Capitulo 93

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-Narra Lali-

Con la China estamos en el campo hace ya un día.

Siempre que salimos hacia el campo, apagamos los celulares y nos desconectamos del mundo.

Ni siquiera prendemos la radio.

El viaje se hace muy divertido, porque nos ponemos a jugar o a cantar.

Ahora mismo, estoy en el living de nuestra casa en el campo, que es bastante grande, aunque sólo seamos nosotras, y estoy prendiendo la chimenea.

Cuando terminé, me senté al frente del fuego, y me quedé admirándolo.

La China se quedo dormida en su cuarto.

Escuché un ruido y, me escondí.

Me asomé, y vi a un chico de 6 o 7 años.

Lali: ¿Quién sos?-Le pregunté y él, cuando me vio, saltó y se paralizó.-Tranquilo, no te voy a hacer nada.-Me agaché cerca de él, porque, aunque no lo crean, lo paso en altura.-

X: Soy Rulo.-Sonreí.-

Lali: ¿Ese es tu nombre real?-Lo pensó y negó.-

Rulo: Soy Bauti, pero me dicen Rulo.-Sonreí.-

Lali: Hola Rulo, soy Lali.-Extendí mi mano.-Soy una de las dueñas de la casa.-Agarró mi mano para saludarla y se quedó mirando nuestras manos juntas.-

Rulo: Yo no sabía que usted estaba acá.-Me reí.-

Lali: Trátame como una amiga.-Le dije y me acerqué un poco más, todavía arrodillada y agarrada de su mano.-¿Por qué entraste?-Dejó caer lágrimas.-No llores.-Me acerqué más y lo abracé.-

Rulo: No encuentro a mis papás.-Se me partió el alma.-

Lali: Bueno, entonces yo te ayudo. ¿Quiénes son tus papás?-Le pregunté ahora mirándolo y limpiando sus lágrimas.-

Rulo: Paula Recca y Juan Pedro Lanzani.-Abrí mis ojos con horror y di un paso atrás. Me caí por el sillón y abrí los ojos. Todo mi alrededor estaba roto y mis manos tenían sangre.-

Euge: La, tranquila.-La miré y tenía lastimada la palma de la mano. Miré mi mano y tiré al fuego el vidrio que sostenía.-Está todo bien.-Se quizo acercar, pero me alejé y me puse en posición fetal en la esquina del living.-

Lali: Aléjate, te puedo lastimar.-Le dije llorando.-

Euge: No, La. Esto no fue nada.-Se quiso acercar, pero la miré con miedo y frenó su paso.-

Lali: Te lastimé. No soy Lali. Soy un horror. Un monstruo.-Negó con su cabeza y, por más gestos que hice, se sentó al lado mío.-

Euge: La, los ataques son como tener dos personas en un mismo cuerpo. Vos sos Lali. Esta que está hablando conmigo, la otra va a desaparecer, pero dale tiempo.-Dejé caer más lágrimas.-No llores, hermanilla.-Me abrazó.-Ya no llores.-Me empezó a acariciar el pelo en consuelo.-

Lali: Te pude haber hecho más daño.-Negó con la cabeza.-

Euge: No, porque, cuando me hiciste sin querer este mini corte, me pediste perdón y estabas en medio de un ataque. No lo hiciste a propósito. Nada fue tu culpa.-La miré.-

Lali: ¿Por qué no me mandas al manicomio? Me estoy volviendo loca. Ya ni siquiera me doy cuenta cuando tengo un ataque.-Me abrazó con más fuerza.-

Euge: Porque nunca en mi vida, me perdonaría mandarte a un manicomio sin antes entrar yo. Si todavía no me metieron a mi, significa que vos estas cuerda.-Me reí.-

Lali: Gracias, Chi.-Me abrazó con más fuerza y me dejó un beso en la cabeza.-

Euge: Vamos a dormir.-Se levantó y me ayudó.-

Lali: Dejame curarte.-Me miró insegura.-Dejame hacerlo.-Bufó y asintió. Miré mi mano.-Y de paso, me curo a mí misma.-Me abrazó de lado mientras caminábamos.-

La noche pasó, y la China durmió conmigo por si las dudas.

Nada más pasó en esa noche, y, cuando nos despertamos, desayunamos, nos vestimos y fuimos con los caballos.

Lali: ¿Te duele?-Le pregunté a la China mientras preparaba a mi caballo, Will. Sé que no es usual, pero se lo puse porque es una caballo salvaje y, si mal no recuerdo, "wild" es salvaje, y "Will" es lo más cercano a esa palabra. Mi caballo es especial, porque soy la única persona que lo puede montar. No porque no quiera compartirlo, si no, porque él no se deja.-

Euge: Fue cómo un raspón, La.-La miré.-

Lali: No quiero que me mientas.-Se acercó y me abrazó.-

Euge: No te miento. No me duele enserio.-Bufé y ella volvió con su caballo, Ken. Le puso así, porque es como el caballo de Barbie, sólo que, como es macho, le puso Ken.-

Lali: ¿Vamos?-Asintió y, después de acariciar a Will y que él bajara su cabeza para que lo acariciara de forma simple, me subí.-

Euge: Hagamos largo, no quiero ir al bosque.-Asentí y pasamos la tarde entera en los caballos. Sin comer, sin nada. Sólo estábamos nosotras, nuestros caballos, nuestras risas y nuestros silencios.-

Lali: Va a oscurecer.-Le dije mirando el sol, ya que no tengo reloj.-

Euge: Entonces vayamos.-Así lo hicimos. Comimos y nos fuimos a dormir. Nos quedamos un último día, donde todo fue normal, y a la noche ya estaba yo manejando hacia nuestra casa.-

Ella se quedó dormida, y yo me quedé atenta en la autopista.

Con suerte no pasó nada raro en el viaje, y llegamos a salvo.

Si tuve la sensación de que alguien me seguía.

Desde hace semanas ya tengo esta sensación y me da inseguridad y miedo.

Llegamos al edifico y eran las 3:40 am.

La China dormía y yo me sentía nerviosa.

La desperté y me sentí un poco más relajada.

Con nuestras cosas, subimos hasta el departamento.

Abrí la puerta con mis llaves.

X: ¿¡QUIÉN ESTÁ AHÍ!?-Era Rochi y, la China y yo, apenas la escuchamos, nos re cagamos.-

Euge: ¡EL CHORRO! ¿TE LLEVO UN VASITO CON AGUA?-Me reí y Rochi apareció toda despeinada y con cara de cansancio. Prendió una luz ya que estábamos en la oscuridad.-

Rochi: ¿El chorro? ¿Me estás jodiendo?-Las dos nos reímos.-

Lali: Si era un chorro, ¿que se supone que iba a pasar? El chorro se iba a dar cuenta que había alguien despierto y vos podes cagar.-Me miró.-

Rochi: Pero yo me acerco y, con mi súper espada y mi patada de karate, lo mataba.-La China y yo nos reímos.-

Euge: ¿Espada?-Rochi asintió y, después de ir y volver toda dormida y de forma atropellada, apareció con una espada de juguete.-

Rochi: Mi espada.-Nos reímos.-

Lali: Estás muy dormida, Ro. Mejor anda a dormir.-Ella dejó caer la espada y asintió. Me vino a saludar, se cayó encima mío y pude oler alcohol.-¿Vos estas borracha?-Le pregunté un poco molesta.-

Rochi: ¡FUE CULPA DE MERY!-Gritó aturdiéndome.-

Mery: ¡YO NO FUI LOCA!-Dijo saltando de mi cuarto de la nada. Tenía una pelota de tenis en la mano.-

Lali: ¿Una pelota de tenis?-La miró y la dejó caer mientras levantaba sus manos.-

Mery: Yo no sé nada de la pelota. Yo nunca la vi, no soy cómplice, no fui al boliche, no nada. No me choqué con la vieja y le empecé a discutir mientras que Rochi me hacía música de fondo. Te juro que no fui.-Con la China la miramos incrédulos.-

Rochi: Bien, no se dieron cuenta de nada.-Le dijo riéndose mientras le "susurraba". Lo peor de todo, es que no lo decía sarcástica, lo decía enserio.-

Euge: ¿Por qué mierda hicieron todo eso?-Nos miraron y salieron corriendo al cuarto de Rochi.-

La CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora