Una Oportunidad ❄ NaruSasu

27

—¿Cómo te fue?

Naruto dejó de beber de su jugo y observo seriamente a Sakura, quien esperaba una respuesta a su duda.

—Bien... creo. Lo tomó con calma y después nos separamos.

—¿De verdad? –volvió a cuestionar cada vez más impresionada.

—También me pareció extraño, pero salió mejor de lo que esperaba.

—No lo sé... siento que a su rompimiento le faltó algo de platos y vasos rotos por el suelo, y una cachetada a tu mejilla.

Se cubrió su mejilla imaginando el golpe que pudo haber obtenido.

—Tú solo quieres verme sufrir –afirmó. Sakura se limitó a sonreír, confirmando la sospecha del rubio.

—Naruto... –llamó su atención. —, ahora que eres oficialmente soltero, ¿qué harás con Sasuke?

Dentro su cabeza imaginó los posibles escenarios junto a Sasuke para declarar su amor –que ahora– era posible.

—Para eso –posó ambos codos en la mesa y acunó su rostro entre sus manos. —, necesito tu ayuda.

Sakura sonrió convencida, emocionada de que Naruto tuviera la confianza de pedirle algo tan importante para él.

—Bien, tu dime las ideas que tengas y yo te ayudare a llevarlas a cabo.

Sonriendo cómplices, Naruto comenzó a planear y Sakura mejorar o descartar algunas cosas que no eran necesarias. Al conocer perfectamente a Sasuke les ayudaba demasiado elaborar su plan.

—Siento que los días pasan extremadamente rápidos –comentó mirando la hora en su celular.

—Tienes razón –ambos seguían en la misma cafetería desde hace dos horas y la luz de las calles iba siendo reemplazada por la oscuridad.

—Naruto... –dudo si contarle, en su interior se debatía si sería buena idea decirle o simplemente marcharse. Aunque Hinata ya no fuera novia del rubio, no sabía cómo lo tomaría.

—¿Pasa algo Sakura-chan?

La culpabilidad de borrar esa sonrisa cayó en sus hombros, sacudió su cabeza de un lado a otro negando y forzó una sonrisa. Debería dejar que el tiempo se ocupe de llevarse los problemas.

—Te deseo mucha suerte con Sasuke, Naruto –atrajo en un abrazo el cuerpo del rubio y reposó la cabeza en su pecho. —. Los veo y recuerdo cuando ustedes tenían una rara amistad y peleaban por cualquier cosa –relató sin darse cuenta de que una lágrima corría por su mejilla. —, me alegra que por fin ustedes dos vayan a estar juntos, Naruto.

Acariciaba con parsimonia la pequeña espalda de la chica. Besó dulcemente su coronilla y lentamente el abrazo fue desapareciendo.

—Me alegro de que seas mi amiga, Sakura-chan.

La aludida sintió como su corazón se comprimía y dejo salir las lágrimas acumuladas en sus ojos. Respirando pausadamente y limpiando sus mejillas.

—Lo siento por ser tan dura contigo cuando éramos niños –se lamentó.

—Nah, creo que algunos golpes si me los merecía –sonrió restándole importancia.

—Debo irme, mamá estará loca si no llego a cenar –rodó los ojos y tomó su bolso dispuesta a irse.

—Nos vemos luego Sakura.

[ 🍥 ]

Un mensaje iluminó la oscuridad de su cuarto y el brillo intenso encandiló sus ojos. Refregó sus ojos acostumbrándose a la luz de la pantalla y bajo el brillo, felicitándose –sarcásticamente– por su gran descuido.

❝Te necesito en diez minutos en el bosque que está cerca del parque. No tardes, lindo ^^❞.

- Dobe

Refunfuñando salió de su zona de confort y cambió su cálida pijama por unos pantalones y una camisa del mismo color, negro. Despeinó sus cabellos y con sigilo salió de su habitación y caminó a la planta baja, casi caminando de puntillas para no ser descubierto por alguien de su familia.

Soltó el aire contenido cuando logró salir de su hogar sin ningún inconveniente y respiro hondo el fresco aire de la noche. Se preguntó si sería necesaria una chaqueta pero no correría el riesgo de volver y encontrarse con sus padres o Itachi.

A paso tranquilo vagó por las iluminadas calles poco transitadas y se dirigió al lugar de encuentro. Suspiró al estar frente a frente con los frondosos pinos y se acercó a la valla. Pasándola de un salto y en un tronco una hoja de papel reposaba pegada a un clavo para que el aire no se la llevara.

❝Deja que ellas te guíen❞. Decía la nota.

Confundido buscó a su alrededor, percatandose de unas pequeñas pisadas junto a unos pétalos de rosa. Con la luz de la luna se guió y llegó a un pequeño prado. Contempló asombrado las diversas flores que lo rodeaban y hundido entre ellas se encontraba Naruto, mirando al espacio exterior con un brillo en sus ojos.

Hermoso. Fue lo primero que pensó al verlo por primera vez en lo que va del día. Sigiloso tomó asiento junto a Naruto, algo conmocionado por el escenario en el que estaban involucrados.

Naruto viendo las estrellas y Sasuke la Luna.

Un apretón en su mano lo hizo sonrojar y sonreír en dirección al rubio. La belleza de los orbes negros con una pizca de esperanza en sus ojos. Por fin tenía el lujo de apreciarlos y deleitarse con aquel sentimiento que empezó a emerger de su interior.

La nariz respingona iluminada por la luz de la Luna. Resaltando imperfecciones tan perfectas para sus ojos. Tal vez era el amor el que lo volvía estúpido, igual, no le importaba volverse estúpido si de Sasuke se trataba.

Y tal fue su perdición en un abismo oscuro, cuando la sonrisa floreció en su rostro, mostrando sus perlados dientes solo para él.

La caída al nuevo sentimiento, había valido la pena.

Las palabras sobraban. Sus ojos mostraban todo lo que querían decirse el uno al otro. Naruto deseoso por probar los fríos labios de Sasuke, se acercó lo suficiente para que sus aceleradas respiraciones se volvieran una, al igual que sus bocas formando un vínculo que ninguno quería romper.

Sus sentimientos volviéndose vulnerables con cada roce de sus labios, tan adictivos que ni por falta de aire querían separarse. Sonrisas llenaron el ambiente, caricias trazando figuras amorfas en sus pieles, el destello del amor que transmitían las galaxias infinitas en sus ojos.

Si se llegaba tan alto, el golpe a la realidad iba a ser realmente duro.