39. Novedades

193 20 15
                                    

— Hola — Micaela se sobresaltó al escuchar esa voz. Alrededor de un día después de haber despertado del coma, era su novio el que finalmente se acercaba a verla.

Ella suspiró profundamente. Y más allá de que una parte suya no lo quisiera reconocer, su corazón no estaba respondíendo de la manera que ella tanto se esperaba o hasta se imaginaba.

Ahora que tenía la posibilidad de volver a verlo cara a cara a Nacho, su corazón no estaba latiendo tan fuerte como si lo había hecho cuando lo vió a Bruno al despertarse. Se alarmó y hasta se asustó al darse cuenta de eso. Pero rápidamente supuso, o quiso creer y convencerse a si misma, que quizás esos latidos se debían principalmente a toda la emoción acumulada del momento, de haber vuelto a abrir los ojos después de haber estado dormida por tanto tiempo, como le habían contado los doctores.

Pero haciendo buena memoria su corazón tampoco estaba latiendo tan fuerte como cuando lo volvió a ver a su mejor amigo un rato más tarde.
Y eso era lo que más raro y confuso le resultaba: Que su corazón latiera de esa manera por Bruno y no por Nacho que era su novio...

— Hola — Micaela le devolvió el saludo a su novio mientras observaba como él le depositaba un beso en la frente.

Le resultó demasiado raro que él no la saludara con un beso en los labios. Pero lo que más extraño le resultaba era el hecho de que a ella no le molestara ni en lo más minimo que así fuera.

No sabía si solamente se debía al detalle de que quizás estaba un poco molesta porque Nacho la fuera a visitar un día después de que ella se despertó, y siendo su novio se suponía que tendría que haber estado con ella desde un primer momento o por lo menos no haber demorado tanto en ir a verla. Pero por el otro lado, tampoco sentía como si esa conformidad de que él no la haya besado se debiera solamente a esos motivos...

— ¿Cómo te sentis? — Le preguntó Nacho después de unos segundos de silencio, provocando que ella dejara de pensar tanto.

— Bien — Le respondió Micaela sin muchas ganas. Se estaba sorprendíendo demasiado de sus propias actitudes. Se sorprendía de lo distante que estaba actuando con Nacho, y que al parecer él también estuviese reaccionando de la misma forma.
Recordaba a la perfección que antes de su accidente, ella creía estar enamorada de él y que además estaban bastante bien juntos. Pero ahora al parecer era todo lo contrario...
Ahora hasta sentía como que más que novios parecieran ser unos simples conocidos.

Si era cierto que sentía una cierta alegría por verlo. Pero no se podía comparar ni en un tercio con esa emoción tan grande que sintió cuando lo vió a Bruno. No se comparaba con esa sensaciones tan fuertes de sentirse protegida y segura, de que si él estaba cerca suyo todo iba a estar bien. Tenía la sensación de que a Nacho casi que le daba lo mismo verlo o no y con Bruno no le pasaba eso...

Y estaba mal que así fuera.
Estaba mal que sintiera todo eso por Bruno que era su mejor amigo de toda la vida y no por Nacho que era su novio.
Todas esas sensaciones de sentirse protegida, segura. Todo ese cosquilleo en la panza. Esa sensación de que los minutos a su lado se le pasaban volando. Todo ese conjunto de cosas debía y tenía que sentirlas solamente por Nacho y no por Bruno.

Micaela no entendía porqué se encontraba así tan rara y sobre todo tan confundida. O quizás siempre lo supo pero le generaba bastante miedo tener que asimilarlo...

Sacudió su cabeza en búsqueda de librarse. De librarse de todas esas emociones, sentimientos y planteos tan raros que estaban surgiendo en ella — o que quizás comenzaban a intensificarse y hacerse mucho más notorios—desde el momento en el cual se despertó. Solamente por ese rato decidió no maquinarse y tratar de no pensar demasiado.

Friend ZoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora