Miedo al amor

Capitulo 74. Pelea sin sentido

Hace más de dos años no escuchaba esa voz, hace más de dos años no escuchaba ese apodo que le parecía tan repugnante y hace dos años no había tenido tanta fuerza como ahora

Las personas como Darío eran de esas que disfrutaban de tu miedo, disfrutaban verte aterrada por alguna u otra razón y hoy a pesar de la preocupación que sentía en ese momento, no estaba dispuesta en darle el gusto a Darío de verla con miedo, contaba con muchas personas que no iban a permitir que le pasara algo

Darío: no dirás nada mi amor? dime, no me extrañaste?

Andrea: Darío... -dijo en un susurro apenas audible-

Darío: estoy más cerca de lo que te imagina, esperando ansioso la llegada de nuestro bebé

Esa fue la gota que derramo el vaso, ahora si tenía miedo, ahora si estaba aterrada, como antes, era increíble como ese hombre podría destruir la fortaleza que andrea había construido con tanto empeñó

Darío: déjame decirte que te ves hermosa con nuestro bebé en tu vientre, te prometo que pronto estaremos juntos, tesorito

Andrea: no!! -grito pero ya Darío había colgado- no! No! No! -dijo desesperada-

Regina en cuanto la vio gritar fue corriendo por su tía bianca que en cuestión de segundo ya estaba abrazando a andrea

Andrea: era el bianca! Era el, te juro que intente ser fuerte, no quería demostrarle que sigo temiendole, pero dijo que pronto estaremos juntó con nuestro hijo, bianca a el me va a quitar mi bebé -dijo preocupada-

Bianca: eso nunca va a pasar porque todos estaremos ahí cuidándote, ya andrea, estabas bien, tranquila y emocionada, así quiero seguir viéndote, tranquila y emocionada por la llegada de tus bebés, ese loco no hará nada porque todos lo vamos a evitar, ya, tranquila, acuérdate lo que dijo el doctor, tienes que estar calmada!

Y como estar tranquila después de esa llamada, simplemente no podía, pasó todo el día preocupada, seguía sintiendo tanto miedo por ese hombre, pero a diferencia de que antes no tenía a aguien que daría la vida porque ella este bien

Samuel: como te sientes amor? -cuando llego a casa bianca le contó lo que había pasado y rápidamente subió a su habitación, tenía que saber como estaba-

Andrea: no vas a dejar que el se me acerque ¿verdad?

Samuel: nunca, no te preocupes, tarde o temprano harán algo mal e irán de vuelta a la cárcel

Andrea: y mientras eso pase yo tengo que vivir con este miedo?!

Samuel: no, porque tienes un montón de personas que no va a permitir que algo les pase. No quiero que este triste andrea, no quiero que tengas miedo, quiero que estés feliz, que disfrutes el poco tiempo que nos queda con este par aquí adentro

Andrea: está bien, lo voy a intentar

Samuel: más te vale, ven, Regina y yo queremos mostrarte algo

Andrea: mi sorpresa?! -dijo y los ojos se le iluminaron-

Samuel: exacto, que espero que te guste. Regina! Ya es hora!!

Ambos salieron de la habitación y se encontraron con Regina en el pasillo, caminaron hasta la puerta que estaba en medio de la habitación de ellos y de la de Regina, samuel tenía la manos en el llavín de la puerta, con todos los berrinches sin sentido que había hecho andrea durante todo el embarazado, tenía miedo de que no fuera a gustarle

Detrás de aquella puerta estaba el cuarto donde los bebés pasarían la mayor parte del tiempo, era la cosa más tierna y hermosa que andrea había visto en su vida, samuel y Regina habían puesto tanto empeño. La habitación estaba pintada de un color gris pálido, samuel quería que y era algo acogedor y a la vez moderno, por eso usó ese color y los detalles eran entre un gris más obscuro, rosa fucsia, dorado y negro