Capitulo 118

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-Narra Lali-

Cuando Peter partió, los chicos me seguían abrazando.

Evelyn me limpiaba las lágrimas con un poco de torpeza, y Alex me decía cosas que me mataban de amor.

Alex: Mamá, ya no llores.-Me pidió en un susurro al oído.-

Lali: Los amo.-Los dos me miraron y Evelyn, con sus dedos en las comisuras de mis labios, me forzó una sonrisa que terminó siendo una sonrisa totalmente verdadera.-

Alex: Bien, Ev.-Me reí y los abracé a los dos con todas mis fuerzas.-

Evelyn: Mamá.-Dijo con su... su perfecta risita de beba teñida de inocencia que tanto amo.-

Lali: Vamos a comer pizza.-Asintieron y ya tranquilos de que no llorara, le prestaron atención a la película.-

Todo siempre se va a la mierda.

Todo, no importa si pasa un día, dos semanas, o un mes, no podemos ser felices.

Nunca.

Porque no importa quién es, o que le pasa, las lágrimas siempre llegan, siempre hacen opacos nuestros ojos y nos... ¡DIOS! ¡NOS HACEN LLORAR COMO LA PUTA MIERDA!

-Narra Rochi-

Estaba yendo a buscar a Cande para ir a buscar a Vico.

Suena raro, pero se les rompió el auto y yo era la única disponible.

Sentía una presión en el pecho antes de salir, por lo que me abrí con Gas diciéndole que siempre va a ser le amor de mi vida y, después de un beso, salí.

Casi choco, pero fue sin querer y ahora estaba todo bien.

Llegué y, después de ocho bocinazos, Cande salió corriendo.

Cande: Hola nena.-Me dejó un beso en el cachete.-

Rochi: Hola tero.-Se rió.-

Cande: Che...-El auto ya estaba en marcha.-... nunca te dije lo que me significabas.-La miré de reojo.-Sos una de mis hermanas, pero ya sabes... nunca me abro.-Me miró.-Te amo, ¿sabes? Te amo como amo a las chicas.-Sonreí.-

Rochi: Yo también te amo como amo a las chicas.-Me sonrió y agarró su celular.-

Cande: Las amo chicas.-Me reí mientras ella mandaba el audio a nuestro grupo.-

Rochi: ¡Yo también!-Agregué riendo antes de que se terminara la grabación.-

Las dos estábamos riendo y, sólo bastó un segundo para distraernos.

-Narra Cande-

Cuando escuché los bocinazos, salí corriendo de casa y me subí a su auto.

Sentía una presión espantosa en el pecho, lo que me hizo expresarme con todo mi corazón.

Cande:-Estábamos riendo, de un momento a otro, esa risa se apagó y...-¡CUIDADO!-... negro.-

-Narra Peter-

Simplemente no podía creer nada.

No podía ser cierto.

Nada de esto podía ser cierto, ¡mierda!

Euge: ¿Y Lali?-Me preguntó en un susurro medio ida.-

Peter: Está en casa.-Asintió mordiéndose el labio.-Todo va a...-Me interrumpió parándose bruscamente.-

Euge: ¡NO TE ATREVAS A DECIR ESA MALDITA FRASE ARMADA!-Me asusté ante el grito. Realmente lo hice.-¡Ni siquiera lo pienses!-Empezó a correr.-

Mery: Ya...-Me di vuelta a mirarla ya que me agarraba del brazo para que no la siguiera.-... está. Necesita aire.-Asentí y ella dejó caer lágrimas, a lo que reaccioné con un abrazo.-

Gas: Peter, es La.-Dijo totalmente ido. Agarré su celular.-

Lali: Cuida a los chicos. Tengo que ir. Por favor, tengo que ir. Déjame ir. Por favor.-Su voz se quebraba en cada palabra, pero ella seguía hablando.-

Peter: Ya voy para allá.-Corté la llamada y Vico llegó llorando justo cuando le iba a decir algo a Gas. Los dos se abrazaron.-Para lo que necesiten, estoy; saben que sé lo que se siente.-Me miraron y nos abrazamos entre los tres.-

Llegué a casa y Lali, después de besarme y despedirse de los chicos con un "los amo, cepíllense los dientes", salió corriendo al hospital.

Peter: ¿Quieren jugar?-Asintieron y, sonriente, empecé a jugar con ellos.-

-Narra Lali-

Al llegar al hospital, correr por los pasillos y ver a los chicos, me tiré en brazos de Gas y Vico.

Lali: Tienen que estar bien. No nos pueden dejar. No...-Me abrazaron con todas sus fuerza.-

Mery: La.-Me di vuelta y salté en sus brazos.-

Lali: Son nuestras hermanas, no nos pueden dejar. ¡Es injusto!-Exclamé llorando y Mery me abrazó con todas mis fuerzas.-

Empecé a sollozar escondiéndome en su cuello como mi Evelyn hace conmigo.

Euge: Lala.-Me di vuelta y nos miramos unos segundos a los ojos. Las dos soltábamos lágrimas.-

Lali: Chi.-Corrimos la una a la otra para abrazarnos con todas nuestras fuerzas.-

Euge: No quiero que nos dejen, La. No quiero.-Las dos sollozábamos con todas nuestras fuerzas.-

Lali: No nos pueden dejar.-Susurré temblando y ella hizo su agarré más fuerte.-

Escuchamos como las sillas se rompían y nos dimos vuelta viendo a Gas en descontrol.

Sus ojos totalmente llenos de lágrimas que corrían cuesta abajo.

Su pelo alborotado y sus puños cerrados golpeando todo lo que estaba a su alcance.

Vico trató de frenarlo, pero no pudo.

Me acerqué a él casi corriendo.

Lali: ¡Gas!-Exclamé agarrando su hombro y se dio vuelta pegándome con fuerza en la panza, sacándole así todo el aire. Caí al piso tratando de recuperar el aire.-

Vico: ¡Lali!-Se tiró a mi lado y me sentó en sus piernas tratando de ayudarme a conseguir aire.-

Gas: La... yo...-Su voz temblaba, sus ojos estaban llenos de culpa al igual que su voz.-... per...-Se tiró al piso.-¡Perdón!-Exclamó entre llantos, sollozos y culpa.-

Lali: Gas.-Corrió a mí y me abrazo con fuerza.-

Gas: Perdón.-Me pidió temblando y dejando caer miles de lágrimas.-Perdón. Perdón.-Me aferré a él llorando.-

La China se sentó a nuestro lado y Gas la sumó al abrazo.

Euge: No nos pueden dejar.-Susurró con miedo. El mismo que compartíamos todos.-

Lali: No...-Mi voz se quebró y Gas nos atrajo a su pecho. Las dos sollozábamos con dolor, y él, llorando y sollozando, nos abrazaba y consolaba contra su pecho, en el que su corazón latía con mucha fuerza.-

Gas: Nos lo prometieron, no nos pueden dejar.-Nos susurró y así quedamos, mientras Vico y Mery se abrazaban y lloraban juntos.-

El dolor.

El puto y espantoso dolor que es obligatorio sentir en la vida.

Ese dolor.

Ese mismo es el que siento en este momento.

Es el que me cierra la garganta y me hace querer morir.

Me saca las ganas de vivir.

Odio el dolor, porque me hace olvidar que en casa dos criaturas y el amor de mi vida me esperan.

Odio el dolor, porque me intenta sacar todo lo que tengo y cada lagrimas que haya en mi cuerpo.

Conclusión, el dolor es una puta mierda.

La CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora