10

331 26 0
                                    

La mayoría habían subido a la habitación de Rubius para jugar, solo Mangel decidió quedarse conmigo y se ofreció a ayudarme con la tarea. En eso, alguien tocó la puerta y por la flojera de Mangel tuve que atender yo.

Abrí la puerta y el chico de la vez anterior estaba parado frente a mi con Wilson en manos.

Hola de nuevo— sonrió —¿se encuentra Rubén?— preguntó.

¡Encontraste a mi gato!— grité y le quité al gato.

¿Es tuyo?— asenti —creí que era de Rubén— soltó una risa.

¿Cómo es que lo encontraste?— pregunté.

Estaba en mi jardín sacando la tierra de las macetas de mi madre, por suerte aún no las ha visto— sonrió.

Puedo ayudarte con el desastre si quieres— solté a Wilson y este entró corriendo a la casa.

No te preocupes, no fue tanto, aun así gracias— agradeció.

Esta bien, entonces te veo en otra ocasión— reí.

—Si, hasta luego— sonrió y se retiró.


Al terminar la tarea, subí a ordenar mis libros para mañana y luego busqué a Wilson para bañarlo y curar algunas heridas que tenía en las patas delanteras.

Luego de una hora había terminado de asearlo, Wilson ya estaba como nuevo. Baje con él en brazos y Rubius observó sorprendido al gato.

¿Ese es él gato sucio?— preguntó aún sorprendido.

—Si, y como puedes ver ahora se ve tan inofensivo, puedes llamarle Wilson— lo alce.

Lo quiero— extendió sus brazos y me quito a Wilson.

¿Ese es el nuevo gato?— preguntó Samuel al bajar las escaleras.

Así es.

¡Qué cambiazo!— pegó uno de sus gritos agudos de repente.

¡Samuel! asustaste al gato— gritó Rubius.


Siendo otro día más, me levanté, eran las seis de la mañana y me di una ducha, después me vestí y arreglé mi cabello, finalmente baje a la cocina para desayunar.

Al terminar el desayuno ya era un poco tarde, debí haber salido de casa ya.

¡Guillermo date prisa!— grité molesta desde la primer planta.

¡Lamento haberme quedado dormido!— bajó corriendo las escaleras mientras se ponía una sudadera.

—Bueno, me voy— me despedí de Willy y bajé.

Casí a la entrada, estaba Oliver mirándome como si estubiera esperando de mi.

¡Hola!, que bueno volver a verte— sonrió.

Digo lo mismo— sonreí y ambos fuimos a la aula.

Oye, hoy te presentaré a una amiga, necesitas socializar con más personas— sonrió.

Preferiría ser antisocial, pero si se trata de una amiga tuya pues me parece buena idea— reí.

Adoptada Por Youtubers. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora