Una Oportunidad ❄ NaruSasu

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Hinata trataba de esconder su felicidad pero era inevitable, faltaban dieciséis minutos para su llegada y ya sentía su corazón latir dentro de su pecho. Miraba con atención la entrada de la academia e inevitablemente soltó un largo suspiro. Sakura sonrió un tanto confundida por la actitud de la pelinegra.

—¿Qué te trae tan contenta eh~? –codeo a una sonrojada Hinata y cruzó los brazos divertida.

—Y-yo... b-bueno –balbuceó, fijando su mirada en la entrada de la academia. Se veía emocionada a pesar de que trataba de esconderlo. —. Hoy viene mi novio y... no sé qué decirle... ah~ estoy tan nerviosa.

—Wow, no sabía que tenías novio picarona –movió las cejas de arriba hacia abajo y agarró una de sus manos brindándole confianza a Hinata. —. Cuando él llegue vas directo a abrazarlo y darle la bienvenida.

—¿Eso servirá? –junto ambos dedos índices y bajó la cabeza.

—Tal vez –dijo Sakura, encogiéndose de hombros. —. ¿Cuál su nombre?

—¿De quién?

—De tu novio, tonta –rodeo los ojos divertida por lo distraída que estaba Hinata.

—Oh... Naruto Uzumaki.

Sakura tardó un momento en procesar la información. Su boca se abrió inconscientemente y pestañeo varias veces sintiéndose aturdida. Hinata pasó su mano por el rostro de Sakura, al verla tan pálida y con la vista perdida se preocupó.

—¿Estas bien Sakura?

—¿Qué? ¡Si, es solo un pequeño mareo! –rio nerviosa. —, nada de qué preocuparse.

—¿De verdad? –preguntó desconfiada, no parecía estar del todo bien y le preocupaba haber dicho algo malo.

—¡Sí! etto... ¡pero mira qué hora es! –se excusó mirando su muñeca sin reloj, dando dos toques. —, ¡si no me apresuro Sasuke estará rodeado de arpías! Nos vemos más tarde Hinata.

Corrió todo lo que pudo intentando salir de aquel momento tan incómodo. Al estar a una distancia considerada se escondió detrás de un muro y respiro agitada. Sentía su estómago revuelto y los sentimientos a flote.

—Esto no puede estar pasando –murmuró sorprendida.

[ 🍥 ]

Hacía todo lo posible para concentrarse en clase, pero era algo meramente imposible. Los cuchicheos del salón y las palabras de Hinata atormentaban su cabeza. Fijó sus temblorosos ojos verdes en Sasuke, quien no tenía ni idea de lo que estaba a punto de suceder. Al sentir su mirada el pelinegro se giró y Sakura no pudo hacer nada más que sonreírle nerviosa. Ella sabía que Sasuke fue el más afectado tras la partida del Uzumaki, aunque él no lo demostrara de esa forma. Estiró los mechones de su corto cabello rosa y al levantar la vista para prestar atención, el timbre para tomar un descanso sonó escandalosamente. Guardó sus pertenencias con el cuerpo temblando y siguió a Sasuke como acostumbraba.

Hinata no se había aparecido en clase y muchas dudas se creaban en su mente. Inspeccionó la cafetería asegurándose de que Hinata no estuviera y corrió a comprar su almuerzo. Quería evitar que Sasuke viera a Naruto y a Hinata, presentía que si él los llegara a ver algo malo pasaría. Sasuke hizo su camino hasta su lugar preferido y ella lo acompañó. Ninguno decía palabra alguna y Sasuke podía notar lo tensa que se encontraba la pelirosa.

—Estas muy callada.

Sakura se sonrojo y llevo los palillos de madera con un trozo de pollo a su boca. Eso significaba que Sasuke si le prestaba atención, pensaba olvidando un poco de sus preocupaciones.

Silencio fue lo que reinó en esos diez minutos mientras comían. Todo estaba en completa paz y le gustaba el ambiente que se creaba alrededor del Uchiha. Se levantó con el plato en la mano y se dirigió al contenedor de basura dispuesta a tirarlo. Sacudió sus manos y al levantar la vista distinguió a Naruto y Hinata charlando y riendo. Su estómago dio un vuelco e instintivamente miró en dirección a Sasuke. Este mantenía los ojos cerrados y con los brazos detrás de su cabeza, descansando tranquilo debajo de la sombra del árbol.

Regresó su mirada a la pareja y sin que estos notaran su presencia –lo cual era un poco difícil ya que era la única chica con el pelo rosa en toda la academia– se escondió entre los arbustos y volvió al lugar donde descansaba el Uchiha. Abrió la boca dispuesta a advertirle a Sasuke que se retirara pero el timbre le ahorro el comentario. Cuando los ojos de Sasuke se posaron en ella sacudió su mano y ayudó a Sasuke a levantarse. Ignorando sus quejas lo arrastró de vuelta al salón y lo sentó en su sitio. No pudo replicar más ya que su maestro entró a clase pidiendo silencio.

A la hora de la salida todos los esfuerzos de la pelirosa se fueron por el acantilado. Sasuke había tomado su mochila y rápidamente salió del aula. Sakura fue detrás de él pero antes de poder impedirlo, Sasuke se había detenido y miraba la escena delante de sus ojos.

—Sasuke-kun –susurró Sakura, esperando lo peor en esos momentos.

En el árbol donde hace unas horas descansaban se veía al rubio levantar a Hinata del suelo y dar varias vueltas. Lo que más destrozó el corazón de Sasuke, fue cuando éste le dio un rápido beso en los labios a la oji-perla.