La hija de Tony Stark II

Capítulo 20

*Narra Amy*

Jamás pensé que llegaría a odiar tanto a los reporteros, pero si, los odio.

No quería separarme de Peter, temía perderlo de nuevo, ahora estaba conmigo. Besandome.

- Tienes que irte - dije separandome unos milímetros de sus labios, podía notar los flashes de las cámaras del Daily Buggle (como sea que se escriba) - Prometeme que regresaras - dije volviendolo a besar

- Te lo prometo - dijo juntando nuestras frentes

- Hazlo enserio - dije aún entre sollozos

- Enserio - dijo separandose. Miro el suelo inmediatamente y se puso la mascara mirando el suelo para que ninguna cámara lo captara. - La vez pasada no prometí que volvería y aqui estoy por que te amo - dijo levantandose de la calle - Esta vez te lo estoy prometiendo, volveré.

Una sonrisa se formó en mis labios y el extendió su mano para ayudar a levantarme. 

- Ya no llores - dijo pasando sus dedos por mis mejillas humedas - Espero que te hallas deshaogado - sonrió y yo hize lo mismo.

Luego lanzó la telaraña a un edificio y se fue. Pensé que ese vació regresaría, pero no fue asi. Me sentía completa de nuevo.

- ¿Mejor? - preguntó Ava acercandose a mi, tenía una enorme sonrisa de felicidad

- Gracias - la abracé y me subí con ellos al Quinjet, resultó que SHIELD mandó otro Quinjet para llevarse a los 4 siniestros.

***

Cuando llegué a casa, ya no llevaba puesto el traje, el cual es muy similar al de Nat, pero con un toque de el de Wanda, a mi me gusta mucho. 

En cuanto las puertas del elevador se abrieron, mi papá me dio un gran abrazo, detrás de el estaba mamá con una gran sonrisa.

- ¿Nuestra Amy volvió? - preguntó mamá

- Si - sonreí.

Durante la cena, me contaron que vieron todo por telivision. Bueno solo el beso, lo de los golpes se los conté yo.

Esa noche dormí mejor que en cualquier otra noche. Todo había regresado a la normalidad, de alguna manera asi era. Aunque no de el todo.

Pero me sentía completa de nuevo, y eso era importante

- Confiaste en el ¿porque? - preguntó Pietro

- Solo lo hize - dije acostada en mi cama.

- No soy el malo del cuento, pero espero que no dejes pasar. Si es que vuelve, tienes que hablar con el  - dijo. Pensé lo que dijo con mucho detenimiento. Me destape las sabanas y me paré de golpe, Pietro me miró.

- Sabías donde estaba y lo que hacía ¿y jamas me lo dijiste? - le grité

- No me voy a meter en sus asuntos - dijo como si no le importara nada, de hecho ni me estaba viendo, se miraba las uñas. 

- ¿Hablaste con el? - pregunté enojada

- Algunas veces, si - contestó indiferente

- Tu... me  mentiste - dije - Dijiste que no podías ir con el si el no tenía una conexión conmigo. Me hiciste creer que el se fue. Pero tu - lo señalé con el dedo - Nos mantuviste separados

- No - dijo mirandome, se levanto del suelo - Ustedes se separaron porque quisieron y el no regreso porque quiso y tu no lo buscaste porque quisiste

- Mentira 

- Tu sabes que es la verdad no te engañes - dijo dandome la espalda

- Muerete - dije entre dientes. No podía hacerle muchas cosas, el resto de mi vida estaría conmigo.