Capitulo 94

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Estábamos golpeando la puerta de Rochi para que salieran.

Euge/Lali: ¡Hablen!-Les exigimos.-

Rochi/Mery: ¡No les podemos decir que Peter se casa en un mes!-Con la China dejamos de golpear la puerta inmediatamente. Ella me miró y yo me quedé con la boca abierta.-

¿Dónde quedó su promesa?

¿Dónde quedaron esas palabras que él me dijo?

"No te voy a dejar ir", ¿esto es una forma de no dejarme ir?

¿No pudo esperarme y se va con la otra?

¿Se enamoró enserio de Paula?

¿De la familia que va a tener?

¿Yo ya no significaba nada para él?

¿Sólo... un recuerdo?

Yo lo amo, pero sólo necesitaba mi tiempo.

Un tiempo para poner mi cabeza en orden, porque todo lo que pasó fue fuerte, pero no me puedo quedar viviendo en el ayer.

Se ve que él se tomó muy a pecho el no vivir en el ayer.

Siento que mi mundo se desmorona.

Sé cuánto él me hirió, ¿pero esto?

Yo lo perdoné, y sabía que, en algún momento, íbamos a volver.

Lo sabía, porque nuestro amor era aprueba de todo.

Lo era, porque él se casa, y con eso me dice que ya toda nuestra historia pasó.

El amor de mi vida, se casa con otra persona, va a tener una familia con otra persona, y yo... me quedo sola.

Esperando que algún día mi corazón se sane y pueda sentir amor otra vez.

¿Era difícil esperar una o dos semanas más?

Con todo lo que me engañó y tardó en decirme, ¿no podía esperarme a mí un mes o dos?

Cierro mis ojos y tomó todo el aire que puedo, pero no lo suelto.

Siento que no puedo soltarlo y, cuando abro los ojos, veo un techo blanco y una luz nítida que me mata.

Me acostumbro a la luz después de estar pestañeando y veo a mi alrededor.

¡Mierda y más mierda!

¡Odio los hospitales y los putos ataques!

Cierro mis ojos con fuerza y me saco la mascarilla que me daba el aire artificial.

Me la saqué con brusquedad y la revoleé lejos de mi alcance, y me saqué el suero con cara de dolor, porque eso sentí mientas lo sacaba.

Me puse en posición fetal y agarré mi cabeza con mis manos.

Lali: ¡Necesito curarme! ¡Dios! ¡Ayúdame por favor!-Supliqué al borde del llanto. Miré a mi derecha cuando escuché la puerta, y vi a la China.-

Euge: ¿Cómo estás?-Dejé escapar una lágrima y ella corrió hasta mi.-Te sacaste el suero.-Me dijo mirando la poca cantidad de sangre que salía de mi brazo, por haber sacado esa aguja de metal que penetraba mi brazo para introducir en mí ese suero maldito.-

Lali: No soporto el suero, ni el aire artificial y tampoco los hospitales. No me banco más.-La miré y vi que tenía un punto en la ceja. Y con "punto", me refiero a que le cosieron una herida.-¿Esa fue mi culpa?-Le pregunté con miedo señalando su ceja.-

Euge: No, La.-La miré a los ojos y traté de retroceder.-

Lali: Te lastimé dos veces.-Dije temblando y ella negó con la cabeza con lágrimas en sus ojos.-Aléjate de mí.-Se quizo acercar, pero retrocedí más.-No te acerques.-Le supliqué en un hilo de voz llorando.-No te acerques.-Me puse en posición fetal y me largué a llorar fuerte.-

Euge: La, no fue tu culpa.-Dejé escapar un sollozo.-

Lali: Andate, Euge. No te quiero lastimar.-Le rogué llorando. Ella se quiso acercar otra vez, pero la miré con miedo y temblando.-

Euge: No te tengas miedo, La.-Me pidió dejando caer lágrimas.-

Lali: ¿Las lastimé a las chicas?-No respondió y abrí mi boca dejando caer más lágrimas. Salí de la camilla y me fui a la punta más lejana de la China.-Que no entre nadie.-Le pedí y me empecé a mecer llorando.-

Euge: La, por favor.-No la miré.-

Lali: Decile a Rochi que no voy a volver al departamento. No me puedo arriesgar a que las lastime otra vez.-Se acercó y me abrazó. No correspondí el abrazo y mi cuerpo empezó a temblar.-

Euge: La, vos tenes que venir.-Negué con la cabeza.-

Lali: Chi, perdí la mayor parte de las cosas. Perdí a mis papás, perdí a mi hijo, lo perdí a Peter, y lo que menos necesito, es lastimarlas a ustedes. No sabes lo... mal que se siente saber que lastimaste a tus hermanas. Que por hay a la mañana siguiente, las mate y yo no me doy ni cuenta. Es... espantoso y desesperante saber que lastimas sin poder tomar conciencia de tus propios actos. Saber si tuviste un ataque o no, si mataste a alguien, o si rompiste tu casa entera. No te lastimé una vez, te lastimé dos.-Las chicas entraron al cuarto y mi cuerpo tembló.-Aléjense de mí, porque si las vuelvo a lastimar, ni yo me voy a poder perdonar. No puedo evitar pensar que las lastimé. Tengo miedo de lo que pueda llegar a ser capaz de hacerles.-Las tres se agacharon a mi alrededor llorando. Rochi tenía una venda en el brazo y Mery en el brazo opuesto.-

Mery: No nos vas a hacer nada. No lo haces porque queres. No sos vos la que hace las cosas, es el ataque.-Negué con la cabeza.-

Lali: Por más ataques que tenga, no puede ser que no pueda reaccionar. Que recién lo haga cuando estoy en el hospital, o cuando ya no me queda aire. -Mery me abrazó, pero yo no a ella.-No quiero tenerlas cerca. Si eso es lo suficiente como para no lastimarlas, no las quiero cerca.-Mery me miró.-

Mery: No me pidas eso, porque es un imposible.-Dejé caer más lágrimas y cerré los ojos.-Sos mi hermanita, no me podes pedir que me aleje de vos. Menos con lo que te está pasando con Peter. No nos dejes y te encierres con tu dolor. Por favor, no lo hagas.-Abrí mis ojos y Rochi empezó a limpiar mis lágrimas.-

Rochi: Nosotras entendemos lo que te pasa. No sabemos cómo se siente, pero, gracias al doctor, entendemos tus reacciones y lo que pasa durante el ataque, y por eso es que no tenes que sentir culpa. Sos nuestra hermana, Lalonga. Sos vital en la casa y me prometiste no llorar más. Nos prometiste no volver a hacerlo.-Cerré mis ojos.-

Lali: ¿Si las vuelvo a lastimar?-Pregunté temblando.-

Euge: Vos no nos vas a volver a lastimar, porque nunca lo hiciste. Actos en los que no tomas conciencia, significa que no sos la culpable de las consecuencias.-Las miré a las tres y ella me sonrieron. Las abracé con la fuerza que me quedaba.-

Lali: Gracias chicas.-Dije dejando caer lágrimas.-

Chicas, perdón por no subir antes, pero no pude. Intenté, pero tenía un problemita con Wattpad que solucioné. Perdón la espera y espero que les guste.

La CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora