17. Por Besarte

413 35 22
                                    

17. Por Besarte

Al día siguiente, Micaela decidió seguir el consejo que Bianca le había dado. Así que por esa razón, primero lo citó a Nacho para que se encontraran en la plaza, ya que antes de tomar una decisión importante, lo primero que debía hacer era aclarar qué era lo que sentía por él o más bien asegurarse de que eso no pasaba a más de una simple atracción que había sentido durante un determinado tiempo.

Ella había llegado algunos minutos antes de lo acordado. Y en ese lapso de tiempo, comenzó a pensar en todo lo que le había pasado en el transcurso de los últimos meses, que para ella habían sido los peores de su vida.

Micaela estaba tan distraída en todos sus pensamientos que ni siquiera se había percatado de que Nacho ya había llegado a la plaza. Por eso, se sorprendió bastante cuando percibió que alguien comenzaba a abrazarla.

— Te extrañé, Mica — Murmuró Nacho mientras la abrazaba.
Y al sentir ese contacto, además de estar sorprendida, Micaela podía imaginarse que no era su novio a la persona a la cual estaba abrazando, tal y como ya le había pasado en otras ocasiones...

— Yo también te extrañé, Bru. — Susurró ella con los ojos cerrados y en voz baja.  Cuando volvió a abrirlos, supo que su "inconsciente" la había traicionado y que había dicho algo que no debía.

Pero a su vez, ese acto fallido fue demasiado útil para que ella finalmente pudiera asimilarlo todo.
Sin embargo, por el otro lado, una cierta parte en su interior rogaba que Nacho no la hubiese escuchado porque no quería hacerlo sentir mal. Pero lamentablemente él pudo escuchar con perfecta claridad esa confusión de nombres.

— ¿Qué dijiste? — Cuestionó Nacho un poco dolido y terminando por completo con ese abrazo. Micaela lo miraba sumamente nerviosa, sin saber muy bien qué responderle.

— Que yo también te extrañé.—Respondió Micaela después de algunos segundos, con un hilo de voz.
Nacho rápidamente negó con la cabeza porque claramente eso no era todo lo que ella había dicho.

—  Micaela, yo soy Nacho. No me llamo "Bru". — Afirmó él, sin dejar margen a ninguna duda ni por un solo instante y poniendo un cierto énfasis cuando pronunció "Bru". Micaela se tensó por completo al escucharlo. Ella rápidamente amagó a disculparse y a intentar aclararle la situación, pero él se lo impidió.—  Yo lo sabía. De hecho, creo que siempre lo supe, pero opté por hacerme el tonto y creer que solamente eran celos míos.—Murmuró él, intentando realizar algún tipo de contacto visual con Micaela. Sin embargo, no podía hacerlo porque la mirada de ella estaba focalizada en el pasto. —A mí solamente me usaste como una excusa para tapar tus verdaderos sentimientos.—Decidió expresar él todo lo que siempre había sospechado desde el momento en el que ellos dos comenzaron a salir: Micaela estaba perdidamente enamorada de Bruno. Nacho sentía que ella solamente había estado con él para no reconocer esos sentimientos que tenía por su mejor amigo.

Desde un primer momento, Nacho pudo percebir que entre Micaela y Bruno no existía una simple amistad, sino que había un sentimiento mucho más profundo que los unía. Pero cada vez que él insinuaba algo al respecto, ella siempre se lo negaba. Entonces, él terminó creyendo que solamente eran celos.

Sin embargo, con el transcurso de los meses, Nacho pudo confirmar que Bruno estaba enamorado de Micaela y ahora finalmente podía confirmar que ese sentimiento era totalmente recíproco y que probablemente siempre lo había sido.

— No fue así, Nacho — Retrucó Micaela sin sonar del todo segura de lo que estaba diciendo y él pudo notar que lo que ella le estaba diciendo no era del todo cierto.

— No me mientas, Mica. Estás enamorada de él, date cuenta.—Dijo Nacho y ahora su tono de voz era sumamente calmo porque quería ayudarla a Micaela a que pudiera abrir sus ojos porque pese a todo lo que había pasado entre ellos, ella era una persona importante para él y por la cual sentía un profundo aprecio. — Cuando te lo nombran, reaccionas de una manera rara y tus ojos brillan de una manera especial. — Micaela optó por permanecer callada y escucharlo con atención. — Lo mismo te pasa cada vez que lo ves porque lo único que haces es sonreír y mirarlo como si no existiera nadie ni nada a tu alrededor, como si todo lo demás no importara y que él es lo único que le da sentido a todo para vos.— Reflexionó él en voz alta, sabiendo que a pesar de que ellos dos habían salido durante varios meses, Micaela ni una sola vez lo pudo llegar a mirar con ese brillo tan especial que lo miraba a Bruno, con una mirada que reflejara amor.

Friend ZoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora