Metí las maletas en el coche. No me podía creer que mi madre me estuviera haciendo eso, y menos en mi último verano en la ciudad antes de marcharme a la universidad. Estaba convencida de que el mundo estaba en mi contra. Todos mis planes desaparecie...
15 de agosto, Joe cumplía 20 años. Era increíble lo rápido que pasaba el tiempo, ahora que realmente lo estaba pasando bien. Durante toda la semana había estado sin separarme de Joe, él no salía desde aquella noche que se enfadó con Gigi y pasábamos las noches en mi balcón o en la playa. Cualquier sitio era perfecto si estaba con él. Pero eso sí, como amigos, éramos dos amigos que lo pasaban bien. Sólo eso, aunque mi cabeza no paraba de imaginarnos besándonos.
Postrada en la cama mirando al techo pensaba como podía hacer que aquel día fuera el mejor día en la vida de Joe. Nada.
Ruido fuera hizo que saliera de la cama. Al abrir la puerta vi como Nick entraba a hurtadillas en la habitación de Joe, Kevin lo seguía de cerca. No pude resistirme y decidí acercarme un poco más.
-FELIZ CUMPLEAÑOS- Dijo Nick mientras le restregaba un plato de nata en la cara de Joe.
Joe salía de la cama de un salto y automáticamente salió corriendo detrás de Nick.
-Serás capullo.-
Nick bajó súper rápido las escaleras, Joe se detuvo en las escaleras y se quitaba algo de nata de los ojos. Kevin le daba una palmadita en la espalda mientras bajaba.
-Te queda bien el blanco.- Bromeé
Joe se giró y me fulminó con la mirada, o eso creo.
-Que graciosa.- Joe se acercó a mí, me agarró fuerte y con una mano se quitó algo de nata de su cara. Amenazaba con llenarme.- ¿No habrás tenido nada que ver en esto no?- Su mirada desafiante me ponía muy nerviosa.-
-¿Me estás acusando de tan terrible crueldad?
-Si- Su mano se acercaba más a mi cara.- Confiesa-
-Te he dicho que no- Logré empujarlo lejos de mí dándole un golpe en el estómago.-
Joe se encogía del dolor.
-Lo siento, ¿estás bien?- Me acerqué al ver su reacción.
-Perfectamente.-Joe me restregó toda la mano por la cara. Quedé completamente llena de nata.
-No sé cómo has podido hacerlo.- Dije mientras me retiraba algo de nata.
-Es mi cumpleaños, se me está permitido todo.- Una sonrisa pícara apareció en su rostro.
-Si ya... feliz cumpleaños imbécil.-
A las 5 Denisse sacó una tarta al patio, habíamos pasado todo el día en la piscina y ya era la hora de cantar el feliz cumpleaños a Joe. Nos sentamos alrededor de la mesa, seguía manteniendo la misma tradición de hace 6 años, Joe en el centro. Estaba bastante contento y no paraba de sonreír. Yo tampoco podía evitar sonreír al verle así.
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-Joder Joe, tienes...tienes una cana tío.- Nick despeinaba el pelo de Joe.
-¿Tú quieres tener un puñetazo en tu cara?- Joe sonreía.
