Fede: -Siempre...a pesar de todo y todos- me abrazó.
TN: -¿Fede?
Fede: -¿Esperabas a alguien más?
TN: -¿Cómo me encontraste?
Fede: -El rastreador en tu teléfono.
TN: -¿Qué haces acá?
Fede: -Vos me ayudaste cuando yo había huido, creo que me toca a mí.
TN: -No tienes que hacer esto.
Fede: -____TN, Tal vez yo no te entienda por completo, ni seamos iguales. Y quizás por eso me gustas tanto, por que sos diferente. Todos pueden abandonarte y dejarte sola pero yo no soy de esos todos, tal vez vos ya no me queres o nunca me quisiste pero yo te amo, y me basta con saber que estas bien.
TN: -¡Ay, Fede! Jamás vuelvas a decir que no te quiero- me lancé sobre él a abrazarlo.
Fede: -Ven que te vas a resfriar- me tomó de la mano y me guió hasta una pequeña cueva que se hacía de la unión de dos rocas enormes, suficiente para protegernos de la lluvia.
TN: -Está muy oscuro.
Fede: -Saca tu super teléfono.
TN: -No te burles de mi teléfono.
Fede: -Mira- señaló unas ramas.
TN: -¿Qué tiene?- dije temblando del frío.
Fede: -¿Tienes frío, cierto?
TN: -Si.
Fede tomó las ramas y las unió, sacó un encendedor y prendió en fuego aquellas ramas
TN: -¿Quién trae un encendedor consigo además de un fumador?
Fede: -Alguien precavido- se sentó a la par mía.
TN: -Gracias- dije cabizbaja.
Fede: -Ni lo mencione, pero...-me miró.
TN: -¿Qué?
Fede: -Tienes la ropa mojada, así nunca se te quitará el frío.
TN: -Vos también la tenes mojada.
Fede: -Lo mejor es quitársela, así el calor llega más rápido al cuerpo.
TN: -No voy a desnudarme.
Fede: -Antes te pagaba para que no te quitaras la ropa, ahora no lo haces ni por vos misma.
TN: -Lo siento, me siento incómoda que me mires sin ropa.
Fede: -Esto es raro- me levanté- ¿Dónde vas?
TN: -Tengo una sabana en la cajuela de mi auto.
Fede: -No vas a salir en lo oscuro tú sola, espera aquí, yo la traeré- Salió y regresó a los segundos con la colcha- Está un poco húmeda.
TN: -No importa- la tomé.
Me quité la ropa y quedé en ropa interior, rodeé mi cuerpo con la colcha frente a la fogata para calentarme, me sentí mucho mejor. Fede se quitó la ropa y se acercó a la fogata pero noté que tenía los labios más rojos de lo común y temblaba un poco de frío.
TN: -Puedes acobijarte conmigo si queres.
Fede: -Gracias- se acercó y los dos nos arropamos con la colcha.
Sentí su manito fría tomando mi cintura.
TN: -¡Que haces!
Fede: -Es que tengo frío.
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Niña Mal | Fede Vigevani y Tu
FanfictionSINOPSIS: Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me me...