XIX

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"¿Por qué sigues viniendo si sabes que no quiero que estés conmigo? Ya sabes sobre mi deseo de estar sola..."

"Quizá quieras estar sola, pero como ya he dicho; necesitas mi compañía."

Bufó.

"Eso es absurdo."

"Tal vez, pero es verdad."

Jenna también pensó que tenía razón, pero no dijo nada. Él se percató de la fina cadenita de plata que colgaba de su cuello y sonrió.

"Sigues teniendo problemas de insomnio."

"No te importa."

"Es una afirmación, no una pregunta. Tus ojeras son como tu propio tatuaje, ¿sabes?"

caffeine; cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora