Capitulo 38. (Maraton 4/6) bianca siempre bianca

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Ya había pasado una semana desde aquel encuentro entre andrea y Deborah y que trajo consigo un gran dolor no sólo en andrea y samuel, sino también en todos los que los rodeaban, Regina no dejaba de preguntarle una y otra vez a samuel por andrea y eso hacía más difícil para samuel poder superarla, ya no sabía si creer o no en lo que le dijo Deborah de andrea, no la creía capaz y mucho menos después de todo lo que le había dicho bianca, el trataba por todo los medios no encontrarse con esa mujer en la oficina y casi siempre lo lograba, pero ella era impredecible. Andre sin enbargo lloraba todas las noche, no hacía más que pensar en samuel, recordar los momentos en los que estuvieron juntos, sus besos y las palabras tan bonita que le decía, en ocasiones quería salir corriendo y decirle que por favor la perdonara, pero venían una y otra vez las palabras de debora a su cabeza "por eso va todas las noches donde mi, va a buscar lo que tu no puedes darle" le dolían porque lo peor de todo fue que samuel no se lo negó

Bianca: lo extrañas? -preguntó al verla desde el umbral de la puerta con la bolsa de tarjetitas que el había pegado en su auto-

Andrea: si, mucho, creí que no me iba a doler tanto

Bianca: y por que aún sigues aquí, anda andrea! Levántate, tienens que recuperarlo

Andrea: no Bianca, ya lo perdí, además de que el ya está con... Judith -al mencionar aquel nombre un escalofrío tremendo recorrió todo el cuerpo de andrea-

Bianca: de donde sacas eso? -preguntó extrañada-

Andrea: ellos son amantes bianca, ella me lo dijo

Bianca: y tu aún conociendo los alcances de esa loca, le creíste?

Andrea: samuel no me lo negó -dijo luego de un largo suspiro-

Bianca: debe de haber una explicación andrea

Andrea: no vale la pena, ellos están juntos y ya por favor te pido que no vuelvas a mencionar el tema -dijo y se puso de pie, pero bianca la tomo de los hombros y la hizo sentarse en la cama nuevamente

Bianca: no! Ahora me escuchas... No se que démonios te dijo esa loca, pero sea lo que sea no es cierto, ella y samuel no está juntos... Bueno, no te voy a mentir, al principio cuando el llego si hubo algo, pero se acabo de inmediato, el no sabía que Deborah era la hermana del loco de Darío porque así dijo llamarse en la empresa, Deborah, y no Judith como todos la conocíamos antes, en cuando se enteró intentó despedirla pero no puede porque tiene un contrato de un año, aún le faltan como 9 meses. Se que lo dejaste por otra razón... Pero esa razón es la que menos le importa, andrea, samuel sabe aún desde antes de intentar algo contigo que tu no puedes tener hijo, Regina se lo dijo

Andrea: que estas diciendo?! -dijo confundida-

Bianca: que ese hombre te ama y aún sabiendo que tu no podías tener hijos siguió insistiendo para conquistarte, el día que tu le caíste a fuetazos vino a pedirte disculpa por lo que no se que te dijo... Ahora dime, todavía sigues con la estúpida idea de dejarlo ir? Si es así no sabes lo decepcionada que estoy de ti, que fácil te rindes

Andrea: es cierto todo eso? -preguntó con la esperanza de que bianca le restregara una y otra vez que si era cierto-

Bianca: ya te dije que si! Ahora quiero que te metas al baño y te pongas linda y vayas y busques a samuel y no regreses aquí hasta que tengan fecha para la boda

Andrea: bianca yo...

Bianca: muévete!! -aplaudió para apurarla-

Andrea no podía creer todo lo que bianca le había dicho, tenía una mezcla de alegría con rabia por haber sido tan tonta de haber creído en Deborah, pasó la peor semana de su vida después de haberse recuperado y no podía aguantar un segundo más para ir a casa de samuel y tirarse sobre sus brazos. Esta vez debía ser sincera en todo, incluyendo lo que paso realmente con Diego, no quería revivir ese momento, pero es justo y necesario cambiar de página

Eran alrededor de las tres de la tarde, samuel llevaba la peor semana de su vida, extrañaba a andrea y mucho, en su trabajo apenas se concentraba, no dejaba de pensar en ella, le dolía tanto que ella no lo amara, creyó que al fin volvería a ser feliz después de la muerte de Regina, pero se equivocó. fue por su hija al colegio, la pequeña no dejaba de preguntarle por andrea, eso era lo que más le dolía a samuel, que su hija también se encariñó con andrea y eso la tenía triste también a ella, no dejaba de recordarle lo mucho que le extrañaba y reclamarle por el hecho de pensar que Samuel le haya hecho algo para que andrea ya no haya vuelto

Samuel: amor, ve a tu cuarto, dile a soledad que te ayude a cambiar y bajas al despacho par ayudarte hacer tus tareas

Regina: no! Ya no quiero que me ayudes, por tu culpa andrea ya no viene! -dijo triste y subió corriendo a su cuarto-

Todo esto le afectó mucho a la pequeña, le dolía tanto que lo culpara a el, pero tampoco iba a hacer que andrea quedara como un mostruo frente a su hija si le decía que paso realmente.

Samuel fue a su cuarto y se sorprendió de que todo estuviera a oscura, las cortinas estaba todas cerradas y las luces apagadas, apesar de que afuera el sol estaba radiante todo ahí adentro estaba oscuro, le pareció raro ya que el mismo había habierto las cortina, encendió la luz y con lo que se encontró lo dejo realmente sorprendido...

Miedo al amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora