Friend Zone

25. Amar vs Estar enamorado

25. Amar vs Estar enamorado

B

runo apartó un mechón de pelo que Micaela tenía en su cara. Ante ese gesto, ella simplemente sonrió en una forma tímida. Al verla sonreír y al notar que Micaela cada vez se iba acercando más, Bruno decidió no hacerle caso omiso a su corazón y hacer lo que más quería en ese momento...

Tanto él como ella ya habían cerrado sus ojos y estaban a punto de besarse.
Micaela ya podía sentir que su respiración comenzaba a acelerarse y que su corazón latía fuertemente por causa de lo cerca que estaban y que solamente unos ínfimos centímetros los estaban separando.
Ese momento con el cual ella estuvo soñando y anhelando durante tantos meses, al parecer, finalmente ya había llegado.

Sin embargo, toda esa magia tristemente se rompió de un segundo al otro cuando inesperadamente las bocinas de los demás autos, sumado a varios insultos que recibían por no avanzar, hicieron que Bruno se separara bruscamente de Micaela. El semáforo había cambiado. Por lo cual, ya era hora de que los dos se despertaran de ese "sueño" y que él siguiera manejando. Y eso fue exactamente lo que pasó...

Micaela permaneció inmóvil por varios segundos, tratando de asimilar todo. Además, se lamentaba por lo que tristemente no pudo llegar a pasar. Lamentablemente, ella no pudo concretar esa inmensa necesidad de besarlo.

— Perdón — Dijo Bruno en un susurro, varios segundos después y desconcentrandola, un poco, a Micaela de todos esos cientos de pensamientos y sensaciones.

¿Perdón por qué? ¿"Perdón" por haber intentado besarla? ¿O  "perdón" por no haberla besado?
Micaela todavía no sabía muy bien la respuesta, aunque claramente se inclinaba por la primera opción. Porque seguramente él ahora que podía pensar en frío se debería sentir completamente arrepentido por lo que casi estuvo a punto de pasar entre ellos dos.

Sin embargo, ella decidió no hacerle ningún tipo de planteo y quedarse callada. Lo mejor era que hablaran después, no ahora que él estaba manejando.

El resto del viaje, que de por sí no era muy largo, transcurrió en un absoluto silencio.
Por un lado, Bruno estaba concentrado en manejar. No obstante, no podía dejar de pensar en lo que estuvo a punto de pasar con Micaela. Pero por otra parte, tampoco podía dejar de pensar en Laura. Su mente daba mil vueltas.

Mientras que Micaela todavía seguía alucinada con todo lo que había pasado. Si nadie los hubiese interrrumpido, ¿él la hubiera besado?
Su corazón le respondía a gritos que si. Y si se dejaba llevar por los hechos, también la respuesta sería si. Porque antes de que los interrumpieran, a él también se le notaban las ganas que tenía de besarla.

Después de algunos minutos, finalmente llegaron a la casa de Micaela. En lugar de saludarla y simplemente irse, Bruno decidió impedir que ella se bajara del auto y disculparse por lo que casi había pasado entre ellos. Sentía que los dos lo necesitaban.

— Perdón, yo no quise... — Comenzó a decir Bruno, mirándola fijamente a los ojos.

— ¿No quisiste qué? — Cuestionó Micaela, ríendose nerviosa.

— Que pasara lo de hace un rato.— Aclaró rápidamente Bruno. Micaela simplemente asintió, entendiendo a la perfección ese tema al cual él se estaba refiriendo: a ese "casi beso". — No sé, me dejé llevar y confundí demasiado las cosas. No era mi intención, la verdad. —Se justificó él y ella suspiró pesadamente.

Los dos se quedaron callados durante un tiempo hasta que Micaela decidió romper con ese silencio y hacerle una determinada pregunta:

— ¿Qué hubieses hecho si todos esos bocinazos e insultos no nos hubiesen interrumpido? — Preguntó Micaela con un hilo de voz, deseando profundamente que él le fuera absolutamente sincero y que le respondiera con la verdad. Que le dijera que él la hubiese besado. Ella necesitaba y deseaba escuchar esa respuesta más que nada en el mundo.