Una Oportunidad ❄ NaruSasu

22

Hinata observó con atención la foto entre sus manos. El odio nubló sus sentidos, rompió la foto en mil pedazos, tiró al cesto de basura los restos. Sollozando e hipando dentro de su habitación, por el estrés que comenzaba a atacarla. Se dirigió al baño rápidamente, vomitando el almuerzo que con esfuerzo había preparado.

Las arcadas se detuvieron luego de un rato. Sus ojos hinchados y llorosos reflejados en el espejo. Con torpeza acarició su abdomen, bajando la cabeza y volviendo a romper en llanto.

La mataría, estaba segura de que la haría sufrir cada segundo de su vida.

[ 🍥 ]

Entre lamentos Naruto volvió con su familia a casa. Los días en la playa pasaron demasiado rápido para su gusto. Sus padres se marcharon directo a dormir por el cansado viaje. Él aún tenía energía de sobra, tomó su chaqueta y llamó a Shikamaru para pasar un rato con él y Chouji.

Antes de que tomara las llaves. El timbre resonó por la sala. Sacudió sus cabellos y abrió la puerta, se sorprendió al ver a su novia de brazos cruzados.

—Hinata...

Su boca se cerró al verla entrar como si fuera su propia casa. Confundido cerró la puerta y se dirigió a la sala. Hinata se abrazaba a sí misma con la cabeza baja. Se acercó a ella atrayéndola a su pecho, dejando suaves caricias en los pálidos hombros.

—Debes alejarte de él –comenzó a hablar en tono apenas audible.

Naruto levantó su rostro, pegando sus labios y moviéndolos lentamente. El acto logró tranquilizar un poco a la pelinegra. Pero esta una vez se separaron volvió a hablar.

—Quiero que te alejes de él Naruto-kun.

—¿De qué hablas Hinata-chan? –preguntó aparentando tranquilidad, cuando la realidad era que estaba muy confundido con el comportamiento de la Hyuga.

—Intenta separarnos... ¿qué no ves? –chilló, luciendo realmente desesperada por algo que él aún no comprendía. —. ¡Pasas más tiempo con él que conmigo!

—No entiendo nada. ¿Quién es? ¿quién quiere separarnos? –la tomó de los hombros con delicadeza.

—Sasuke...

—¿Sasuke? ¿qué tiene que ver él en esto?

No contestó, la mirada de Hinata estaba fija en algo a sus espaldas. Giró medio cuerpo mirando lo que fuera que tuviera tan desconcentrada a su novia.

—Uhmp, al parecer llegue en mal momento –habló tranquilo el Uchiha. Reteniendo una carcajada por la dramática escena de la Hyuga.

—¿Qué haces aquí, teme?

—Sakura me comento de una fiesta en la casa de Chouji, pensé que podríamos ir juntos.

Hinata miraba en silencio la plática de los mejores amigos. Un frío recorrió su espalda al sentir la pesada mirada de Sasuke sobre ella. Paso saliva y a pasos torpes se levantó del suelo.

—S-será mejor que yo me vaya.

—¿Eh? –se giró hacia su novia y agitó las manos negando su huida. —. No, no. Tú me dirás que te tiene tan asustada –la señaló serio. —. Lo siento, pero creo que será en otra ocasión –esta vez se dirigió hacia Sasuke.

—Entiendo. Nos vemos luego.

El Uchiha se marchó y un suspiro salió de los labios de Hinata. Volvió a retomar asiento en el sillón y agarró la mano de Hinata, sintiendo lo helada que esta estaba.

—Creo que debería irme Naruto-kun. Está anocheciendo y mis papás podrían preocuparse.

—No me lo dirás... ¿cierto? –Hinata negó. —, esperare lo necesario hasta que te sientas tranquila. Por el momento todo estará bien.

Besó su coronilla y sonrió comprensivo. El rubor coloreó las mejillas de la pelinegra, levantó la mirada y miró el rostro tan hermoso del rubio. Unió con cuidado sus labios junto a los de Naruto, necesitando aquel contacto que le fue negado por varios días.

—Nos vemos luego amor –junto sus dedos avergonzada.

Naruto sonrió y la acompañó a la puerta, besándola a modo de despedida.

—Cuídate, Hinata-chan.

[ 🍥 ]

Con cuidado miró a ambos lados, asegurándose de que ningún auto pasara, se acercó a la ruidosa residencia. Las luces salían por las ventanas y la música retumbaba a pesar de estar alejada. Un viento sacudió sus largos cabellos negros y sin temor se acercó a aquella casa. Rodeo con cuidado de no pisar alguno de los cuerpos semi-inconscientes y paso por el umbral de la puerta. Buscó entre el cúmulo de gente, hasta que encontró su objetivo, riendo y bebiendo en compañía de otros.

A paso decidido se acercó a la barra. Y sin que esta la viera la tomó del brazo arrastrándola a un lugar con menos personas. El forcejeo no se hizo esperar pero la tenía firmemente asegurada.

—¡Oye! ¡suéltame!

—¡Cállate, maldita perra! –gritó furiosa. Sakura se sorprendió al escuchar esas palabras salir de la boca de Hinata, parecía que de repente la timidez que la caracterizaba se había esfumado.

Sin cuidado lanzó a la pelirosa al suelo y le golpeó el estómago. Sakura se quejó por el fuerte golpe y alcanzó a detener el próximo golpe que iba dirigido a su rostro.

—¡Hinata detente!

Sakura tiró al suelo a Hinata y la inmovilizó, forcejearon, Sakura al estar bajo los efectos del alcohol ocasionó que Hinata ganará la pelea.

—¡¿Fuiste tú, cierto?! –cuestionó, mirándola furiosa.

—No sé de qué hablas –frunció el entrecejo la pelirosa.

—¡La foto! ¡tú enviaste esa porquería!

Sakura pareció recordar, se rió con tanta intensidad que no le importo el golpe que Hinata le dio al ver que esta seguía riendo. Meneó la cabeza de un lado a otro con una expresión divertida.

—¿Y que si lo hice? ¿te pondrás a llorar?

—¿Por qué lo hiciste? –apretó el cuello de Sakura, las venas en sus ojos se podían apreciar bien. Pero aun así eso no intimidó a Sakura.

—Solo doy una ayudita –sonrió hipócrita. —. Estoy segura que Kiba se pondrá feliz de que ya no lo escondes en las sombras, lejos de la vista de Naruto –fingió pensar, pero de nuevo comenzó a reír.

Hinata dio un último golpe dejando a Sakura adolorida, podría derribarla en cuestión de segundos, pero el alcohol debilita su monstruosa fuerza, y Hinata no dudo en aprovechar aquello.

—Más te vale que pares con tu ayudita. Si no, lo lamentarás.

Limpió el sudor de su frente y aparentando tranquilidad huyó antes de que Ino o algún amigo de Sakura notara que esta no estuviera presente. Entre las calles oscuras de dirigió a su hogar, sin importarle ni un poco el peligro que corría al caminar por esos lugares.