Capitulo 57. Todo bien?

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Todos habían recibido tan bien la noticia del embarazo de andrea, Antonio estaba feliz, emocionado porque su hija ya tenía todo para ser feliz, al igual que a Maritza eso era lo único que le importaba, que sus hijas fueran feliz. Bianca sabía que algo así pronto le pasaría a su hermana, pero fue incluso mejor de lo que ella pudo haber imaginado, Dios la estaba compensando de la mejor manera. Jorge igual lo sólo estaba feliz por que tendría dos sobrinos, sino también por su hermano y en especial por Andrea, el había sido testigo de todo lo que tuvo que pasar. La pequeña Regina no dejaba de hablar de todo lo que harían y le enseñaría a sus hermanitos, ella quería que fueran dos niñas para jugar a las princesa, incluso ya les había buscado nombres, toda la noche no paró de acariciar las tripitas de andrea buscando algún movimiento.

Todos se despidieron, excepto Bianca que quiso quedarse en casa de sus padres, quería hablar un poco con su hermana, extrañaba mucho esas pláticas. Acostó a su pequeño en un Moisés que había en casa para este tipo de casos y luego se tiró emocionada a la cama de andrea.

Andrea no dejaba de acariciar su vientre, desde que el doctor le dijo que estaba embarazada y que serían dos bebés no lo creía, tenía la blusa de su pijama enrollada más arriba de su vientre, así no sólo podía sentir ese milagro, sino también verlo

Bianca: te dije que pronto iba a pasar -dijo mientras se acomodaba en la cama- en que piensas? -preguntó al ver que su hermana no decía nada-

Andrea: estoy embarazada bianca -dijo y levanto su cara que estaba ya llena de lágrimas- y de dos bebés! Puedes creerlo?! -dijo emocionada-

Bianca: te lo mereces hermana, vas a ser una gran mamá para esos pequeños, te lo dije, no debías desesperarte, todo esto pasaría en el momento que estés lista

Andrea: es que me costaba, no quería hacerme ilusiones

Bianca: pues ve haciéndote a la idea -dijo mientras se acercaba y limpiaba sus lágrimas- porque muy pronto estos pequeños llegarán a iluminarte la vida

Andrea: ya lo están haciendo...

Samuel, Jorge y Regina llegaron a casa tan felices por todo lo que se enteraron ese día, Regina ni siquiera se había dormido por estar hablando de sus hermanitas

Regina: papi, cuando lola y mímí nazcan van a tener su propio cuarto? -preguntó, en todo el camino no había parado de hacer preguntas-

Samuel: si amor o a lo mejor duerman contigo... Y no quiero que te iluciones en que son dos niñas, a lo mejor son dos niño o niña y niño

Regina: no importa, igual los voy a querer mucho mucho... Si son dos niños se llamarán... -se quedo pensando unos segundos- León y robi -dijo emocionada-

Jorge: de donde sacas esos nombres?... Están horribles -dijo gracioso para molestar a su sobrina-

Regina: tío! Eres un grosero! Son nombres muy bonitos, ¿verdad papi? Papi!  -dijo al ver que no le prestaba atención- papa!!

Jorge: ahora en que piensas?

Samuel: en andrea -dijo al fin-

Jorge: vaya... Que novedad

Samuel: quiero pedirle que sea mi esposa... Pero quiero que sea especial, y también que sea pronto... Mañana, ya no puedo esperar más, la quiero tenerla aquí conmigo, quiero tenerla conmigo todo el embarazo, me ayudan? -preguntó a Regina y Jorge que lo miraban con los ojos muy abiertos-

Regina: siiii!! -grito emocionada la pequeña-

Jorge: cuenta conmigo... Pero en serio? Mañana? Es muy pronto

Samuel: no es pronto, la quiero conmigo ya, si fuera por mi se lo pido mañana que sea mi esposa y pasado mañana  nos casamos...

Andrea empezó abrir sus ojos sintiendo la molestia  de la luz que se colaba por su ventana, había dormido como hace tiempo no lo hacía, sintió su vientre ya que tenía una mano cubriéndolo por completo, al fin se sentía completa, completamente feliz

Andrea: bianca... -la llamo al no sentirla con ella en la cama-

Bianca: aquí -dijo y andrea desvío la mirada hasta otro lado de su cuarto encontrándose con bianca amamantando a su bebé- eres una dormilona andrea -dijo en un fingido tono de regaño-

Andrea: que hora es? -dijo y luego miro la hora en su teléfono poniendo los ojos como plato al ver que ya eran las once de la mañana- Dios mío! Es tardisimo! Es normal que duerma tanto? Samuel no me ha llamado?

Bianca: si... Es normal, y más en ti que llevas dos ahí dentro y no, no e escuchado tu teléfono y el de la casa tampoco

Andrea: que raro, siempre me envía un mensaje y más hoy que es sábado y que ya sabemos de esto... -dijo y toco su vientre, inevitablemente no podía dejar de hacerlo- sigo sin creerlo, sabes?

Bianca: no te preocupes, déjalo respirar un poco... Y cuanto tengas una panza tamaño ciudad, te aseguro que ya lo vas a creer

Andrea: bianca!!

Bianca: quee!! Tienes dos, es normal que pase... Pero estoy segura que te vas a ver muy linda

Andrea: en serio lo crees? -dice preocupada- tengo miedo de que sea demasiado para mi... No pude cuidar a Diego y...

Bianca: ya deja de siempre irte por la parte negativa, todo va estar bien, mis sobrinos van a ser muy fuertes como su mami

Andrea: Dios te oiga, sólo espero que todo vaya bien a lo largo de estos próximos siete meses que faltan

Darío: vaya hermanita... Hasta que por fin te acuerdas de mi -dijo en tono de sarcasmo- dime... Que te trae por aquí después de tantos meses?

Deborah: te recuerdo que también estuve presa por más de seis meses y si no había venido era precisamente porque estaba tratando de resolver tu caso... Estúpido

Darío: mira niña tonta! -dijo enojado y se puso de pie para agarrarla del cabello, pero un oficial lo impidió- perdóname... Perdóname Judith, no quería hacerlo -dijo preocupado luego de haber intentado herir a su hermana- pero es que me sacas de mis casillas

Debirah: ya! Se que eres una vestía... Pero ahora que logré tu libertad condicionar necesitas controlarte un poco -dijo con una gran sonrisa de satisfacción en su cara-

Darío: que dijiste?! -dice impresionado-

Debirah: lo que oíste... En dos días saldrá de este lugar para al fin hacer pagar a andrea por todo lo que nos hizo...

Miedo al amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora