Capítulo 13 | Tratame Suavemente |

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Ya no me sentía triste ni angustiada.

Estaba enojada.

Ya no tenía excusas ni pretextos para justificar lo que había pasado. ¿A quién quería engañar? Sucedió dos veces, y la segunda con más intensidad que la primera. La culpa me estaba matando por dentro desde hace tres semanas. Perdí la cuenta de cuántas veces había soñado con Agustin, y con Mateo. En todos mis sueños yo lloraba arrepentida y le pedía perdón a Agus, mientras que Mateo se quedaba a un costado mirándonos de brazos cruzados. Se sentía tan real.

Sabía muy bien que había mandado todo a la mierda de la peor manera.

Me sumergí dentro del agua y regresé a la superficie cuando mis pulmones me reclamaron oxígeno. Nadé hasta la orilla de la pileta y salí sintiendo las gotas de agua bajando por todo mi cuerpo. Acomodé mi toalla y me tiré en el piso al lado de Jenny para seguir tomando un poco de sol. La colorada se paseaba por las redes sociales y de vez en cuando me mostraba alguna foto o video, pero mis respuestas eran cortas.

— Como lo envidio a Mateo. Mirá, estuvo en Punta del Este con la novia. Uff, encima la mina es bellísima. 

Me puso el celular en la cara para que viera la foto que Mateo recién publicaba. Estaban en la playa, aparecía él en primer plano tomando la foto y ella detrás de él abrazando su torso bien formado y desnudo. Salía con los ojos achinados por sol, y su sonrisa mostraba su blanca dentadura.

— ¿A mí qué me importa?

Pregunté apartando la mano de mi amiga y dejando que los rayos del sol volvieran a darme en la cara.

— Que mala onda, che.

La vida amorosa del amigo de Agustin siempre me chupó un huevo, y por suerte eso no había cambiado. El "Esto no sale de acá" que me tiró hace tres semanas me taladraba la cabeza. Me daba bronca, y hasta me sentía ofendida. Por supuesto que eso no saldría de ahí, ¿quién se piensa que soy? ¿la típica mina que va correr tras él buscando su atención? No, y yo tampoco espero eso de él.

Jenny siguió en lo suyo y en silencio, lo cual agradecí. Necesitaba tomarme unos minutos para encontrar el valor de hablar con mi amiga más cercana sobre todo lo que me estaba pasando. Raul y Jenny son las personas a quienes les tengo más confianza, pero con mi psicólogo no tuve mucha suerte.

Levanté mi torso apoyando mis codos en el suelo y la miré.

— Jenny.

— ¿Mmm?

— Chapé con alguien.

La colo volteó a mirarme con sus ojos bien abiertos y casi tira el celular a la pileta.

— ¿Qué? ¿Con quién? - preguntó emocionada.

Me miraba expectante. No le contaría todo, sólo quería hablar al respecto.

— Fue un error, Jenny.

— ¿Por qué lo decis? No está mal que lo hayas hecho. Ya pasó mucho tiempo. Dale, contame. ¿Con quién?¿Cuándo?

Me mordí el labio.

— Después te diré con quién, lo prometo. Pero colo, no debió pasar. Y no sé qué hacer.

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