Niña Mal | Fede Vigevani y Tu

Capitulo 53

Fede: -Y yo Fede.

TN: -Se supone que es el chico el que invita a salir pero...Federico ¿Quieres salir conmigo esta noche?

Fede: -Claro, sería un placer.

TN: -No seré mala pero tampoco sueñes que seré aburrida.

Fede: -Me alivia escuchar eso- ambos nos miramos a los ojos y sonreímos, supe que había encontrado a la persona que complementaría todo mi mundo.

TN: -Wow ¿Con que ahora sabes de diversión?

Fede: -Hay algo que te quiero mostrar- se inclinó sobre mí.

 TN: -Muéstrame- lo reté.

Fede: -¿Recuerdas cuando nos conocimos y vos me tentabas?- yo sonreí y asentí- Mira- sacó un sirope de su bolsa.

TN: -¿Me quieres hacer diabetica? 

Fede: -Te quiero hacer mía- se abalanzó sobre mis labios y comenzó a devorarlos sin piedad, sentí como la piel de mi cuerpo se erizaba.

Fede deslizó mi camisa y se deshizo de ella, yo hice lo mismo con la suya, extrañaba su torso, su piel perfecta que moría por sentir. Fede bajó su rostro a mi cuello y lo besó intensamente, quitó lo que me restaba de ropa, yo hacía lo mismo con la suya.

Fede: -No sabes cuanto te necesité.

TN: -Muéstrame cuanto.

Fede: -Con gusto.

Fede bajó su rostro hasta mi pelvis y me daba lamidas constantes que me hacían estremecer y gemir de places, presionaba sus manos contra mis muslos y me aferraba a él. 

Fede: -¿Te gusta?

TN: -Si- dije en un gemido.

Fede: -No te escucho.

TN: -¡Sí!

Fede: -¿Quieres más?

TN: -Si- solté un grito de placer cuando continuó- Oh por Dios- gritaba sin censura

Fede se levantó me penetró con fuerza después de dar un ligero masaje entre mis piernas con su 'amigo'. Era incontrolable, no podía detener los quejidos de placer que escapaban de mi boca.

Fede: -Pídeme más.

TN: -¡Federico! ¡Te estás aprovechando!- reí.

Fede: -Hazlo o paro.

TN: -No no, no pares, continúa.

Fede: -Dime ¿Quién es mi niña mal?

TN: -Yo- decía en un gemido.

Fede: -¿A quién le gusta portarse mal?-solté una carcajada. 

TN: -¡A mí!- seguía con su vaivén.

Fede: -Dí que sólo yo te hago sentir esto.

TN: -Sólo tú me haces sentir tanto placer- me retorcía de placer.

Fede: -¿Quién manda?

TN: -Yo- se detuvo.

Fede: -¿Qué dijiste?- me miró serio, lancé una carcajada.

TN: -Sigue.

Fede: -No.

TN: -¿Qué? ¿Cómo que no?

Fede: -Hasta que digas quien manda.

TN: -Yo- sonreí malévola. Fede salió de mí- ¿Qué pasa?

Fede: -Di que yo mando.

TN: -No.

Fede: -Entonces se acabo esto.