Capítulo XIX

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¡Hey, hola! La canción que les dejo en Multimedia, It's my Life de Bon Jovi, deben reproducirla mientras leen. ¡Que lo disfruten!

     El cuerno no puede seguir entrando, aunque la fuerza de ese Rhyperior ha bastado para curvear las compuertas. El mecanismo ya está sufriendo los daños. Chispas salen volando de los circuitos rotos. El cuerno finalmente sale del agujero, y al instante ya es reemplazado por la potente descarga eléctrica de algún otro Pokemon. Eso causa que el mecanismo que cubre todas las paredes comience a fallar. Las lámparas del techo estallan y los ordenadores comienzan a emanar humo. La mirada de Leona se dirige hacia el ordenador gigante, que se resiste a los ataques con tal de permanecer encendido.

Resuelto, Cunningham exclama:

— ¡Agente Williams, rescate la información del ordenador! ¡Nosotros ganaremos tiempo!

— ¡Sí, señor Cunningham!

El sonido del tecleo llena la habitación, quedando amortiguado por las embestidas que otro Pokemon está dando a la puerta.

La voz de Jayden aún farfulla al otro lado.

— ¡Sal de ahí, Darian! ¡No me hagas entrar a buscarte!

Cunningham se coloca frente a nosotros. Su Houndoom adopta una posición de ataque, imitando a Diamond y al Arcanine de Leona. Me impacta el hecho de que él esté al frente, en lugar de dejarnos a nosotros en ese sitio como los chivos expiatorios que somos de cualquier manera.

—Agente Williams —dice Cunningham en voz baja, mirando a Leona por el rabillo del ojo—, ¿cómo escaparemos de aquí?

—Un aerodeslizador —responde ella—. Tenemos que llegar a la pista de despegue.

—Esos sujetos tienen un Pokemon eléctrico —propone Reynolds, sin que eso moleste a las dos personas que ahora mismo están cubriéndonos—. Podemos usarlo en su contra.

Una segunda descarga eléctrica llega desde el otro lado de la puerta.

Cunningham asiente.

—Agente Keynes —dice—, abra la compuerta de escape. Los agentes Williams, la agente Bradley, la agente Crown y todos ustedes irán conmigo. El resto, que se resguarde en los túneles.

Bradley se une también a la barrera que nos cubre, liberando a un Scizor que se coloca a la izquierda de Diamond. Keynes corre hacia una de las paredes y llama a su Absol, quien a pesar de su pata vendada cubre sus espaldas mientras ella da un par de puñetazos al panel inservible que ahora emana humo.

— ¡Alex, necesito electricidad!

— ¡A la orden!

Stevenson libera a un Manectric que dispara un pulso eléctrico hacia el muro. El impacto consigue activar el panel. Keynes lo manipula velozmente, introduciendo un par de códigos que dejan al descubierto una trampilla oculta en el suelo. Ella abre la pesada compuerta, poco importándole el ruido que eso pueda originar.

— ¡Andando! —Exclama—. ¡Entren aquí!

El resto de las personas que nos acompañan no pierden un segundo más. Todos entran a través de la trampilla, y Keynes puede volver a cerrarla al cabo de un par de segundos. Se deshace del panel con una fuerte patada que logra arrancarlo de la pared. La trampilla queda totalmente sellada y fuera de nuestra vista.

Las compuertas ahora son golpeadas por una llamarada.

— ¡Pero si los ha encerrado! —Se queja Diamond indignado, mirando con ira a Cunningham—. ¿Cómo puede pedirles que entren ahí? ¡Morirán asfixiados!

Pokemon Re-Start I: ResurgimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora