Ringo ayer me preguntó que por qué yo aún no me había hecho una ecografía y bueno, no sabía cómo contestarle porque... realmente sí me había hecho una, sólo que él no lo sabía.
—Amor, ¿por qué aún no te has hecho una ecografía?
—¿Ah?— Giré la mirada hacia él, me sorprendió su repentina pregunta. Ringo me tenía abrazada, ambos estábamos sentados en el sofá viendo un programa de televisión. —¿Una ecografía?— Me puse nerviosa. -¡Lo que faltaba! Ahora sí que descubrirá cuantos meses tengo de verdad. ¡Mierda!- Pensé.
—Sí, una ecografía. Nunca te has hecho una, ¿cierto?
Volteé a mirar hacia el otro extremo de la sala, luego miré hacia el suelo; me sentía muy mal porque tendría que volver a mentirle.
—No... nunca— Lo miré y le dije no muy convencida.
—Pues entonces deberíamos ir con el doctor para que te haga una— Me sonrió dulcemente.
—¿Quie... quieres conocer al bebé?— Trataba de disimular mi nerviosismo, pero se me hacía difícil ya que había comenzado a temblar de tantos nervios.
—Por supuesto, muero de ganas— Me dijo muy entusiasmado.
Sólo me limité a sonreír, pero sin ánimos; ya tenía otro problema más, no sabía cómo podría ocultar los tres meses que ya tengo.
Así que esta mañana fuimos al médico para hacerme la ecografía, pero antes de ir, llamé a mi doctor para hablar de "ese asunto" con él.
—Doctor, también otra cosa más...— Aproveché el momento en el que Ringo se bañaba para llamarlo.
—Dígame...
—¿Recuerda la vez que le dije que no le dijera nada a mi esposo sobre cuántos meses tengo?
—Claro, por supuesto.
—Bien, entonces... ¿habría algún método para que no se de cuenta?— Estaba nerviosa, miraba hacia todos lados; sentía que en cualquier momento Ringo me descubriría.
—Pues... realmente no, pero yo podría hablar con la especialista que le hará la ecografía, le diré que no mencione cuántos meses tiene porque usted no quiere que su esposo lo sepa y que eso es un tema privado. Le recomiendo que esté tranquila, él no se enterará, se lo aseguro.
—Oh, muchísimas gracias, doctor. No sabe el gran alivio que me da, se lo agradezco.
—No se preocupe, para eso estamos.
—Entonces en dos horas estaremos allá.
—Bien, nos vemos, señora Starkey.
Justo al momento de colgar, Ringo salió del baño. -¡Ay, no! ¿Habrá escuchado toda la conversación? ¡Mierda, me quiero morir! ¡Tengo miedo, tengo miedo, tengo miedo!- Mi mente no paraba de atacarme.
—¿Con quién hablabas, amor?— Me preguntó mientas se acercaba a mí, secándose el cabello con una toalla.
—Oh, pues... bueno— Tenía que encontrar rápido una manera de decirle. -¡Te descubrió, Brenda! ¡Maldita sea, ya me descubrió!- Me atormentaba mentalmente. —Eh... hablaba con el doctor porque... porque tenía algunas dudas sobre la ecografía y... y bueno, por eso lo llamé— Sonreí muy nerviosa, ya estaba sudando frío.
—Oh, bueno. Dame un par de minutos y estoy listo— Me guiñó un ojo y se quitó la toalla de la cintura.
Quedó totalmente desnudo frente a mí. Tragué fuerte, me estaba provocando; su miembro tenía una leve erección y eso me hacía poner aún más nerviosa, así que decidí levantarme de la cama e ir hacia la puerta.
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El Libro de Confesiones de la Señora Starr (PAUSADA)
FanfictionSucias y divertidas (y otras no tanto) confesiones, relatos y anécdotas que ocurren en el día a día de la Señora y Señor Starr ¡Espero que lo disfruten! Tanto como yo... ay ( ͡° ͜ʖ ͡°)