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Todo se había vuelto un caos. Hinata hace semanas que no le dirigía la palabra y al intentar hablar lo evitaba. Pensó que contarle a Sakura seria de ayuda, pero fue todo lo contrario.

"Chicas así no merecen ni que les ruegues Naruto, mejor piensa en otras cosas"

Era el consejo que le había dicho la pelirosa, noto un doble sentido en todas esas palabras, aun así no fue capaz de lograr que significaba todo aquello.

A su mente llegó Sasuke, algo extrañado por pensar en su mejor amigo sacudió la cabeza alejando esos pensamientos. La boca se le había secado de repente y se dirigió al lugar más cercano a comprar una bebida. A medio camino se detuvo frente a la casa de Hinata. Viendo la casa a oscuras decidió no molestar, ya que al padre de Hinata nunca le llego a agradar del todo.

Toda la tarde la pasó en pensativo, no fue hasta la madrugada que su mente dejó de torturarlo y enseguida se fue a dormir.



[ 🍥 ]




Su alrededor era un lugar sin fondo, parecía estar flotando en la oscuridad. No sentía presencia alguna, comenzó a desesperarse, removiendose e intentando abrir los ojos. De repente unas caricias en su mano lo hicieron esbozar una tonta sonrisa, logrando tranquilizarlo. Algo en su pecho se removió, volvió a sentir esa calidez que hace días se había perdido. Sus ojos luchaban por abrirse y observar lo que fuera que estuviera ahí. Parecía que estaba inmovilizado o hechizado, las órdenes que su cerebro mandaban a su cuerpo no cedían.

Sintió unos labios chocar con los suyos, moviéndose con parsimonia, deseoso por corresponder a aquel beso utilizó todas sus fuerzas para librarse de aquello que lo aprisionaba.

"Espero entiendas lo que estoy por hacer"

La voz se oía tan lejana, con suerte alcanzó a mover unos de sus dedos, hasta sentir libre su brazo y arriesgándose para tocar la fina mano que dejaba delicadas caricias en su cabeza.

"¿Podrá Naruto amarme como yo lo hago?"

Sí. En automático su mente respondió a la pregunta, no estaba seguro de quién era la persona que hablaba tan tranquilamente. Pero algo en su ser decía que todo estaría bien.

"Abre los ojos, dobe"

Dobe, dobe, dobe.

Sasuke.

Sus ojos se entreabrieron buscando al azabache con desespero. Una perfecta sonrisa adornaba el pálido rostro del Uchiha, su corazón palpitó con fuerza y algo parecido a una sonrisa salió de sus labios. Estiró la mano para tocar su rostro pero este se esfumó, dejándolo con la mano alzada.

—Sasuke.

¿Qué tan jodido estaba para imaginar todo esto?


Una Oportunidad ❄ NaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora