Entró a su habitación completamente fastidiado, lanzó a Naruto hacia el colchón de su cama. El rubio seguía sumergido en su sueño, sin inmutarse de su alrededor, murmurando cosas inentendibles y sonriendo bobamente una que otra vez. Maldijo entre dientes a su buena suerte.
Estuvo divagando un poco por sus redes sociales, después de un rato el ardor en sus ojos no le dejó continuar. Tuvo que alejarse y apagar su laptop mientras se frotaba las sienes. Los ronquidos de Naruto llenaban toda la habitación. Sasuke tenía el sueño ligero y no podría dormir si alguien a su lado hacía demasiado ruido, y más si ese ruido parecía como si alguien se estuviera ahogando.
Tenía varias opciones:
Uno. Ir y dormir en la sala y al amanecer su familia le cuestionara por qué durmió ahí.
Dos. No dormir, salir a tomar aire al patio trasero y relajarse aunque sus ojos pidieran ser cerrados.
Tres. Dormir junto a la moto humana que tiene enfrente.
Tomó un aura pensativa. Su mente pensaba de manera fugaz a altas horas de noche, y no quería llenarse la cabeza con ideas. Se levantó decidido, tomaría dos de las opciones, la dos y por último la tres, la cual no le desagrada del todo si no fuera por el ruido que Naruto emitía al dormir. Llevó una sábana consigo y sin hacer ruido salió de la habitación, caminando por los pasillos oscuros. No se arriesgaría a prender la luz, se ayudó con la luz de la linterna de su celular. Y a pasos rápidos y silenciosos, abrió la puerta corrediza que guiaba al exterior y disfruto de la bella noche.
Se dejó caer en el pasto, abrigado con la suave sábana. La brisa acariciaba su rostro, moviendo ligeramente algunos de sus mechones azabaches. Su expresión fue decayendo, las tormentosas dudas carcomiendo su consciencia. Tenía a la persona que amaba a unos cuantos metros y él estaba allí, volviéndose melancólico. Pensó en que habría pasado si desde un principio se hubiera confesado, ¿Naruto lo aceptaría?, ¿se hubiera alejado de él?
Pensó y pensó. Hasta que tuvo ganas de desconectarse de todo y vivir sin ninguna preocupación, alejar todo pensamiento que estuviera relacionado con un lío amoroso. Y una última pregunta llegó a su mente.
¿Seguir luchando contra el dolor o simplemente rendirse?
[ 🍥 ]
El silencio desapareció tras el bostezo que dio Naruto al despertar. Sin notar aun a la persona que dormitaba tranquilo a su derecha.
Intento estirar ambos brazos, siendo detenido antes de completar la acción. Abrió los ojos, sorprendiendose ante lo que su visión le mostraba. Sasuke estaba aferrado a su cuerpo, siendo la agradable razón de el por qué no podía moverse con libertad. El rostro del Uchiha descansaba sobre su pecho, su expresión habitualmente gruñona fue reemplazada por un gesto sereno, lleno de plena tranquilidad.
Un impulso lo obligó a apretar sus manos en un puño, si no se detenía, acabaría haciendo alguna tontería que podría arruinar el momento.
Unas manos acariciaron sus brazos, sintiendo la calidez, la ternura y el afecto en esos simples roces, que no tardó en formar una boba sonrisa en el rostro del rubio. Sasuke se acurrucó más al pecho de Naruto, asimilando su comportamiento como el de un felino.
Una llamada los sacó de su ensoñación. Sasuke maldijo en sus pensamientos, el momento había durado apenas unos minutos. En cambio Naruto dudo en contestar, por alguna razón no quería alejarse del cuerpo que lo abrazaba firmemente. Luego de dos llamadas más el ruido cesó.
Con tranquilidad, las caricias volvieron. Entrecerró los ojos, besando castamente la cabellera del azabache.
[ 🍥 ]
—Nee~ Sasuke –se sentó frente a él con su bandeja en las manos. —, en la mañana me dejaste solito –formó un dulce puchero. Sasuke alejo las ganas de tomarlo de las mejillas y besarlo ahí mismo.
—Tenía que venir a la academia –contestó, dando una mordida a su manzana.
—Al menos me hubieras despertado.
Sonrieron, comenzaban a volver a los viejos tiempos. Charlaron en todo el tiempo del descanso. Mas Naruto que Sasuke, este solo asentía a las tonterías que contaba el rubio.
Sakura se quedó observando a lo lejos como ambos chicos recuperaban la confianza, sonrió sin mostrar los dientes. Y regresó la vista a Ino, quien seguía quejándose del almuerzo poco nutritivo de la cafetería.
Las horas en la academia finalizaron. Naruto y Sasuke acordaron en quedar en dos horas en una cafetería que visitaban junto a Sakura cuando eran más pequeños. Naruto torció la boca ante la idea, él quería descargar su alegría en algún juego mecánico, o algo similar que implique adrenalina.
De todos modos, aceptó ir con Sasuke.
Al llegar a su casa se encaminó a su habitación, con un ramen instantáneo, debido a sus nulos conocimientos culinarios. Terminó su comida en menos de cinco minutos y se acercó a su clóset, mirando la ropa que este guardaba.
—¡Naruto! ¡Despierta! –Kushina golpeó la puerta de la habitación del rubio.
—¡Estoy despierto! –gritó, sin dejar de observar los zapatos frente a él.
—Qué bueno. Hinata te está esperando en la sala.
Entró a la habitación, Kushina vio el desorden y suspiró.
—Dile que ya bajo...
—Bien –tomó el pomo de la puerta y antes de que saliera, Naruto la detuvo.
—Mamá... ¿me ayudarías? –señaló los zapatos y miró a su madre.
—Los negros, Naruto –dijo, luego de observar por un buen rato.
—¡Gracias!
Kushina salió de ahí sonriente. Le encantaba ver a su hijo irradiar felicidad, pensando que esta era provocada por la pelinegra que esperaba pacientemente en la sala.
—Hola amor –saludó con un beso a la azabache en su mejilla sonrojada.
—Hola Naruto-kun.
Se despidieron de Kushina y Minato. Caminaron por la vereda tomados de las manos, ambos sonriendo por diferentes motivos. No podía negar que estaba muy emocionado. Aún tenía tiempo para su salida con Sasuke. Hinata no pasó por alto la emoción en el rostro de su novio y sonriente no dudo en preguntar.
—¿Qué sucede, Naruto-kun?
—Por fin estaré con Sasuke y hablar tranquilamente con él después de tres largos años.
—Pero ya has pasado tiempo con él –murmuró un tanto recelosa.
—Si... Pero esta vez será diferente.
Hinata notó cierto brillo en los ojos de su novio. Algo dentro de ella se retorció, sin decir ninguna palabra asintió. No mostraría su malestar frente a Naruto, aseguró el agarre de sus manos entrelazadas, anhelando algo de confianza en esos momentos.
—Ya es hora de que me marche –avisó, luego de comprobar la hora en su teléfono celular. —. Nos vemos luego, Hinata-chan –besó sus labios y le sonrió con ternura.
Dejo que Naruto siguiera su camino, notando cada vez más lejana su silueta. Hinata cerró las palmas de sus manos en un puño, las venas se formaron alrededor de sus ojos, mostrando un profundo malestar, pero en ningún momento se esforzó por detenerlo.
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Una Oportunidad ❄ NaruSasu
FanfictionMas allá de su seria mirada, se ocultan una infinidad de sentimientos. ✎ ‧₊ - - - - - - - ₊˚ ˊ˗ [Universo Alterno] • obra publicada: 14/05/16 • obra finalizada: 17/10/17 +no se aceptan copias y/o adaptaciones. sorry bro ©sesshomoney