Bipolar

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   Odié a los investigadores toda mi vida, guardando rencor por tantas muertes de seres queridos, "mataron a mis padres", mi hermana tuvo que irse, incluso no sé en dónde o si está muerta, es algo que siempre me he preguntado, sobre todo cuando estaba creciendo y necesitaba el apoyo de un hermano, e incluso la muerte de mis padres jamás anunció gran polémica, y ahora ella es una desconocida.

   Al terminar de tomar un baño no pude evitar asomarme viendo si Kaneki segui ahí, siempre se termina yendo, esta vez no... no quiero que se vaya de mi vida. 

   Solté un pequeño suspiro de alivio al ver que estaba preparando café en la cocina, al vestirme con ropas simples salí de ahí en busca de respuestas, quería saber todo, pero me encogí al pensar que no diría ni una palabra, no sabía si ir con Kaneki de una vez o correr como tuve que haber hecho en ese entonces. 

-¿Cómo se llama?- me senté a su lado cuando vi que se había movido a la sala con movimientos sigilosos. 

   Él le dio un pequeño sorbo a su café aparentemente demasiado caliente, un sorbo lento como si tuviera el tiempo de mundo, sin preocupaciones o prisa alguna. 

-Vine contigo ¿no? Ahora dime- dije apunto de entrar a la desesperación total.

    Pero no salió ni un mínimo sonido o palabra, solo como sorbía el café.

-¡Oh vamos!- me quede a su lado varios minutos con brazos cruzados más enfadada que antes, esperando a que abriera la boca a decir algo, pero se quedó en silencio. Él ya había terminado el café al igual que con mi paciencia. 

-Creo que estás muy bipolar hoy, me largo de aquí.

   Una vez en mi cuarto me arropé con las cobijas buscando calor de inmediato, pensando que hubiera encontrado al chico, pero no pude, estaba tan cerca, al igual de morir intentando salvar mi vida, en ese instante todo pudo haber pasado...

   Intente apartar el pensamiento cerrando los ojos lo más fuerte que pude, intentando caer en un sueño profundo y despertar siendo una niña con sus padres en la otra habitación durmiendo, que todo fuera una pesadilla, despertar siendo una humana como el sueño de cualquier ghoul.


 " -El amor te hace débil, ¿cierto? Te volviste más fuerte desde la muerte de esos viejos llamados padres. Creo que te hice un gran favor al terminar con ellos...  "


  Abrí los ojos de nuevo, al parecer el sueño se había apoderado de mi, aunque no como quise. Mi almohada estaba mojada y mi cara húmeda con lágrimas todavía cayendo, miré a mi alrededor, esperando que fuera una pesadilla, pero al ver que la pared no estaba pintada de rosa sentí un profundo dolor... pero solo vi los muebles de siempre, con un Kaneki observando desde la tenebrosa oscuridad.

-Esta bien... estoy bien- le leí el pensamiento al chico que se acercaba con paso indecidido. No quería que mi "novio" se preocupara por mi estúpido pasado y pesadillas. 

   Kaneki abandonó la sala con paso apresurado y seguro a fuera de mi habitación unos segundos después. Es un alivio que no se preocupe por mí, no necesito más peso encima, siento que ya he pasado cosas peores y las he superado yo sola.

 Tome una gran bocanada de aire pasando mis dedos por mi cabello algo estresada por aquel sueño, nada fue una pesadilla al fin y al cabo, y cuando me levanté de la cama junto con un nudo en mi garganta, el ghoul entró con una taza de café humeante que había hecho hace unos momentos.

-Siento mucho lo que pasó- Con un tono de voz algo quebradizo, Kaneki se acercó ofreciéndome una taza llena de café que acepte sin quejas, tomándola con ambas manos.

Maravillosos Psicópatas [Kaneki y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora