Friend Zone

12. Lejos vamos a estar mejor

12. Lejos vamos a estar mejor

- ¿Cómo... cómo que me amas? Como mejores amigos, ¿no? - Cuestionó Micaela nerviosamente, ya que seguía sin poder creer que Bruno la quisiera como algo más que una amiga.
Deseaba profundamente que todo eso haya sido otra imaginación más por parte de ella. Pero por más que intentara seguir engañandose a sí misma, sabía que eso ya no era una simple alucinación y que Bruno en verdad la amaba, pero no como una simple amiga...

- No, yo no me estoy refiriendo a eso- Reconoció Bruno mirándola fijamente a los ojos.
Sentía que ya no podía seguir callando y ocultando todo ese inmenso amor que siempre sintió por ella. El momento de que la verdad saliera a la luz finalmente había llegado, y esta vez ya no había vuelta atrás.-Micaela, yo te amo. Y ese sentimiento está demasiado lejos de relacionarse con una simple amistad.

Bruno, en gran parte, se sentía aliviado porque por fin pudo sacarse esa mochila tan pesada de encima y confesarle a Micaela que la amaba.
No se engañaba y sabía que ese amor estaba demasiado lejos de ser correspondido. Y si le quedaba alguna duda con respecto a eso, esa mirada de decepción, tristeza, lastima, sorpresa y dolor que Micaela le estaba lanzando se lo confirmaba todo.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes? - Inquirió Micaela, tratando de asimilar toda esa información que no se la esperaba en lo más mínimo.
Para ella, Bruno siempre había sido simplemente su mejor amigo y ahora resultaba ser que él no la veía como tal...

- Porque no podía - Murmuró él con la cabeza gacha, ya que ahora quería evitar tratar de realizar algún tipo de contacto visual con Micaela. No podía tolerar que ella lo mirara de esa forma en la que lo estaba haciendo.

- ¿Por qué? - Volvió a preguntar Micaela porque ahora más que nunca quería saberlo todo.

- Porque cada vez que intentaba decirte algo, siempre me contabas que estabas enamorada de otra persona o me recordabas lo mucho que me querías, pero solamente como tu mejor amigo o hasta incluso como tu hermano.

Al escucharlo decir eso, la mente de Micaela hizo un pequeño click en el pasado, y pudo recordar un momento en particular: esa noche en la cual Bruno le comentó que quería decirle algo muy importante, pero ella lo interrumpió para decirle que Nacho la había invitado salir.
En ese entonces, Micaela le restó importancia a la reacción de Bruno, pero seguramente lo que quería era confesarle toda la verdad.

- ¿Y desde cuándo se supone que sentís todo esto por mí? - Preguntó Micaela pausadamente.

- Creo que lo siento desde el primer día que te vi. Pero lo termine de confirmar ese día que nos besamos.- Micaela estaba completamente atónita al descubrir que Bruno la amaba desde que tenían catorce años. Él llevaba casi diez años amandola en absoluto silencio y ella nunca supo nada.

Micaela tenía una mezcla de sensaciones. Porque por un lado
se sentía traicionada debido a que él nunca tuvo la confianza ni la valentía necesaria para confesarle que la amaba. Tampoco podía evitar sentirse dolida al descubrir que esa amistad prácticamente estuvo rodeada de mentiras.

Pero por el otro lado, también se sentía culpable por no haber tenido la capacidad suficiente de darse cuenta mucho tiempo antes de que Bruno la amaba; triste por saber que él tuvo que sufrir tantos años en silencio y tolerar verla con otros o que ella hasta le pidiera consejos de amor.

- Me amas desde los catorce años y nunca fuiste capaz de confesarme nada - Micaela pronunció cada una de esas palabras con un claro dolor.

- Pero, ¿de verdad nunca sospechaste nada? - Retrucó Bruno porque si bien no la culpaba por nada, una parte en su interior no dejaba de cuestionarse el hecho de que Micaela nunca haya dudado con respecto a sus sentimientos.- En este último tiempo, creo que hasta el verdulero de la esquina de mi casa se dio cuenta de todo lo que siento por vos a través de la forma en la que te miro o en la manera en la que trato de cuidarte siempre.- Y Bruno no mentía al decirle todo eso, porque prácticamente cada persona que lo conocía le comentaba sobre ese "brillo especial" que tenía en sus ojos cada vez que Micaela estaba cerca suyo, especialmente durante el último tiempo.