Andrea y samuel se amaban, se amaban con todo su ser, con toda su alma, samuel nunca se imagino que podría amar tanto a una mujer, andrea era el amor de su vida, ese que estuvo esperando por tantos años, la viva prueba de que el amor no siempre llega en orden, sabía que lo de ellos duraría hasta la eternidad, más allá incluso ellos mismos...
Samuel: estas feliz? -preguntó mientras acariciaba sus hombro, llevaban aproximadamente una hora sentados sobre una manta en la arena luego de haber dado un paseo por la playa-
Andrea: jamás me imagine que sería tan feliz. contigo y con Regina tengo todo lo que un día creí perdido
Samuel: todavía no puedo creer que estés así conmigo, nunca pensé que me fuera a enamorar tanto de alguien, y más de una salvajita como tu -dijo y escucho una risa de andrea-
Andrea: sobre eso... Perdóname, nunca te pedí disculpa por como me comportaba contigo, te herí incontable veces y no lo merecías... Oh bueno! Si lo merecías, eras un aprovechado mano larga
Samel: no tienes que pedir disculpa y menos ahora que ya conozco tus razones, y en cuanto a lo otro, dime, como puede resistirse un hombre a tocarte? Eres una adicción andrea -dijo y beso su cuello despacio-
Andrea: tonto... Todavía recuerdo el día en que no reencontramos... Es que... A quien se le ocurre apretarle el trasero a una desconocida?
La risa de samuel era como una hermosa melodía para andrea, jamás podría cansarse de escucharla
Samuel: alguna vez te han dicho que tienes un trasero demasiado sexy? Pues esa es la razón por la que lo hice
andrea: pues fíjate que si me lo han dicho -dijo y samuel de inmediato frunció el ceño- cuando era modelo a todos con los que trabajaba le encantaba, no sabes la cantidad de veces que modele en traje de baño o ropa interior
Samuel: oh créeme que ya se, me alegra saber que todo eso ya es mío -dijo y luego hizo una pausa- amor... No te gustaría volver a modelar?
Andrea: claro que si, siempre fue mi pasión, me sentía libre aún en las cuatro paredes de un estrechó estudio, pero ya mi tiempo paso, nadie contrataría a una modelo con un cuerpo lleno de cicatrices
Samuel: claro que si, yo lo haría
Andrea: porque eres mi novio, tonto. Pero como dije antes, mi tiempo paso, al menos sólo me queda el recuerdo y creo que con eso me es suficiente
Samuel: estas siendo un poco conformista, pero no voy a insistir, te aseguro que yo mismo me encargare de que vuelvas a ese mundo que tanto te gusto o te gusta
Andrea: por este tipo de cosas es que me traes loca...
estuvieron sentados en la arena por un buen rato, samuel acariciaba a andrea sin ningún deseó sexual, sólo con la necesidad de sentirla cerca, de sentir su suave piel contra la de el, sentir su aroma, su respiración pausada.
Ella estaba sentada entre las piernas de samuel con su espalda sobre su pecho, el había rodeando su cuerpo con sus fuertes brazos posando ambas manos en su vientre
Andrea: siento tanto no poder darte un hijo
Samuel: amor... Te dije que olvidaras el tema. Sabes? Contigo tengo tantas cosas que no me es necesario tener otro hijo
Andrea: si pero...
Samuel: sshhh, ya te dije que no me importa, que jamás me voy a ir de tu lado, sólo espero que tu tampoco lo hagas, que nunca más me alejes de tu lado porque te voy a perseguir hasta encontrarte
Andrea: nunca mi amor -se volteó quedando frente a samuel y se puso a horcajadas sobre el- no lo haría nunca porque simplemente me volvería loca
andrea enredó sus brazos en el cuello de samuel y estampo sus labios contra los de el, un beso intenso se apoderó de sus labios, samuel introdujo su lengua en la boca de andrea, quería descubrir cada rincón, quería sentirla toda, cada vez que hacían el amor era lo mismo, quería sentirla toda con urgencia, quería que el tiempo jamás pasara cuando estaba a su lado.
Samuel: necesito hacerte el amor... Ahora -dijo en medio del beso-
Andrea: no se que estas esperando -dijo y beso su cuello-
Samuel la besaba con tan urgencia, le encantaba reconocer con sus labios todo el cuerpo de andrea, empezo poco a poco a deshacerse de su ropa mientras dejaba besos a su paso, beso su cuello, sus hombros, sus senos con desesperación, quería hacerle el amor justo ahí, con aquella noche estrellada y el mar de testigo, amaba la calidez de sucuerpo, amaba como se sentía a su lado y como ella se entregaba a el, samuel se sentía perdido con cada envestida, mientras andrea se aferraba con las uñas a su espalda, se sentía perdida, samuel era capaz de llevarla al cielo cada vez que le hacía el amor
andrea sintió con samuel se dejaba ir, se desbordó en su interior mientras que ella también se dejaba llevar por aquella sensación tan increíble.
Ambos estaban temblorosos, sudados por aquel orgasmo tan maravilloso, su respiración seguía agitada, Samuel estaba aún sobre ella sosteniendo su peso sobre sus codo mientras agarraba con fuerza la cabeza de Andrea. Aún con sus cuerpo sudoros el la besaba, besaba sus labios con delicadeza, besaba su frente, sus mejilla, su nariz, su cuello... Ella sólo sentía, se sentía tan amada juntó a samuel, tan querida
Se quedaron un buen rato ahí abrazados sobre la arena, había sido una noche increíble, mucho más que otras, cada día su amor era más grande, tenían casi un año juntos y cada día era como el primero en el que empezaron a amarce, pero samuel quería más, sabía que andrea era de el, pero quería que todo el mundo lo supiera.
Andrea: no crees que ya deberíamos irnos?
Samuel: no, me encanta quedarme así contigo para siempre, quisiera secuestrarte para tenerte para mi sólo
Andrea: puedes hacerlo, pero no por.. -iba a continuar, pero el sonido de un teléfono la interrumpió-
Samuel: Jorge... Le paso algo a mi hija? -dijo y luego de unos segundo al teléfono puso los ojos como plato- ya!! Okay, ya vamos para allá
Andrea: que paso? Que le paso a la niña?
Samuel: nada... Nuestro sobrino... Ya va a nacer, Bianca te necesita...
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Miedo al amor
FanfictionAndrea del junco, una mujer fría, amargada, dura con todo mundo, pero detrás de esa armadura de fortaleza se encuentra una Andrea frágil, temerosa, con un pasado aterrador que la convirtió en todo lo que es ahora Samuel Gallardo, considerado el ho...