Capitulo 33. Que quieres con mi hija?

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Samuel se quedo sin palabras al escuchar la voz gruesa e imponente del padre de andrea, aquella voz logró ponerlo nervioso y dejarlo sin palabra

Antonio: sigo esperando, quiero que me expliquen en este momento que está pasando aquí... Los escucho -dijo calmado pero sin disminuir su firmeza en su tono de voz-

Andrea: papa es que... Samuel y yo estamos saliendo -dijo al fin decidiéndose hablar primero-

Antonio: vaya... Y lo dices así tan calmada? Y tu! Piensas quedarte callado -dijo dirigiéndose a samuel, le agradaba aquella relación, sólo quería hacerle ver que andrea no estaba sola, que tenía quien la defienda y quien matara a cualquiera si le hacían daño otra vez a su pequeña amazona-

Samuel: señor yo...

Antonio: a mi despacho -dijo y sin más entroron a la casa-

Andrea empezaba a entender todo, muy pocas veces su padre se comportaba así... Era un hecho que estaba celoso, miro a samuel casi templando y una risita se apoderó de su boca

Samuel: de que te ríes?! -le susurro al oído mientras caminaban hasta el despacho-

Andrea: cálmate samuel -dijo y volvió a reír-

Samuel: tu papa va a degollarme y tu me pides que calme!

Antonio: muy bien samuel, ahora si quiero que me expliques que pretende con mi hija?... Andrea, nos dejas a solas -dijo-

Andrea: ósea, que yo soy la más implicada en todo esto y me pides que salga!

Antonio: andrea por favor -dijo con firmesa y a ella no le quedo más de otra que salir- y bien samuel, te escucho

Samuel: bueno señor... -dijo nervioso- antes que nada quiero que sepa que lo que menos quiero en este mundo es causarle daño a su hija, se casi todo por lo que a pasado y lo único que quiero es hacerla olvidar de todo aquello

Antonio: no se que tanto sepas, pero aún no e escuchado la respuesta que quiero, que quieres, que pretendes con mi hija?

Samuel: señor, su hija me interesa y mucho, ella es tan tierna e indefensa, no quiero más que protegerla, no por un par de meses, sino para toda la vida, señor yo... -está sería la primera vez que aceptaba sus sentimientos delante de una persona- señor yo estoy enamorado de su hija, yo... La amo y quiero estar con ella para siempre

Antonio se paró dando un golpe en la mesa tan fuerte que hasta andrea que estaba afuera se asusto, samuel se hizo un poco para atrás en su silla y lo miro con incredulidad

Antonio: samuel! -fue acercándose con los puño apretado- bienvenido a la familia -dijo abriendo sus brazos para abrazar a samuel y dejarlo más confundido, por un momento sintió que le quedaban pocos minutos de vida, dejo salir todo el aire que tenía retenido y fue relajandose poco a poco- respira muchacho, no voy a matarte

Samuel respiro y continuo mirándolo extrañado

Antonio: Samuel, mi hija a sufrido mucho, los últimos dos años jamás la había visto sonreír como lo hace desde que tu y tu hija llegaron, por eso me alegra tanto que sea tu el que le provoqué tanta felicidad después de tanto tiempo porque se que eres un hombre bueno que no le hará daño como aquel infeliz... Pero sólo te digo algo, si veo a mi hija derramar una sola lágrima por ti... Ahí si pondré en uso a mi gran amigo -dijo e hizo que samuel se voltearse y señalo a la pared un enorme rifle- esta claro, andrea es mi prenda más preciada

Samuel: créame señor... No tengo ninguna intención de lastimarla

Antonio: bueno... Pues ya no los hago esperar más... Hasta pronto samuel, espero que nos reunamos un día para preparar una parrillada en el jardín

Miedo al amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora