Maravillosos Psicópatas [Kaneki y Tu]

Risas

   Es un ghoul, ese chico lo era, lo sabía por su olor desde un principio pero había dudado, tenía un olor muy particular, algo humano a decir sincera. 

-¿Quién era para ti?- dijo mientras pasaba la manga de mi ropa sobre mi nariz húmeda por las lágrimas que caían descontroladas.

   Tantos pensamientos positivos recorrieron lo más profundo de mi memoria, recordando hasta lo más insignificante, momentos que pasé con Kai. Abrí la boca para decir 3 palabras pero me tarde en contestar , ya que el nudo de mi garganta que se había formado me prohibía hablar. 

-Mi hermano... supongo.

-Lamento oír eso-  dijo muy despacio, se podría decir que con miedo y con su vista perdida en Kai, está impresionado al igual que yo.

-Esta bi...- no terminé de decir la frase al sentir como alguien me agarraba del brazo delicadamente e hizo incorporarme. Kaneki, lo supe de inmediato, pudo haber cambiado físicamente pero su tacto y sentimientos dulces y delicados eran los mismos.

   Él me volteó hacia su pecho y me abrazó para evitar contemplar más tiempo el cuerpo de Kai sobre la cama de sangre. Se sentía muy bien, hace tanto que no lo tenía pegado a mí con nuestra piel rozandose, podía respirar su colonia que tanto me gustaba. Y no tarde en echar un terrible llanto sobre su hombro desconsolada y le rodee en un abrazo torpe por mis brazos doloridos que temblaban bruscamente mientras lo aferraba lo más fuerte que podía porque pensaba que iba a irse en cualquier momento.

-Es el enemigo- me susurró en la oreja cuando ya me había tranquilizado.

-Pero es un Ghoul.

-Sí... y es peligroso.

   Peligroso... ¿Cómo el traidor de Kai? Kai... después de unos segundos mi alma queda paralizada al pensar en todo lo que estaba pasando.

-Kaneki, ¿de que bando es?

   Nada, ni un murmullo, él solo me tomo de la cintura y me aparto unos centímetros de su cuerpo.

-¿De que maldito bando es?- mis ojos brillaron de ansiedad. Intente sonar enojada pero sólo sonó como un sollozo. 

-Ryuhikari.

-Tengo que...

-No- me detuvo con fuerza la cintura para no moverme e ir tras de el chico.

-¡Tengo que hablar con él!

-No, vendrás conmigo- dijo suavemente para no sonar muy brusco.

-Ryuhikari...- murmure e intente safarme empujándolo desde su abdomen para que me soltara.

-Te diré lo que quieras saber si vienes conmigo.

   Levanté la mirada desconsolada, pero él no me miraba a mí, miraba el cuerpo sin vida y empapado de sangre de Kai.

-¿Sólo así lograré saber?

   No contestó, simplemente entrecerró los ojos y asintió una vez con la cabeza. La presión sobre mi cintura era más floja, lo cual me soltaría de él fácilmente.

-Entonces no lo haré- me solté de los brazos de Kaneki con un sentimiento de culpabilidad y salí disparada a la salida de emergencia que estaba a escasos metros con dificultad, sentía un dolor inmenso en mi pierna, y recordé a Kai haciendo la herida de un tajo. 

¡_____!- gritó el nombre a mis espaldas y corrió detrás de mí.

   Corrí lo mejor que pude... hasta que el dolor se hizo más intenso y la sangre fresca comenzó a brotar sin control, y fue cuando mi pierna no pudo más y caí al piso, intente levantarme pero Kaneki me cargó sobre su hombro (de nuevo) para no huir.