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Unos días después dieron de alta a Oliver, todo este tiempo no hemos encontrado alguna noticia sobre Kelly, supongo había cambiado de preparatoria.

—Echaré de menos el yeso que tenías en tu brazo— dije acariciando su brazo libre y sano.

—Igual yo, fuiste la única que escribió en el— soltó una risa.

—Lo hice con cariño, aunque también estaba aburrida— reí con él.

—Aprecio eso, gracias por cuidar de mi estos días, mi madre igual estaría muy agradecida contigo— sonrió al verme.

—Encantada de venir a cuidarte— dije.

—¿Quieres jugar un poco?— dijo levantándose de la cama.

—Buena idea, hay que matar el aburrimiento— reí.


—Que lástima, has muerto...— dijo Oliver para luego reír.

—¡Tenía muchas cosas valiosas!— grite aguantando mis ganas de tirar el mando.

—Iba detrás de tí, ahora veo tus pertenencias— dijo Oliver acercando su skin hasta el lugar de mi muerte.

—No vayas a robar, ponte a pensar que yo no lo haría si estuviera en tu lugar— advertí.

—No te preocupes, puedes teletransportarte hasta donde estoy yo, ya sabes cual es la coordenada.

—¡Te ví, me has robado!— grité entre risas.

—¡Estas loca! No me he movido— gritó frustrado.

—Mentiroso.

—¿Qué te he robado?

—Mi corazón— dije y reí aún más.

—Aja ja que graciosa...— me observó.

Mi gesto cambió lo que hizo incomodar a Oliver, estaba evitando reír al ver su reacción tan repentina.

—Oliver...¿puedo pasar?— habló la madre de Oliver al otro lado de la puerta.

—Puedes pasar mamá— dijo Oliver aún más incómodo, estaba un poco sonrojado.

—¿Te sientes bien? Estas rojo de las mejillas— habló la madre de Oliver en un tono preocupante.

Sonreí para no reír a carcajadas.

—Si mamá, estoy muy bien— Oliver le mostró una sonrisa tranquila a su madre, para que esta no sospechara.

—Esta bien, somos venía a preguntar si se les abrió el apetito, para pedir una pizza— dijo la mujer, muy amablemente.

—Por mi está bien, ¿tienes hambre?— preguntó Oliver al mirarme.

—Si no sería mucha molestia, por mi esta bien— sonreí amablemente.

—Bien, vuelvo un poco más tarde, sigan divirtiéndose— la mujer observó muy orgullosa a su hijo, le brillaban los ojitos.


Ya era muy tarde, comenzó a llover de la nada, las gotas eran fuertes y hacían el ambiente muy tranquilo.

—¡Maldita sea!— grité al escuchar un gran trueno y junto a este un relámpago se dio a ver en el cielo.

—Tranquila— dijo Oliver tomando asiento a un lado mío, abrazandome —¿no crees que ya es tarde?— preguntó preocupado.

—Guillermo no me contesta, estoy preocupada— dije observando la pantalla desbloqueada de mi celular.

—¿No hay alguien más quien pueda venir por tí?— preguntó.

—Ninguno me contesta— lancé mi celular a un lado y seguí mirando por la ventana.


—Me iré sola, la lluvia ha parado— dije al levantarme.

—No dejaré que te vayas sola y menos tan noche, piensa, te puede suceder algo y acá la culpa sería mía y de mi madre por dejarte irte sola— dijo tomando de mi muñeca.

—¿Entonces que haré? Tú mamá no sabe conducir, no pueden llevarme— dije alterada.

—Esperame un momento— soltó mi muñeca y salió a no sé donde.

—Mi madre dejó que te quedarás esta noche— regresó y al darme la noticia me incomode.

—¿De verdad?— pregunté insegura, mis mejillas ardían.

—Si, puedes dormir en mi cama y yo en un pequeño colchón que tengo bajo mi cama, tú no te proecupes— sonrió muy amablemente, al parecer a Oliver le agradaba más la idea y no le incomodaba para nada.

Adoptada Por Youtubers. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora