Capítulo 10: Aferrándonos.

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Capítulo 10: Aferrándonos.

"Y de repente, llega alguien con mucha luz; Y no le importa que tan oscuro estas, y se queda ahí, a un ladito tuyo, alumbrándote." – anónimo.

Cuando eres criado como un vulgar ladrón, cuando se te enseña dese el primer momento al caminar a tomar cosas para sobrevivir, cuando se te dice una y otra vez lo poco que vales si no traes algo bueno para tu padre es difícil cambiar de idea, casi imposible sacar aquel pensamiento de tu ser y empezar a ser alguien completamente diferente.

Porque por más que lo intentes siempre serás solo Jay, el hijo de un villano, un chico que no valía nada y sin embargo ahí estabas, viviendo aquella vida, una nueva oportunidad a la que te costaba acostumbrarte y lo tenías a él, el chico por quien habías caído totalmente, por quien aprendiste lo que era amor.

Aquello no fue repentino, no como las miles historias de cuentos de hadas de aquéllos príncipes, no hubo chispas la primera vez que lo vistes, no, claro que no, lo suyo fue algo que creció, desde un pequeño mal entendido, una mentira que se fue haciendo más grande hasta convertirse en aquello, en amor, tuviste demasiado suerte pues no para todos termina así.

Y te lo repetías, constantemente cada vez que mirabas a Azis, cada que veías a cada príncipe o chico de Auradon, aquellos que simplemente eran perfectos que fácilmente podían ser mejores para él, para el chico que no era como ustedes, que no era un villano, para Cameron quien era un extraño en su mundo.

No sabias lo que era amar, toda tu vida se te enseño a evitarlo, a enterrar cualquier tipo de sentimiento derivado de la bondad y del amor, porque aquello no era bueno, porque simplemente no podía ser en aquella isla, así que cuando estuviste libre, cuándo finalmente podías sentir sin miedo fue muy confuso, un mar de emociones que repentinamente golpeaba tu ser, que aún lo hacía como ahora.

Cameron está ahí viendo en la práctica, debió no tener clase de danza porque aquel niño era decididamente amante de la danza y aun cuando te miraba de aquella cálida manera sabias bien que su mayor pasión era el baile, y por primera vez no estabas enojado por ser el segundo lugar en algo, no si eso significaba estar en su corazón.

Las chicas estaban ahí, Evie aun dentro del equipo de animadoras levantando sus pompones para gritar el buen trabajo que hacían, Mal ella se había rendido hace mucho, definitivamente animarles no era lo suyo, pero igual iba, a ver a Ben a decirle lo mal que lo hacía y como debía derribar a todos esos inútiles lo cual siempre sacaba una sonrisa del monarca, si ya estabas acostumbrado a verlas ahí, gritando y discutiendo sobre todo con Audrey que solía pelear con Mal por simplemente distraer a Evie de la práctica, ella odiaba admitirlo pero Evie era muy buena animadora y por ello no quería sacarla del equipo.

Pero ahora Cameron estaba ahí, en su ropa normal, con su bolso, venia definitivamente directo de lo que parecía ser su clase cancelada pues no estaba cambiado, vistes como Evie se acercó a el llamándole como le dio sus pompones y obligo a seguirle en lo que parecía un rutina, casi ríes al notar como aquel niño confundido definitivamente no podía seguirla aun entre bostezos totalmente desganado, entonces Audrey se acercó a ellos y parecía reprenderlos, la pequeña nariz de Cameron se arrugo un gesto que secretamente adorabas cuando se molestaba y en un segundo aquel niño levantaba sus brazos en lo que parecía un argumento para defenderse totalmente despierto, aquel parloteo que podía decir casi sin respirar en pocos segundos, aun no podías entender cómo es que aquellos pequeños gestos fueran exactamente lo que te enamoraran realmente de él y no su gran parecido con Carlos.

Mal llego de inmediato cruzando sus brazos y seguramente insultando a Audrey quien más molesta parcia empujar a Cameron entonces este niño simplemente dejo caer los pompones se quitó lo zapatos y ahí frente a esas niñas se levantó en las puntas de sus pies descalzos, aquello que por experiencia personal era doloroso, pues la primera vez que lo viste hacerlo en la habitación te habías burlado para ser retado, después de aquello no volviste a cuestionarle nada, Cameron entonces dio tres vueltas, tres jodidas vueltas en el pasto sin nada de protección en sus pies, sin aquéllos zapatos que vistes cuando eran nuevos golpearlos para aflojarles, en sus palabras, solo recuerdas verlos golpeándolos para que le sirvieran, casi ibas a reprenderlo por dañar algo completamente nuevo cuándo un nuevo parloteo sobre la flexibilidad y comodidad del material era importante para las piruetas, conversación que como muchas de las del chico se desvió a un tema completamente nuevo.

Un nuevo y conocido mundo (Jaylos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora