Capitulo 143

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Agarré las llaves y vi que había un mapa. Uno más y con un papel en medio.

"Te prometo que este es el último viaje. Bueno, depende de qué sentido le des a la palabra viaje."

Fruncí mi ceño. ¿Por qué no solo me dice todo en español y no en clave?

Suspiré y, con Pato en mis piernas, manejé. Las calles las conocía, es más, Nico y Vico viven por acá. Se mudaron hace unos meses. Claro, con Cande y la China. Pero eso es solo detalle, porque no explica por qué estoy acá ahora. Frené en una calle. Había como una muralla de ladrillos alrededor de algo, y el mapa indicaba que era acá.

Fruncí todavía más el ceño, y salí del auto con Pato. Cuando iba a tocar timbre después de estar unos veinte minutos mirando alrededor sin entender qué hacer, el portón se abrió. Me metí confundido y miré. Había mucho verde en lo chico que era el jardín frontero de la casa en la que me estoy metiendo... ilegalmente.

Pato miró alrededor y después a mí. Habían algunas flores y tres arboles. Las ventanas estaban cubiertas por cortinas. La casa era blanca y grande pero no tan grande. Intermedia. Lo suficiente grande para una familia "grande" pero que tengan el espacio suficiente para estar cómodos sin excederse... ¿Se entendió? Creo que no expliqué muy bien. No importa ahora. Solo es importante que sepan que en la casa pueden entrar hasta sesenta personas y estar cómodos, o eso parece. No sé. Estoy realmente confundido. Y cuando estoy confundido, no puedo explicar nada. Porque mezclo todo...

Caminé por un cortó sendero hasta la puerta, y vi que esta estaba entreabierta. La terminé de abrir. El piso era de madera y habían algunos marcos colgados, pero no me tomé el tiempo de verlos.

Peter: ¿La? ¿Estás acá? ¿Me trajiste ilegalmente a una casa?-Escuché una risa y miré a mi alrededor.-¿Evelyn?-Salí al casi inmenso jardín, y alguien saltó encima de mi espalda. Me caí al piso y, cuando iba a darme vuelta y pegarle a la persona, reconocí sus brazos, sus manos y su anillo el cual nunca se sacaba.-Dios mío, Lali. Casi me da algo en el corazón.-Se rió.-

Lali: ¿Me acompañas? Quiero mostrarte algo.-Asentí y nos paramos. Me besó.-¿Te gustaron los regalos?-Asentí nuevamente sonriente y agarró mi mano.-

Peter: Sí, el mejor cumpleaños lejos.-Se rió.-¿Qué es tan gracioso?-Negó con la cabeza y me llevó hasta las escaleras.-

Lali: Quiero que subas, y ahí me digas que te pareció la sorpresa.-Asentí confundido.-

Subí lentamente las escaleras esperando llevarme un susto. Esperando encontrarme con todos los chicos metidos tan ilegalmente a esta casa, como yo y Lali. Esperando que mis hijos saltaran encima mío. Y que de la nada Pato subiera y se sumará al abrazo general.

Claro, todas mis expectativas estaban mal. Mal, no; muy mal. Porque cuando terminé de subir, sí me encontré con Alex y Evelyn, Pato sí subió las escaleras, los chicos no estaban, pero porque habían otros chicos. Otros siete chicos. Chicos y chicas.

Peter: No...-Mis lágrimas cayeron.-

Lali: Sorpresa.-La miré.-

-Narra Lali-

-Flashback-

Asistente social: Mariana, ella necesita un hogar, no un orfanato; pero la llevaron ya.-Maldije entredientes.-

Lali: La tengo que encontrar. Thiago la necesita.-Susurré frustrada.-

A.S: Puedo darte la dirección del orfanato, y el celular.-Asentí.-

Thiago: ¿Lali?-Me di vuelta y lo levanté con una sonrisa. Lo senté en mis piernas.-

Lali: ¿Qué pasa, Thiago?-Le pregunté y corrí algunos rulos que cruzaban por su frente.-

La CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora