Ryuhikari era mi hogar, era, estoy segura que mi nuevo hogar es Anteiku, ellos me aceptaron mejor que nadie, mejor que mi mejor amigo Kai, que Takeshi, todos.
Mire el teléfono móvil en mi mano, sabía que si llamaba no había vuelta atrás, sería permanente, marque el número de Kai sin complicarme la vida, este me contestó al tercer timbrazo. Más tiempo del que me esperaba...
-Hola, ¿ya te aburriste de Anteiku?
No respondí.
-¿Te comió la lengua Kaneki?
Se me bajo el alma a los pies.
-¿Có-cómo sabes su nombre?
-No te la comio al fin y al cabo...
-¿Cómo sabes su nombre?- insistí, intentando no sonar desesperada.
-Takeshi- respondió enseguida, sin ningún rastro de culpabilidad en su voz a la hora de decir su nombre.
Claro, ese imbécil no se podía quedar callado.
-Oye...
-¿Qué sucede?, ¿Necesitas refuerzos?
-No...
Mi corazón empezó a latir muy fuerte, casi pensé que se iba a salir de mi pecho.
-¿Entonces?
Suspire. Estaba segura de que Kai podía escuchar esos latidos tan pronunciados de la otra línea. Estaba tan asustada...
-Me voy de Ryuhikari... Ahora soy parte de Anteiku...
Nada, ni un sonido, ni la respiración de Kai. Ese silencio me erizaba la piel
-Lo-lo siento.- trague ese nudo en la garganta que se hacía más por cada lágrima que se me formaba en los ojos.
Kai colgó al instante, sabía que eso iba a cambiar algo en algún futuro. Colgué y dejé caer el teléfono al piso, consigo llevó algunas lágrimas. Mientras que los latidos fuertes y descontrolados de mi corazón se hacían leves, como si mi corazón se hubiera salido de mi cuerpo.
Quería despejarme las ideas, quería estar lejos de todos mis problemas un momento, así que salí a caminar, sabía exactamente a donde iba a ir, Anteiku, sabía que no había nadie, pero solo quería a ir a despejarme del mundo, tomar un café, incluso contarle mis penas a la pared.
Fue entonces cuando abrí la puerta de Anteiku, y al instante una carta y una rosa estaban encima de la barra.
Me acerqué y agarre la nota junto a la rosa.
Cuando cada párrafo se procesó en mi mente tire la carta y la rosa al suelo y salí corriendo. No sabía si ir a salvar a Kaneki o matar a Tsukiyama primero. Pero sólo me fuí corriendo. Creo que eso es normal en mí, hacer estupideces sin razón alguna.
Cuando ya casi llegaba a la iglesia en donde Kaneki estaba allí adentro con Tsukiyama, me detuve en seco, una luz radiante pero sútil se veía encima de esta, justo en el centro del techo. Me acerque, pero solo era el Kagune de Touka iluminando el cielo nocturno, aún así me preguntaba qué diantres hacía ella ahí. Cuando me acerque cada vez más a la construcción, ví a Kaneki alado de ella, ellos se estaban mirando fijamente, cuando de repente, ellos se acercaban mutuamente, muy despacio, como una caricia, cuando sus bocas se juntaron fue la sensación más horrible que me pudo haber recorrido el cuerpo.
Me mordí el labio, había llegado tarde, Touka había salvado a Kaneki primero, Kaneki prefería a Touka... estaba segura.
Intente no romper a llorar y solo me aleje corriendo lejos de esa estúpida iglesia, pero fuí demasiado ruidosa, ya que Kaneki gritaba mi nombre a mis espaldas. Me metí a una calle, sin siquiera saber dónde estaba, voltee en un callejón de esa calle desconocida y me hice un ovillo abrazando fuertemente mis rodillas, detrás de un contenedor de basura escondido, no quería que nadie me viera así, y menos Kaneki.
-¿_____?- la voz de Kaneki resonó por todos los lados. Por cada esquina de ese callejón que apestaba a basura.
Diantres.
-¿_____?- Volvió a repetir mi nombre, mientras que sus paso eran más potentes, sabía que se estaba acercando hacia a mí.
Cuando este por fin me encontró, decidió imitarme, abrazando levemente sus rodillas junto a mí. Este no habló durante esos 20, incluso 30 minutos, en los que había estado sentado a lado de mí, él y yo solo estábamos viendo como las estrellas tintineaban encima de nosotros, sin preocupación del tiempo que volaba. Deje caer suavemente mi cabeza en su hombro, él y yo estábamos tan cerca que nuestro calor corporal danzaba burlonamente entre nosotros. Rozando nuestros cuerpos.
-Lo siento- dijo por fin Kaneki, con sinceridad y una pizca de culpabilidad en su voz.
No respondí. Estaba enojada con él, pero no iba a estar enojada para siempre, pero aun así sabía que le tenía que perdonar tarde o temprano.
-Sabes que yo solo te amo a ti- Kaneki me distrajo de mis pensamientos pero, cuando escuche eso de inmediato se me erizó cada centímetro, cada extremidad de mi piel.
-Idiota- susurre lo suficientemente fuerte para que me escuchara. -Haré como si no vi nada.
Kaneki, al escucharme decir eso, este solo esbozo una leve sonrisa. Ambos sabíamos que todo estaba bien.
Hola gente, he estado muy ocupada con la escuela y no tengo mucho tiempo para escribir pero ya traigo el capítulin, un poco corto, la verdad... (el siguiente va a estar eterno >:D) pero espero que de verdad les haya gustado. Se me hizo muy complicado, ya que el episodio original de Tokyo Ghoul ocupaba mucha protagonización de Touka y Kaneki, y no había manera que meterlas en el capítulo, ya que iba a quedar eterno y no iba a quedar como quiero :V
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Maravillosos Psicópatas [Kaneki y Tu]
Fanfiction-Te odio- murmuré enfadada, mirando a otro lado, esperando a no encontrarme con sus ojos grises. Arqueo las cejas mientras se cruzaba de brazos. -¿Me odias?- preguntó indiferente. -... no... Los personajes y parte del trama son especialmente del...