Capitulo 25

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De repente sentí sus labios sobre los míos, fue la mejor forma de callarme.

Sus labios estaban tibios y húmedos; perfectos.

TN: -¿Que intentas?

Fede: -Nada que tú no quieras.

Siguió besándome hasta hacerme rodar y quedar sobre él, acarició mi espalda hasta llegar debajo de mi camisa, el toque de las yemas de sus dedos hizo estremecerme.

Fede: -¿Estás bien?

TN: -Tengo frío.

Fede se inclinó y encendió un aparato, era un calentador portátil.

TN: -Gracias.

Fede: -Primera cosa educada que dices desde que te conozco.

TN: -Cállate.

Seguimos besándonos y acariciándonos, cada vez se iba disminuyendo el numero de ropa en nuestro cuerpo hasta que llegamos a deshacernos de toda ella. Fede se apartó ligeramente para mirarme a los ojos. En su mirada se notaba la pregunta si le permitiría hacer eso esta noche, le respondí volviendo a unir sus labios con los míos con mas pasión. Mi noche, nuestra noche había comenzado..

*Al otro dia*

Fede: -¡Eso no puede ser!

Doctor: -Esto no se equivoca, ella acaba de finalizar la etapa de fecundación.

TN: -¡No! ¡No no no! ¡Mil veces no!- me levante y salí corriendo hasta llegar afuera del lugar.

Fede: -¡___(TN)! ¡____(TN)!

TN: -¡Aléjate! No quiero mostrar mi fuerza bruta contigo.

Fede: -¡No seas inmadura! llendote no cambias nada, debemos hablar.

TN: -¡Sabes una cosa! Fue apenas anoche, iré a buscar cualquier cosa que me saque esto del vientre- dije desesperada.

Fede: -Ni se te ocurra, mátate tú pero no intentes nada.

TN: -¡¡Lárgate!!- dije a punto de llorar.

Fede: -Por favor, debemos hablar- se acercó a mí, no quería verlo, sólo escuchaba su voz en el silencio.

TN: -¡No quiero hablar contigo! Tú me hiciste esto.

Fede: -¿Lo hice sólo?- sentí su respiración en mi cuello.

TN: -¡Cómo no te protegiste!

Fede: -¿Qué? ¡Yo te dije que yo no caminaba con esas cosas! Tú eres la experta en eso y no pudiste...

TN: -¡Cállate! Quiero estar sola.

Fede: -No quiero que te hagas ni le hagas daño.

TN: -No lo haré.

Fede: -¿Me lo prometes?

TN: -Estoy enojada, pero nunca sería capaz de hacerle daño por mucho que lo desee.

Fede: -Ven- me abrazó.- Él recorría con sus manos mi espalda, hasta que escuchamos un ruido

TN:-¿Qué es eso?

Fede: -El camión de la basura ¡Corre!

Salimos corriendo del lugar hasta que regresamos a la limusina.

TN: -¿Dónde vamos?

Fede: -Regresaremos al apartamento, ya lo arreglaron. Cada vez que lo destruyas te mandaré a dormir al campo y te bañarás en el río.

TN: -Yo quiero bañarme como los gatitos.

Fede: -¿Cómo?

TN: -Así- le di unas cuantas lamidas en el cuello y me subí en sus piernas.

Niña Mal | Fede Vigevani y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora