#39 Me Quiero Morir

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¿Saben cómo me siento?

¡Terrible!

El mundo se me vino abajo.

Y... ¿por qué?

Sólo lean a continuación...

Estaba lista para ir al medico, Ringo me quería acompañar pero no lo dejé, solamente porque no quería que se encontrara con alguna "sorpresa"; yo sabía que algo no andaba bien.

—Y... entonces, ¿cuántos días, semanas o meses tengo?— Le pregunté nerviosa al doctor.

—Tiene 6 semanas, que es un mes y medio de embarazo.

—¡¿Qué?!— Abrí los ojos como platos y dejé caer mi mandíbula. —¿Un mes y medio?.

—Sí, y su bebé estaría naciendo...— Echó un vistazo a un par de papeles que sostenía en sus manos. —Entre el 19 y 23 de Febrero.

—Pero... ¿un mes y medio?, no puede ser, si hace un par de semanas nada más que me llegó el periodo y...— Estaba incrédula, eso no podía ser posible.

—¿Cuántos días le duró el periodo?.

—Ehm... dos días, creo.

—Algunas mujeres sangran a los pocos días o semanas después de que el óvulo haya sido fecundado, por lo tanto, a usted no le llegó el periodo, fue un simple sangrado producido porque el óvulo fecundado se implantó en el útero.

Sentí un frío recorrer por todo mi cuerpo, quedé paralizada por lo que acababa de oír, mi corazón palpitaba a mil por hora; estaba atónita. -¡¿Qué?! ¡Ay, demonios, no! ¡¿Qué mierda hice?! ¡¿Ahora estoy esperando un bebé de George?!... ay, no... ¡NO! ¡Mierda, esa vez no nos protegimos! Pero... podría ser de Ringo, de una de todas esas veces que tuvimos relaciones, ¿no?... ay, no, pero si casi siempre se protegía o no terminaba dentro... ¡Mierda! ¡Nunca imaginé que esto me pudiera pasar a mí!... Oh, no, ¿y ahora que le diré a Ringo? ¡Se acabará todo! ¡Arruiné mi matrimonio! Me quiero... morir- Me bombardeaba la cabeza con mil preguntas.

—Disculpe, ¿se siente bien?— El doctor notó como me había puesto.

—Yo... sí... sí, estoy bien— Me llevé una mano a la frente, me estaba comenzando a marear.

—¿Segura? ¿No desea un vaso de agua?.

—Ehm... bueno, por favor.

Se levantó de inmediato de su escritorio y fue por el vaso de agua, luego regresó y me lo dio.

—Muchas gracias— Bebí del vaso —¿Le puedo pedir un favor?.

—Claro, por supuesto.

—Me gustaría que no le dijera nada a mi esposo sobre cuantos meses tengo de embarazo.— Mientras le decía mi voz se iba apagando.

Él frunció el ceño y me miró confundido.

—No le puedo explicar el porqué, lo siento mucho, pero por favor, se lo pido, él ni nadie debe saberlo— Le rogaba mirándolo apenada. Ringo jamás debe saberlo, el día que lo sepa nuestro matrimonio se acabará.

—Está bien, no se preocupe, de aquí nada saldrá.

—Se lo agradezco mucho.

Al llegar a casa Ringo no estaba, de seguro debió haber ido con los chicos al estudio, así que me lancé en el sofá y comencé a llorar. Mientras yacía allí, me puse a sacar los cálculos desde el día que me acosté con George hasta ahora, ¿el resultado?:

Un mes y medio.



Quiero desaparecer...




-Brenda Starr

El Libro de Confesiones de la Señora Starr (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora