Capítulo 11.

254 23 18
                                    

Me paré en seco. Juraría que ahora debía de estar igual de roja que mi regla. Me maldije a mi misma por no calcular. ¡Eso es lo único que tenías que hacer, Emily!, ¡calcular el puto día en el que te tendría que llegar!

Corrí hacia el baño lo más rápido posible, como si toda mi vida dependiese de ello. Entré en el baño de mujeres y pasé a cualquier váter. Saque de mi bolsito unos cuantos pañuelos para ponermelos; sólo esperaba que no se desintegrasen.

Salí de éste, con la poca dignidad que me quedaba y fui directa hacia donde se encontraba Ben, quien me miraba divertido.

—¿Te llevo a casa para que te cambies? —sonrió.

—No necesito que nadie me escolte. Además está aquí al lado.

—Está bien. Al final, no hemos hablado casi nada, tendremos que quedar para hacer más citas... Y lo que surga. — enmarcó sus dos cejas varias veces.

—No lo creo, mañana mismo me voy a Nueva York.

—¿En serio? En ese caso, iré contigo.

Una parte de mí se alegraba de que se fuese conmigo. La otra estaba deseando que le dijese que no porque me daba mala espina.
—No, déjalo. Por algo estás aquí, y no dejaré que te vayas sólo por mí.

—He dicho que iré y punto. —suspiré y asentí.

Nos dimos dos besos. Olía de muerte... Era un olor masculino pero extremadamente sexy y elegante.

Me despedí, otra vez con un gesto de mano y me dispuse a salir del bar.

•••

—¿Dónde has estado, señorita? — preguntó mi madre, levantándose del sofá y cruzándose de brazos.

— ¿Has estado esperándome para echarme la regañina?

—No me cambies de tema, Emily. ¿Dónde carajos has estado?

—Por el amor de dios, tengo la suficiente edad como para salir de casa a la hora que me plazca. Y si no te gusta, pues te pones a bailar. Además, tengo la regla, me he manchado y no estoy de humor.

—Oye jovencita. Esta es mi casa...

De la nada, apareció mi padre, interrumpiendo la disputa entre mi madre y yo.

—Mi casa. —recalcó el “mi”. —¿A ver, qué está pasando?

—Parece que a mamá no le hace ilusión que este aquí, mañana mismo me iré.

—Ah, que ahora resulta que YO soy la mala. Te recuerdo que no apoyas mi embarazo, y no tengo porqué apoyar que tú estés aquí. —contraatacó ella.

—¡ESTÁ BIEN! ¡Fin de la puñetera discusión! ¿Es que acaso no podéis llevaros bien, ni siquiera un mísero día? Emily está aquí para disfrutar de sus padres y se supone que esto tendría que ser una familia como dios manda; pero no. Tenéis que estar discutiendo a cada hora, por cosas insignificantes. Como a partir de ahora, como no os llevéis bien, aunque sea por teléfono... Van a ver sorpresas, y no tan buenas que se diga. Joder. —se retiró mi padre del living, dejándonos a las dos con la boca abierta.

—Me voy a mi cuarto. —me limité a decir.

•••

¡Mil perdones, en serio, por la tardanza! Estoy resfriada y me he encontrado un poco mal, a pesar de eso tenía la necesidad de escribir. No podía permitirme hacer otra “pausa” —por más pequeña que fuese—.

¡1k! ¡MIL GRACIAS POR AQUELLAS PERSONAS QUE HAN ESTADO AHÍ DESDE EL PRIMER MOMENTO! ¡Y vamos a por los 2k!

Hannah is out.❤

Aaron #TeenAwards2017 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora