Desperté por algunos utensilios que se escuchaban por la cocina. Froté mis ojos para alejarme de las legañas que se habían formado. Justo cuando me iba a levantar, apareció Aaron. Vaya, ¿aún no se fue?
Sostenía una bandeja con un café, algún que otro croassant, leche y un sobre. Sonreí por el bonito gesto que acababa de tener.
—¿Ya te despertaste, dormilona? —preguntó mientras me tendía la bandeja con los alimentos.
—Ahora mismo. ¿Qué es esto?
—La comida de hoy y... Bueno, abre el sobre tú misma.
Hice caso, y leí con detenimiento lo que se encontraba escrito en ésta.
Princesa. Desde hace poco te has convertido en alguien muy especial para mí, y realmente no te quiero perder. Quiero darte y demostrarte todo el amor que tengo, y te aseguro que lo haré. Eres una persona increíble, magnífica y de todo. Y bueno... No sé si te gustará, pero... ¡disfruta de tu comida, pues la hice con mucho amor!
Ni siquiera formulé palabra. Aparté la bandeja y me abalancé a darle un abrazo. Un abrazo cualquiera que para mí significaba bastante. Un gesto que demostraba que yo también le quería, y que también se había convertido en alguien especial e irremplazable en mi vida.
—Yo también te quiero, pequeño. ¿Sabes qué? Hoy cenamos juntos. Invito yo, porque te lo mereces.
En un dos por tres mis labios ya se encontraban en los suyos, formando así un apasionado beso que ninguno quería romper. Él se sentó en la cama, sin dejar de besarme y yo me senté a horcajadas. Aparté un mechón de mi pelo que en ese momento estorbaba y le besé más ferozmente. Nuestros besos eran increíbles, como si fuese el único alimento que estaba en el desierto. Los dos nos queríamos, echábamos nuestros labios en falta. Abrí un poco mi boca para dejar paso a su lengua, que encantada acepté. Las dos jugueteaban tiernamente.
Y entonces lo sentí; su erección cada vez era más notable, y eso me calentaba aún más.
—¿Quieres continuar?
—Por supuesto, pero creo que es demasiado rápido.
—Princesa, es que me pones mucho. —sonreí ante su comentario y me bajé de sus piernas.
—Hace bastante calor en esta habitación, en serio. Uff. —agité mis manos en mi cara, en busca de un poco de aire.
—Espero que pronto tengamos ese deseado momento... Realmente tengo muchas ganas.
—Ya llegará, tranquilo.
Procedí a comerme mi comida, mientras que Aaron no apartaba su vista de mí y se mordía el labio seguidamente.
•••
El esperado momento llegó. El momento en el que cenaría con él. Decidí ponerme un vestido color carne que se ceñía a mi cuerpo, con escote corazón y sin tirantes. Unos stilettos negros que pegaban con el vestido y un bolso de mano del mismo color de los tacones. Decidí dejar mi pelo al natural y, respecto al maquillaje, decidí pintarme los labios de color carmín y ya.
Me hice el último chequeo, y asentí decidida. Bajé las escaleras, Aaron se encontraba revisando cualquier cosa en el móvil. Vestía una camiseta totalmente blanca, con una americana de color negro y unos pantalones ajustados de negro también. Su pelo despeinado, dándole un aspecto sexy.
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Aaron #TeenAwards2017 ©
RomansUn Adonis delante tuyo y lo único que quieres es arrancarle los calzoncillos con los dientes. Pero... Es el nuevo novio de tu mejor amiga. "Amigas. Quién las necesita cuando se tiene un novio." ••• Queda rigurosamente prohibida, sin autorización es...