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Habían suspendido a Kelly por un mes. Estaba en clase de ecología y anotaba en mi libreta lo que el profesor iba anotando en la pizarra, tuvo que dar una pausa ya que le llamaban de dirección y al irse todos comenzaron a gritar.

—Alejandra— Oliver llamó, no quise voltear —por favor mírame, quiero hablar contigo.

—¿Sobre qué?— pregunté aun sin mirarlo.

—Quiero pedirte disculpas sinceramente, no debí alejarme de ti y mucho menos defender a Kelly cuando ella era la que estaba equivocada— habló, y su voz sonaba seria.

—No te preocupes, es normal entre parejas— respondí.

—Daniela me contó sobre lo de Kelly, y ví que lo decía sinceramente así que le creí— dijo.

Lo miré.

—¿Ahora que harás?— pregunté.

—Terminaré con la relación, solo que no quiero terminar mal como el chico que mencionó Daniela— dijo en tono preocupado.

—Tú problema, ya sabrás como salir de eso— desvíe mi mirada.

—Tienes razón.


—¿Hablaste con él?— preguntó Daniela.

—Algo así, me dijo que terminaría con la relación— respondí.

—Pues haber como le va.

—Tengo que irme, te veo mañana— dije y me retiré.

—Hasta mañana, ve con cuidado— dijo antes de irme.


Llegué a casa y miré a Luzu y Alex inflando globos, Alex estaba realmente del rostro.

—Vamos Alex, el globo eres tú— reí.

—Muy apenas el niño lleva tres globos inflados, yo ya llevó doce— dijo Luzu.

Reí a carcajadas.

—Vuelvo en un momento, iré a dejar mi mochila y luego los ayudaré— dije entre risas.

Subí corriendo a mi habitación y deje mi mochila en la cama, Wilson se acercó a mi y no pude evitar cargarlo y acariciarlo. Miré si Rubius le había dado de comer y no, no lo hizo el maldito. Le servi de comer a Wilson y luego bajé corriendo.

—¡JODER TÍO QUE NO PUEDO!— gritó Alex de desesperación.

—Cálmate o me convulsiono— dije y tomé un glogo, lo estire y comencé a inflarlo.

—¡Woa! Alejandra lo hace muy bien— Luzu se sorprendió.

¿Cuándo irás por Samuel?— pregunté mientras hacia un nudo en él globo.

—En exactamente una hora iré al hospital, así que no tenemos mucho tiempo— sonrió Willy.

Chetto, Elvisa y Melo llegaron con la comida y las sodas. Germán y Lenay se encargaron de las botanas y algunas cuantas chuches. Mientras tanto los demás eya estaban organizándose en la cocina y otros en la sala.

Excepto Willy, quien fue al hospital para ir por Samuel y informarse sobre los medicamentos que deberá tomar.

—¡Aviso, Willy me llamó para avisarme que llegan en diez minutos!— gritó Rubius.

—Ya está todo listo, ahora a esperar— dijo Frank.


Tardan— se quejó Germán.

—Espera unos dos minutos más— dije.

—Ya pasaron los diez minutos— se quejó Chetto.

—Aguanten— dije observando por la ventana.

—No me gusta esperar— dijo Melo.

—¡QUE SE ESPEREN JODER!— grité y me miraron asustados.

—¡Han llegado, escondanse!— gritó Frank y todos comenzaron a buscar un escondite rápido.

Al escucharse la puerta y la voz de Samuel entrar, Chetto encendió las luces y todos saltamos.

—¡Sorpresa!— gritamos todos y yo corrí a abrazar a Samuel.

—¡Samuel!— lo abracé y él me correspondió.

—¡Alejandra!— me dio un beso en la frente y luego me soltó para abrazar a los demás.

Adoptada Por Youtubers. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora