Maravillosos Psicópatas [Kaneki y Tu]

El chico del parche

   Era de noche, aunque ya iba a ser de día muy pronto, no habían pasado muchos días desde la noticia de Takeshi, me dolía tener que dejar temporalmente Ryuhikari por investigar a un ghoul artificial, no era muy agradable tener que dejar el lugar en donde pase casi toda mi vida.

   Caminé hasta el distrito 20, en donde se supone que me encontraré con una chica de Anteiku, al parecer no representa una gran amenaza, no tiene clasificación, tal vez intimida algunos ghoul del área, pero no es gran cosa, por el momento. 

   Cuando llegue al callejón al que acostumbra a comer esa chica, tenía que empezar el espectaculo, mi kagune Rinkaku salio disparado, matando a un adulto ebrio que se paseaba inocentemente por ese callejón, cuando lo traspase con mi Kagune, su cuerpo se deslizaba lentamente de mi kagune, cubriendo de sangre mi kagune, mientras el cadáver se azotó en el piso. Intente agarrar al hombre pero el peso muerto que generaba su cuerpo era demasiado para mí, cuando lo pude agarrar, lo coloque especialmente en el piso, con su espalda apoyada en la pared, cerca de un contenedor de basura, mientras se hacía un mar rojo en el piso de ese líquido asqueroso lleno de alcohol.

   Cuando de repente, unos pasos ligeros se acercaban, intenté asomarme, era la chica de la que me había hablado Takeshi, pelo morado, con un flequillo que le cubría el ojo derecho. Era la hora. En la velocidad de un rayo, me senté enfrente del cuerpo del hombre, abrazando mis piernas, hundiendo mi cara en las rodillas. Intente fingir llorar y, creo que lo hice bastante bien para mi opnion, mientras susurraba: Lo maté, lo he matado, soy una maldita asesina. 

-¿Te lo vas a comer?- dijo la chica con una áspera voz. 

-Soy una asesina- dije un poco más alto.

-Los asesinas porque quieres comer.

-Nunca antes había matado a alguien. Alguien más los mataba por mí. Es una sensación... horrible.- mentí. 

-¡Oye, no me cuentes tu vida! ¿Te lo vas a comer? ¿Sí o no?- dijo con impaciencia.

-Huele horrible. 

   La chica se acercó el cuerpo. Agudizando sus sentidos del olfato. La chica frunció el rostro, ella también supo que su sangre olía asquerosa. 

-Eres un asco para escoger víctimas...- susurró, pero lo dijo lo bastante alto para que yo lo pudiera escuchar.

-Te lo he dicho, no acostumbro a matar.

   Un silencio corto.

-¿Cómo la has matado?

-Cómo he podido. - proseguí- No he comido desde bastante tiempo, si no como, empezaré a morir de hambre.

-¡Pues comelo!- gritó la chica.

-Oliste el cuerpo, es asqueroso. Quise probar la sangre, pero las nauseas me ganaron.

-¡Comelo!- volvió a gritar.

   Otros pasos rebotaron en el callejón, esta vez no eran ligeros. Hasta que un hombre de mayor edad con un saco y sombrero marrón se nos acercó, no tenía los ojos abiertos, era el anciano más raro que había visto...

-¿Qué pasa aquí, Touka?

   Touka, la chica se llama Touka.

-Esta payasa no quiere comer porque mató a este hombre.

-Te he dicho, nunca había matado a nadie.- insistí. 

-¿Eres un Ghoul y nunca has matado a alguien para alimentarte de este?- dijo el anciano con tranquilidad. 

-Mi hermano mayor era el que llevaba la comida a la casa.- mentí.

   Touka se quejo. Pero el anciano no dijo nada acerca de Touka.