Capitulo 71. Despedirse

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Andrea había despertado algo extrañada, seguía con la angustia en su pecho, primero por lo de Regina y ahora también por Darío, eso no podía soportarlo, saber que está fuera la artera...

andrea: samuel!!! -grito con todas sus fuerzas ya que no vio a nadie en la habitación-

Samuel estaba en la sala platicando con bianca, Jorge y los abuelos de Regina que aún no se había ido, al contrario de don antonio que tuvo que irse porque su esposa estaba sola en casa y no quería preocuparla.

Cuando escucho como andrea gritaba desde la habitación, subió corriendo encontrándola llorando mientras abrazaba a Regina con fuerza, la pequeña estaba en su cuarto cuando la escucho gritar y no dudo ni un segundo en ir corriendo y darle un abrazo

Samuel: ya chiquita -se acerca y la abraza también- te prometí que todo estaría bien

Dijo, pero ya andrea había dejado de llorar, por un momento creyó que ya no estaba en casa, que había perdido a samuel y Regina

Andrea: so...sólo me asuste un poco -dijo etre sollozos- ya estoy bien -beso cortamente los labios de samuel- gracias por tus abrazos curativos mi amor -dijo y beso ahora la frente de la pequeña-

Samuel: quieres levantarte? Amor llevas más de dos horas durmiendo y no haz comido nada desde el desayuno, vamos para que comas algo, recuerda los bebés

Regina: anda mami, yo voy acompañarte

Andrea: así si me gusta -sonríe-

Samuel: regí, podrías decirle a sole que ya puede servir la comida?

Regina: ya voy papi -dice y sale corriendo de la habitación-

Andrea: pasa algo? -dijo porque ya conocía las intenciones de samuel al pedirle a Regina que saliera-

Samuel: es que sus abuelos siguen abajo, quieren hablar contigo, quieres? O le pido que se vayan?

Andrea: no, quiero hablar con ellos, quiero limpiar mi imagen ante ellos, a ellos también le llenaron la cabeza de estupideces en mi contra

Samuel: tu papá se encargó de eso, te aseguro que muy pronto ese par de viejos cascarrabias te van adorar

Andrea: está bien, pero igual quiero hablar con ellos, así que invitalos a comer con nosotros

Samuel: segura?

Andrea: si, estaré bien -dijo para luego acariciar su nuca y besarlo-

Andrea se dio una ducha rápida para bajar a almorzar, estaba un poco nerviosa por la presencia de los abuelos de Regina, ahora si quería dar una mejor impresión

Cuando bajó ya todos estaban en el comedor, cuando la vieron entrar, los señores se pusieron de pie frente a ella

Plutarco: señorita andrea... -dijo en un susurro

Viviana: disculpenos -andrea más que lástima, sintió ternura por ellos, parecían dos pequeños que fueron regalado por alguna travesura, pero más que eso vio la sinceridad en esa palabra-

Andrea: si una persona me dice que mi bebé -mira a Regina y está le lanza un beso- está siendo maltratada o mal cuidada, créanme que reaccionaria igual, así que lo entiendo. Lo que no puedo aceptar es que hayan creído en ese par de locos a la primera, sin escuchar la otra parte y créanme que me preocupa su cercanía con ellos

Samuel: ya les dije que lo mejor es que le sigan la corriente y nos mantengan informado, ellos deben volver a prisión -dijo bajito para que Regina no escuchara-

Miedo al amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora