Solo mía

Capitulo 6

Leire

Taylor se iba acercando, se dejó caer encima mío sin aplastarme. Me encantaba que me besara, besaba jodidamente bien. Me besó el cuello haciendo que me estremeciera y gimiera, pude ver una sonrisa picara en su cara. Nos quitábamos la ropa uno al otro, aunque más que quitarla se podría decir arrancarla, yo me quedé en bragas y sujetador y el en boxers, tenia un cuerpo perfecto y una perfecta sonrisa.

Empezó a besarme y fue bajando poco a poco, pasó sus manos por mis caderas y fue besándome poco a poco todo mi cuerpo. De repente oí mi móvil, pero lo ignoré, colgaron, y en menos de un minuto volvieron a llamar y así todo el rato, a la quinta llamada necesitaba contestar. Me intenté levantar pero el no me dejó.

- Taylor...

- No - Dijo besándome.

- Por favor, tiene que ser urgente - No obtuve respuesta, solo besos. Me encantaba que me besara pero tenia que contestar.

- Por favor... - Él se levantó y se apoyo en la pared enfadado. Me levanté y me acerqué a el.

- Te lo compensaré - Dije susurrándole al oído. El suspiró, le di un beso y bajé corriendo las escaleras descalza, en bragas y sujetador. Me acerqué a la mochila y saqué el móvil y vi que era Eric, me dio un vuelco al corazón, el nunca insistía tanto a no ser que fuera urgente. Contesté rápidamente.

- ¿Pasa algo? - Dije preocupada.

- ¿Donde estabas? ¿Por qué no contestabas? - Dijo gritando.

- Lo siento, ¿qué a pasado?

- Mamá... Mamá a sufrido un accidente de coche - Al oír esas palabras solo quería morirme.

- ¿¡¿Qué?!? - Dije gritando. Taylor bajó corriendo.

- Ven al hospital, corre - Dijo ahora hablando mas bajo. No me dejó contestar, me colgó. Lágrimas caían de mis ojos. Fui corriendo a abrazar a Taylor, el me pasaba la mano por el pelo intentando consolarme, aunque él siquiera sabía que me pasaba.

- ¿Puedes llevarme al hospital? - Dije secándome las lágrimas.

- Claro - Dijo dándome un beso. Subimos corriendo a vestirnos y fuimos al hospital. Al llegar al hospital fui corriendo a la sala de espera, necesitaba encontrar a Eric. Cuando le encontré me lancé a abrazarle. Los dos llorábamos, Eric no era de los que lloran, pero se preocupaba mucho por la familia. Mientras estábamos en la sala de espera Taylor me daba la mano. Eric me explicó que el accidente no fue culpa de mamá, sino de la otra persona que se había saltado un semáforo. Al cabo de un rato salió un médico preguntando por los familiares de Linda, mi madre. Eric y yo nos levantamos corriendo.

- ¿Qué tal está? - Dijo Eric preocupado.

- Lo que os voy a decir seguro que os alegra mucho - No había dicho nada pero Eric y yo ya sonreíamos.

- ¿Y bien? - Dije yo para que continuara.

- Pues, no hay lesiones graves, solo un pequeño esguince en la muñeca y la hemos escayolado la pierna, tuvo un problema con un hueso, pero no es grave. Tiene que estar como un mes o dos de reposo - Eric y yo nos abrazamos y lloramos, pero esta vez de alegría. Me acerqué a Taylor.

- Gracias - Dije mirándole a los ojos.

- No digas gracias.

- Pues lo siento.

- ¿Sientes el qué?

- Haberte hecho estar aquí y haberte dejado a medias - Esto ultimo se lo dije susurrando.

- No importa, solo quería ayudarte y... Me dijiste que me lo ibas a compensar, ¿o no? - Dijo sonriendo picaramente.

- Por supuesto - Dije dándole un beso.

*****

Taylor me dejó en casa, yo le dije que si quería pasar, estaríamos solos, pero me dijo que no. Yo iba a estar como 1 semana sola por que a mi madre la tenían que hacer unas pruebas más y Eric quería quedarse con ella, yo también quería, pero el hospital solo dejaba que se quedara una persona y Eric había insistido en que no quería que me perdiera las clases.

Con todo lo que había pasado ya eran las 22:00. Subí a ponerme el pijama y bajé, tenía hambre así que me hice un sandwich y me fui al salón a ver la tele, estuve haciendo zaping hasta que encontré algo que me llamó la atención. Eran las noticias, hablaban sobre unos hombres, eran los hombres que me habían perseguido, les estaban deteniendo.

Llamaron al timbre, me pareció extraño fui hacía la puerta y miré por la mirilla, eran un hombre de unos 25 años y detrás de él dos hombres gigantes, iban los tres con un traje negro.

- Sal preciosa, sabemos que estas ahí - Dijo el que parecía tener los 25 años sacando un arma. Me asusté y subí corriendo a mi habitación, me puse unos pitillos, una camiseta de tirantes blanca, unas vans negras y una chaqueta de cuero negra, y me puse el collar que me dio mi padre. Bajé y entré al baño. Tranqué la puerta. Los hombres estaban tirando la puerta de entrada así que abrí la ventana del baño y salí. Empecé a correr hasta llegar a una plaza, no había nadie, me senté en un banco y suspiré. ¿Qué narices estaba pasando?

Llamé a Taylor, le expliqué todo y le dije que me viniera a buscar.

Taylor

Me habían pasado muchas cosas con Leire, sentía algo por ella que nunca había sentido, además ella era diferente.

Estaba en mi habitación viendo la tele cuando me sonó el móvil, era ella.

*Llamada telefónica*

- ¿Pasa algo? - Dije preocupado ya que la había dejado en su casa no hace mucho.

- Sí, necesito que me vengas a buscar - ¡DIOS! ¿Qué la habría pasado?

- ¿Pero que pasa?

- Estaba en el salón y llamaron al timbre, fui a ver quien era, había tres hombres vestidos con un traje negro, no se que querían pero estaban intentando tirar la puerta, me pude escapar, pero seguro que me están buscando.

- Vale, ¿dónde estás? - Dije mientras me dirigía a mí moto.

- No me sé el nombre, pero es la que está cerca del instituto.

- Vale voy para allí .

*Fin de llamada telefónica*

Fui a la plaza lo más rápido que pude y recogí a Leire, la llevé a mi casa.

- Papá, ¿puede quedarse Leire unos días?

- Sí, pero, ¿por qué?

- Han ido a su casa, la querían secuestrar.

- Claro que se puede quedar, Taylor, cuando estés en clase no te separes de ella.

- Vale, ven Leire, te enseñaré tu habitación.

- Vale - Dijo ella sonriendo.

- Muchas gracias - Dijo antes de seguirme.