Los raudales rayos del sol que salían de la ventana, traspasaba mis párpados, obligándome a despertar. Me quedé quieta unos segundos, recordando lo que paso anoche, justamente pensé en Kaneki... pero yo ya no estaba escondida en sus brazos, ya no tenía su calor corporal en mi espalda, su respiración en mi nuca, o su barbilla sobre su cabeza.
Me senté en la cama, pasando mis ojos por cada rincón de mi cuarto, pero Kaneki ya no estaba. Así que me obligue a levantarme para ir a comer algo, para luego ir a trabajar pero, cuando estuve apunto de tocar la perilla, la puerta se abrió. De esta salió Kaneki con una taza de café en su mano. Kaneki sonrió al verme.
-Hola, _____- saludo este, ofreciéndome la taza de café.
-Ka... neki... No te fuiste después de todo...- intenté no mirar sus ojos grises mirando indiferente la taza, agarrándola con una mano.- pero no lo hiciste...
Kaneki sonrió y me agarro de los hombros.
-Claro que no pero, ¿estas bien?
Estaba tan concentrada en los movimientos constantes del café golpeando en las paredes de la taza que no escuché muy bien lo que Kaneki me decía.
-¿Qué?, ah sí, estoy bien.- susurré, como si lo estuviera diciendo para mis adentros.
Kaneki agarró la taza de café de mis manos dejándola en el mueble más cercano.
Antes de poder protestar, Kaneki me dio un largo y cálido abrazo.
-Yo sé que no estas bien.
Kaneki se fue a trabajar, unos minutos después de que nos abrazáramos y tomáramos un café, mi turno no empezaba hasta tarde, así tuve el valor ir a Ryuhikari, sabía que era una idea muy estúpida, que no tenía que hacerlo, pero me decidí, agarre una mochila negra y guardé algo al azar de mi refrigerador por si las cosas se ponen algo complicadas. Después de agarrar todas las cosas que necesitaba salí en busca de Takeshi, saliendo por mi puerta anteriormente hecha añicos, agradecí mentalmente a Kaneki y salí a la calle con el valor hecho un ovillo.
Salte varios tejados de rascacielos, anteriormente oficinas, para ir al edificio que estaba construcción, en el que ahora se habitaban los ghouls de Ryuhikari y algunos rehenes que los mismos miembros de Ryuhikari capturaron. Entre un hueco de ladrillos rotos y vigas destruidas en la parte trasera del edificio, se hallaba la entrada a Ryuhikari, entre sin vacilar y caminé varios metros por los pasillos de metal hasta llegar al final del pasillo, justo donde la oficina de Takeshi se encontraba. La puerta estaba entre abierta. Respiré profundo y me asome por la puerta, Takeshi estaba hablando con unos 3 miembros superiores de Ryuhikari. Pero no eran los más importantes o los más fuertes de todo Ryuhikari.
-Tenemos que hacer algo al respecto.- dijo uno, con una voz grave.
-No podemos matarlos y ya.- protestó Takeshi- es muy arriesgado.
-¿Quién dijo que teníamos que matarlos? Hay otras formas...- dijo una mujer, probablemente era la segunda persona con más edad. Esa mujer la conocí, su nombre es Eshima, tiene una historia y un pasado oscuro. Y es madre de Kai.
Takeshi rió malicioso, al a ver escuchado eso.
-Matarlos o torturarlos... Sigue siendo muy arriesgado. Esos ghouls tienen una banda, no dudaran en ir tras ellos, y todo nuestro plan se irá hacia abajo, no me sorprendería...- dijo un chico joven, pero al parecer era más listo que todos esos Ghouls con sed de venganza.
-_____ dijo que los miembros de esa banda no eran peligrosos.
-¿Piensas que tiene razón?- la voz grave intervino.
La mirada de Takeshi se ensombreció, puede notar en enojo que transmitían.
-Te ha mentido. Ellos son peligrosos, todos lo saben.- dijo aquel señor.
Di unos pasos hacía atras, asustada de todo lo que escuche, pero en una de esas di un traspié y caí de espaldas. Todos mis huesos temblaron, se me helo la sangre, mientras el ruido invadía todos los rincones del pasillo de metal, llamando la atención de esos 4 ghouls. Me incorporé de golpe, me voltee y eche a correr. Corrí hasta el final del pasillo, en busca de una salida, pero las pisadas de los ghouls detrás de mi me avisaron que no iba a lograrlo.
Oía mi propia respiración rasgada, mientras corría una pared de metal se interponía en mi camino, giré y me abalancé con todas las fuerzas, mientras mi adrenalina convertía mis ojos por unos negros con rojo, mientras mi Kagune se hundía en el pecho de la mujer, haciéndola caer con un agudo chillido. Aun enterrado mi kagune en el cuerpo de Eshima, quise sacar mi kagune pero estaba bien clavado.
Cerré los ojos y me hice hacia atrás con todas mis fuerzas, mi kagune salió del cuerpo de Eshima, con el sonido de su cuerpo desgarrándose ante mí. Di un traspié y el integrante más viejo de Ryuhikari ataco. Tras esquivar fácilmente sus ataques mi kagune pareció lanzar un tajo involuntario a su cuello, partiendo al señor en dos, pude ver su cabeza parpadear justo cuando cayó al piso.
Quedaban 2 oponentes, Takeshi y el joven, el joven no tardo nada en correr hacia mí, riendo victorioso, intente atravesarle pero este lo esquivo con gracia, haciendo un movimiento con su koukaku que hizo que me cortara profundamente el costado derecho, una ardiente agonia me recorrió la herida mientras chillaba y me retorcía por el dolor.
-Vaya, si que eres débil...- rió el chico.
Él joven coloco la punta de su koukaku en mi pecho, estaba perdida, hasta que el chico sonrió y vi como esa sonrisa se esfumaba, cayendo de rodillas. Mi órgano depredador se sumergió en su estómago, mientras este se habría poco a poco, desgarrando su cuerpo con mi kagune, mientras la sangre disparaba a todos lados. Su cuerpo se desgarro por completo, dejando pedazos de sus órganos por todas partes junto su sangre. Que gran parte de esta me cayó a mí.
Me levante y recorrí la vista en la sala, buscando a Takeshi, en el cual ya no había rastro ninguno de esté, se había esfumado de allí, dejándome sola con los cadáveres de gente que apenas conocía o no conocía en absoluto, con su sangre en mí cuerpo, maldiciendo en voz baja. Mientras caía de rodillas.
¡Por fin actualizo! Los extrañe mucho, pero ya llegue.
Recuerda, ¡vota si te gusta!
Y dejen sus zhukulenthos comentarios. Me encantan leerlos y saber que les esta gustando el fanfic. <3
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Maravillosos Psicópatas [Kaneki y Tu]
Fanfiction-Te odio- murmuré enfadada, mirando a otro lado, esperando a no encontrarme con sus ojos grises. Arqueo las cejas mientras se cruzaba de brazos. -¿Me odias?- preguntó indiferente. -... no... Los personajes y parte del trama son especialmente del...