Momentos perdidos y nuevos sentimientos para otros

776 33 2
                                    

Había pasado algo más de dos semanas desde que se hizo oficial que Sirius y Abbie había roto, otra vez. Era de extrañar que ésta vez hubiesen tardado tan poco en su relación puesto que desde quinto curso llevan saliendo y como mínimo había estado juntos dos meses.

Pero en escaso mes y medio las cosas ya habían cambiado mucho. Lily Evans era oficialmente novia de James Potter. Sirius Black había roto con Abigail Suterland, por trigésimo primera vez, y parecía que ésta vez no iba a dar su brazo a torcer; si habían roto tantas veces sería porque no debían ser pareja, cierto ¿no? Muchas personas se dieron cuenta de que Remus Lupin si que se podía enamorar, "Osea que no es un robot" dijeron unas cuantas chicas, lo que no llegaban a entender esas cuantas chicas, que no eran pocas, es que como era posible que la afortunada de tener el corazón del joven muchacho, había desechado su corazón sin siquiera pensarlo durante un sólo segundo. Hasta el chico apocado de Peter Pettigrew (un muchacho bajito, gordo y muy tímido pero valiente) tenía novia. Por muy increíble que fuera ésto era así. Peter le había pedido salir a una Ravenclaw y ésta aceptó. Todo era tan extraño que hasta los profesores lo había notado.Tanto que no había más que ver la clase en la que nuestros jóvenes protagonistas y algunos secundarios, se encontraban.

James Potter estaba sentado, encorvado todo lo que se podía con esas sillas tan incómodas, al lado de Sirius Black, éste estaba pegado a la pared con los claros síntomas de que se iba a dormir, pero manteniendo un ojo abierto en dirección a su SU Abbie. Unos pupitres más allá, estaban Lily Evans y Remus Lupin sentados de tal manera que se les podría confundir con robots asimétricos (si en aquella época existiesen). Y para finalizar, en la punta más cercana a las ventanas, se encontraban Abigail Suterland y Regulus Black, la primera observando el paisaje y el segundo apuntando todo lo que el profesor dijese para después prestarle sus apuntes a la muchacha, cada uno sentados de manera totalmente opuesta la una a la otra. Ella totalmente repantigada sobre la silla, y el más rígido que una vela... Cada uno de éstos muchacho haciendo lo que mejor se les da hacer, para sobrellevar aquella clase tan aburrida.

La hora de acabar la clase ya llegaba, y el profesor mandó sus respectivos deberes de la asignatura.


- ... no lo olvidéis chicos, que tendréis que hacer un trabajo sobre un hechizo de los que aprendimos: expresando quién lo creó, cuánto hace de ello y porqué lo hizo... ¡Ah! Lo quiero de no menos de 50 cm de longitud.

*************************************************

Regulus Black ya estaba sentado en su mesa y se disponía a tomar lo que los elfos domésticos habían servido. Hacía escaso un minuto que hablaba con su mejor amiga ( y su único amor) y ahora la observaba, ella intentaba zafarse del agarre que el bruto de su hermano le tenía. Al parecer él había vuelto a intentar tener una conversación con ella, pero la chica se resistía a ello. <<¿Es qué no entiende que ella ya no quiere nada con él? ¿Por qué insiste?>>, pensó el ojigris menor. Instintivamente se levantó de la mesa haciendo que su zumo de calabaza se derramase por toda la mesa. No podía, no quería, permitir que a ella le ocurriese algo más por culpa de ese tarado. Dio gracias a Merlín que la muchacha le asestase un sonoro guantazo y se volviese hacia Lily Evans. Al ver que tras esa acción, todos los que estaban a su alrededor , y algún que otro alumno de las demás casas, le miraban, decidió volver a sentarse.

- ¿Qué ocurre Regulus? -La voz que pronunció aquella frase provenía de Neil  Lament, uno de los compañeros de habitación de Regulus. Éste muchacho, Neil, era bastante apuesto. Tenía rasgo propios de una serpiente, además de sus oscuros ojos marrones y su larga cabellera pelirroja.

- Nada, Neil. Es que recordé que me he dejado unas cosas en la habitación, pero iré más tarde -Regulus deseaba que se creyese tan tremenda patraña. No porque Abbie fuese de Gryffindor y estuviese mal visto que una serpiente y un león andasen juntos, sino porque no quería decirle que se preocupaba por Abbie y que el tal Neil se metiese con ella.

Me engañaste Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora