezan a aparecer dolores, el cansancio... ¿entonces como se hará cargo de un bebé cuando le pase eso?

—En ningún momento dije eso, madre.

—¿Ah, que ahora me lo estoy inventando?

Este, era el principio de una discusión; gracias al cielo que mi móvil sonó y paró todo esto, porque sino...

—Disculparme.

Benson.

—¿Ben?

—Si te refieres a Benson, el del avión entonces sí. ¿Y tú eres?

—Emily. ¿Qué quieres? Estoy en casa de mis padres.

—Quiero quedar contigo. ¿Cuándo puedes?

—No conozco Seattle. Y además no puedo, tengo asuntos familiares.

—Pues preguntas a alguien. Hoy a las 21:00 en Love Coffee's. No tardes. —colgó.

¿Es que no me escuchó? ¡Que no podía! Aunque... A lo tonto, a lo tonto... Tenía una cita.