La Caida

Capitulo 101

Mire a Lali mientras dejaba caer lágrimas.

Paula: Pero no llores.-La miré.-Todavía no murió.-Se rió.-

Peter: ¿Por qué haces esto Paula?-Se acercó a mí con la navaja en mano.-

Paula: ¿Por qué no?-Cerré mis ojos cuando sentí la navaja en mi cuello.-

Peter: ¿Por qué sí?-Me clavó levemente la navaja.-

Paula: No juegues, Peter. No con fuego, porque te vas a quemar vos, y ella.-Tragué con fuerza.-Así me gusta.-Me dijo cuando me quedé en silencio.-

Peter: ¿Qué queres?-Se rió y se puso enfrente mío.-

Paula: Estaba esperando a que preguntaras.-Con el filo de la navaja, recorrió parte de mi hombro.-Quiero que ella muera mirándote a los ojos y que sufra.-Abrí mis ojos con horror.-

Peter: No podes hacer eso.-Susurré y ella volvió a reír.-

Paula: Es verdad, no puedo hacerlo mientras que esté desmayada. Lo que pasa es que tuvo un ataque y me pegó, pero fue tema resuelto.-Tragué con fuerza.-

Peter: ¿Le tenes miedo?-Se rió.-

Paula: ¿Miedo?-Se acercó a mí con velocidad. Su respiración chocaba en mi cara.-Terror le tengo.-Fruncí mi ceño. Se escucharon unos ruidos y miramos para arriba. Lali se estaba moviendo con descontrol.-Está persona a la que amas, es un animal.-Lali empezó a sacudirse con más fuerza. Empezó a mover su boca hasta sacar la mordaza.-

Lali: ¡TE JURO QUE TE VOY A MATAR!-Salté ante el grito irreconocible de Lali. Estaba sacada, sus ojos estaban idos y ella no dejaba de moverse.-¡SOS UN MONSTRUO!-Paula apretó su mandíbula. Lali estaba fuera de si.-

Paula: ¡Y VOS SOS UN ANIMAL!-Lali gruñó con ferocidad y empezó a mover sus muñecas y su cuerpo entero.-

Lali: ¡VOY A SALIR OTRA VEZ DE ESTE AGARRE, Y TE VOY A METER A VOS!-Temblé.-

Peter: Lali.-Pareció no escucharme y siguió sacudiéndose.-¿Qué le hiciste?-Se rió.-

Paula: Yo nada más la traje acá, ella se volvió loca.-Me paré y los hombres me apuntaron con armas. El constante choque de cadenas de Lali, hacia un alboroto.-

Hombre 1: ¿La desmayo?-Paula se rió.-

Paula: No, que se lastime sola.-Tragué.-

Peter: Déjala ir.-Se rió y se acercó a mí. Lali seguía moviéndose con brusquedad.-

Paula: No, eso no va a pasar.-Cerré mis ojos y, en un rápido movimiento, sacando el arma que llevaba escondida, le disparé a uno de los hombres. El otro me disparó en el pie.-Peter, estuviste cerca.-Dejé caer lágrimas.-

Lali: ¡DÉJALO EN PAZ!-Los dos la miramos. Estaba llorando, sus ojos idos calvados en Paula, su muñeca sangraba, y seguía moviéndose.-

Paula: ¿Te diste cuenta que está acá? Vino a ver tu muerte.-Lali apretó sus dientes. Su cara estaba roja, ya que estaba de cabeza.-

Lali: Te amo Peter.-Me dijo mirándome. Fruncí mi ceño y ella empezó a moverse con más fuerza. Miró sus pies y notó que, la viga que sostenía la cadena, se estaba rompiendo, al igual que yo.-

Paula: ¿Qué mierda estás haciendo?-Le preguntó riéndose. Pedazos de madera, la cual era muy vieja, empezaron a caer.-

Hombre: Esta mina está loca.-Me pegó y salió corriendo.-

Paula: Te dije, Lali es un animal.-Un pedazo de madera cayó al lado del hombre que... maté.-

Peter: ¡LALI!-Lali se empezó a mover con más fuerza. Más madera caía.-

Paula: Bueno, Peter. ¿Vas a quedarte, o preferís que nos salvemos?-Fruncí mi ceño y me tiré encima de ella.-Cuidado con lo que haces, Peter.-Miré arriba mío.-Porque una distracción te puede matar.-Me pegó en la panza y salí de encima de ella. Cuando se levantó, un pedazo gigante de madera cayó encima de ella.-

Peter: ¡LALI!-Todo empezó a pasar en cámara lenta. Una de sus lágrimas voló en el aire y cayó en mi frente. Se movía de lado a lado, hasta que su cabeza golpeó con fuerza la cabina. Se quedó quieta y cerró sus ojos. Más maderas empezaron a caer.-Lali.-No hubo respuesta. La viga de madera empezó a caer, y con ella Lali. Abrí mis ojos con horror y salté hacia atrás.-

Caí y golpeé mi cabeza contra el piso en la caída.

Traté de levantarme, pero no pude y me desmayé.

Sentí algo mojado cerca mío, y empecé a reaccionar.

Abrí mis ojos y vi la madera.

Podía escuchar sirenas de policías, pero estaba solo acá abajo.

Miré hacia el lugar donde Paula había estado, pero ella ya no estaba ahí.

Me levanté y vi la viga, cristales y agua.

Mi desesperación empezó a crecer y mis lágrimas volvieron.

Me levanté y empecé a caminar con dolor, por causa de la bala que me pegaron en el pie.

Empecé a correr cuando vi su delicada mano en el piso.

Era lo único que se veía de ella, ya que la tapaban las maderas y cristales.

Agarré su mano y escuché la madera de encima quebrarse.

Si no la sacaba, iba a morir.

Miré el techo, pero era tarde.

Ya estaba cayendo.

Me tiré hacia atrás, y vi como toda esa madera caía sobre ella.

Mis lágrimas salían y no había nadie a mi alrededor.

Cuando me aseguré de que ninguna madera más caiga, corrí a ella nuevamente, y empecé a sacar la madera más grande de encima de ella.

Todo se volvía negro, otra vez, pero no la podía dejar morir.

Saqué algunas maderas más, escuché muchos pasos y caí desmayado; una vez más.

No entiendo como todo pasó así.

Como pude dejar que todo pasará así.

Todo es mi puta culpa.

Ni siquiera fui tan valiente como para morir a su lado.

Ni siquiera sé si murió, en verdad, pero las probabilidades de que esté viva son pocas.

Tan pocas, que no sé cuánto resista.

No pude haber dejado que todo pasará así.

Empecé a abrir mis ojos.

Recién reaccionaba, pero ya habían lágrimas en mis ojos.

Las dejé caer con dolor.

Me llevé las manos a mi cara y me la apreté entre lágrimas.

X: Peter.-Dejé caer más lágrimas.-

Peter: Todo es mi culpa.-Susurré en un hilo de voz llorando.-