Capitulo 113

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Todos nos dimos vuelta al escuchar esa baja y tierna voz que provenía de ese chico, Alex.

Alex: Lali.-Ella bajó a su altura y le corrió los mechones que cubrían sus ojos para acomodarlos en su cabellera.-

Lali: ¿Qué pasa?-Él puso un puchero que nos sensibilizó a todos. También a mí.-

Alex: ¿Me vas a dejar en la calle?-Mi corazón se estrujó. Ya entendía a Lali.-

Lali: No, mi vida. Nunca haría algo así.-Le aseguró haciéndole suaves caricias, las cuales, Alex, aceptaba cerrando sus ojos.-

Alex: ¿Podemos hablar solos?-Preguntó tímido en un susurro que se escuchó a causa del gran silencio.-

Lali: Obvio que sí.-Alex alzó sus manos al cuello de Lali, y ella, dejando a Mila con su mamá, alzó a Alex.-Ya vengo.-Nos dijo y asentimos. Todos me miraron en el segundo que se fue.-

Gas: Parece hasta la mamá.-Comento Gas en el silencio que se había formado.-

Euge: Peter, no los pueden dejar en la calle.-Negué rápidamente.-

Peter: Lo sé, pero no sé si estoy listo. No es uno, son dos y no los conozco. Encima...-Bufé, me pasé las manos por la cara y empecé a caminar en círculos.-

Pablo: Tene por seguro que Lali no los va a dejar. No los va a soltar.-Asentí.-

Peter: Lo sé.-Frené mi caminata al ver a Lali arrodillada al frente de Alex. Le hacía caricias y le hablaba con suavidad, con ternura y cuidado. Me transmitía una sensación de calidez. Una sensación que me llenaba el corazón y me hizo sonreír. Podía ver en los ojos de los dos una luz que no les podía sacar yo, y que nadie lo haría. No sin antes pasar sobre mí.-

-Narra Lali-

Salimos y nos quedamos a unos pasos del living para hablar.

Me arrodillé enfrente de él y le empecé a hacer algunas caricias.

Alex: ¿Lali?-Lo miré a los ojos.-

Lali: ¿Si?-Él mordió su labio nervioso y arrugó su nariz. Dios, es él nene más lindo que vi en el mundo.-Tranquilo.-Puso sus dos manos en mis hombros.-

Alex: ¿Podemos ser tus hijos?-La pregunta realmente me sorprendió. Él, prácticamente, me estaba diciendo que confiaba en mí y, tanto es así, que quería que sea su mamá. No habían palabras para explicar lo que sentía. No habían, y mi felicidad tampoco iba a poder ser festejada del todo, porque es totalmente infinita.-Por favor, deci que sí.-Me pidió haciendo puchero. No me había dado cuenta cuánto había tardado en analizar todo eso, pero, como respuesta, lo abracé y lo alcé. Le di unas vueltas en el aire dejando caer lágrimas de felicidad mientras escuchaba su risa inocente.-

Lali: Obvio que quiero.-Me abrazó con fuerza y, apoyándolo en el piso, me aferré a él.-Te juro que no te voy a dejar solo, ni a vos, ni a Evelyn.-Mis lágrimas seguían cayendo, pero sólo eran de felicidad.-

Alex: Gracias, Lali.-Sonreí.-

Lali: Nunca me agradezcas por esto. Lo hago porque quiero estar con ustedes el resto de mi vida.-Ni siquiera un día entero pasó desde que los conocí, pero me enamoré de ellos tanto como me enamoré de Peter la primera vez que lo vi y todos los días que lo veo.-

Cuando salimos del abrazo, él empezó a limpiar mis lágrimas con sus deditos.

Estaban un poco sucios, por lo que me quedaron algunas líneas de tierra en mis pómulos, pero no me importaba.

Sólo me importaba que él me secó las lágrimas y empezó a iluminar mi alma, junto con su hermana, en tan sólo segundos.

Alex: Sos una guerrera.-Me reí y me saqué una línea para usar mi dedo sucio en su cara.-

La CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora